Un Plan

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No perdimos nada de tiempo. Ese mismo día que Alec me confirmó que nos iba a ayudar, nos pusimos manos a la obra. Quedamos que nos encontraríamos en mi habitación a las 7.

Cuando me fui de casa me traje conmigo los planos de ella. Sabía que volvería en busca de John, por lo que los iba a necesitar. Los saqué de mi diario, donde los había estado guardando. También busqué unos cuantos lápices y hojas en blanco. Tomé prestado libros de la biblioteca que hablaban de cómo afectaba la sangre de demonio a los Cazadores de Sombras. Claramente nada de eso era muy cierto. Yo era la prueba viviente de que se podía sobrevivir a ella. Pero podríamos averiguar algo.

A las 7:10 ya estaban Izzy y Jace. Solo faltaba Alec. Demoró otros 5 minutos. Cuando por fin llegó, golpeó la puerta. Cuando la abrí fue Magnus el que entró en vez de Alec.

-Muy bien, tenemos un plan que hacer- Fue lo primero que dijo.

Antes de que yo volviera a cerrar la puerta apareció Alec.

-Le contaste sin preguntarme- Le recriminé

-Vamos a precisar su ayuda- Me dijo y se fue a sentar en el centro de la habitación junto a los otros ignorando mi enfado.

Se habían sentado en ronda sobre el suelo, mirando todo lo que había puesto ahí. Recogí los planos y los desdoblé. Les mostré el sótano que había marcado con un círculo rojo.

- Este es el sótano, John va a estar ahí. Es lo que estuve viendo con nuestro vínculo.
Este es el despacho de mi padre. Pasa todo el día ahí encerrado.
Una vez que estemos ahí, yo me encargo de mi padre.
Hay una puerta trasera que pueden usar para entrar en la casa-Les dije mientras señalaba los lugares en el plano- Tengan cuidado, siempre hay hombres del Círculo dentro de mi casa. Si ellos los ven mi padre lo sabrá- Recité todo como quien había ensayado un discurso.

-Nos dividimos en tres grupos. Izzy puede entrar en el sótano y ayudar a tu hermano a salir de ahí- Dijo Alec- Magnus y yo hacemos guardia. Jace tu vas con Clary.

-No. - Dije- Yo voy sola. Mi padre se daría cuenta en seguida.

-No puedes ir sola- Dijo Magnus

-Jamás llevé un chico a casa. Mi padre no se tragaría la historia. Y yo tengo que conseguír la mayor cantidad de tiempo posible, así que sí. Voy sola.

Nadie dijo nada más al respecto.

-De todas formas -dijo Izzy- ¿Cómo sabrá tu hermano que estamos contigo?-

Me levanté y fui hasta la mesita de luz. Levanté una de mis dagas arrojadizas y me hice un tajo en la mano.

-Hey, ¿Qué estás haciendo?- Dijo Jace

No le contesté. Refregué la daga en mi sangre y luego se la tendí a Izzy.

-Él sabrá que significa- fue lo único que dije al respecto.

Por suerte, ninguno me preguntó nada más acerca de eso.

-Ven aquí-Dijo Magnus, mientras cogía mi mano. Con unos movimientos de una de sus manos me curó la herida que hacia treinta segundos estaba chorreando sangre.

-Ah y vamos a tener que hacer algo con esto- Me dijo señalando mi pelo. Juntó sus dos manos y con sus movimientos fluidos, seguidos por sus chispas azules hizo que mi cabello volviera a su color natural. -Según lo que dijiste, no creo que a tu padre le guste mucho que si hija sea adicta al Yin Fen.

Ok, Magnus demostró que era util. No mostré más resistencia con eso.

Hice una mueca demostrándole que tenía razón.

-Solo queda pensar cómo vamos a llegar. Hay sensores de actividad demoníaca en todo el terreno. Si Magnus crea un portal sabrán de inmediato que estamos allí.- Dijo Izzy

-De hecho creo tener la solución- Dije mientras le quitaba a Jace la estela que tenía en su cinturón. Dibujé la runa que había hecho en el campanario y el portal se abrió. Lo crucé antes de que ninguno dijera nada. Cerré los ojos y me concentré en el lugar al que quería ir, el pasillo. Di dos pasos más y abrí los ojos. Allí estaba.

Di media vuelta y volví a entrar en mi cuarto. Todos estaban muy sorprendidos. Magnus fue el que habló.

-Los sensores no lo detectan, o sino ya estaríamos rodeados con alguien haciendo preguntas.

-¿Hay algo más que tengamos que saber Clary? - Preguntó Jace

-Nop, nada por ahora- Contesté sonriendo, mientras le devolvía la estela.
Ya todo estaba listo. Solo teníamos que pensar en cómo hacer para que Maryse y Robert no sospecharan.

Luego de otra media hora de charla quedó decidido que le diríamos a los padres de Izzy y Alec que iríamos a entrenar a un campo que Magnus tenía a las afueras de la ciudad. Así tendríamos todo el día sin preocuparnos de las sospechas.

A las nueve ya solo quedaba Jace en mi habitación. Habíamos estado revisando los libros, pero no encontramos nada utli. Ahora estábamos hablando tendidos en la cama.

-Entonces mañana partimos a las 8.

-Si... - Suspiré. Me levanté para ir a cambiarme la ropa por mi pijama, pero al dar el segundo paso una quemazón en mi pierna derecha me hizo caer al suelo. La habitación se tornó negra y creo que me desmayé.

Cuando volví a abrir los ojos estaba en el sótano de mi casa. Dos de los hombres de mi padre me estaban sujetando, mientas de él me estaba por inyectar una jeringa. No tuve ni que pensarlo para saber que era.
Me sacudí para intentar liberarme y me di cuenta de una cosa, ese no era mi cuerpo. Estaba en la mente de mi hermano. Podía escuchar sus pensamientos.

-Clary ¿Dónde estás?- Pensaba él- Ya no puedo más. Por favor Clary, date prisa.

-John! ¿John, me escuchas?

-Clary!
-No, no es Clary. Es la sangre de demonio. Resiste.

-John! John! soy yo!- Grite lo más fuerte que pude. Estaba desesperada- John estoy yendo a por ti!

Fue lo que alcancé a decir antes de abrir los ojos de golpe, gritando por el dolor de la sangre entrando en el cuerpo de John. Mi boca sabía a sangre, probablemente por el golpe al caerme.

-¿Otra vez Johnatan?

Asentí con la cabeza. Mientras contenía las lágrimas.

-Tenemos que ir ya...

Jace me abrazó. Se mantuvo así hasta que me quedé dormida.

Una Historia Diferente De Cazadores De SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora