La panza crecía rápido. Se cumplían dos meses de la concepción de el bebe. Como ya sabemos mi panza aparentaba unos cuatro meses. No estaba muy grande todavía pero se notaba su presencia.
La actividad demoníaca de la ciudad había aumentado. Habían casi cinco ataques por semana. Aquella noche Alec y Jace habían tenido que irse por un ataque de demonios en el centro. Era el segundo ataque del día.
Esta vez le tocaba a John cocinar. Como no tenía nada mejor para hacer, me senté en uno de los bancos de la isla y me puse a charlar con él.
-¿Qué estás cocinando?
-Fish and Chips*
Sonreí, solíamos comer Pescado con papas fritas cuando eramos más chicos. Era una de las pocas cosas que mi padre cocinaba para nosotros. Puede ser que el no nos tratara bien pero si tengo algunos buenos recuerdos de él. Uno de ellos, era cuando nos cocinaba.
- Te ayudo- Le dije y comencé a pelar una de las papas.
-Sabes, uno de mis pocos buenos recuerdos es de la primera vez que papá nos cocinó pescado con papas fritas...
-Es un lindo recuerdo- Me dijo con una sonrisa.
-¿Está mal que le tenga cariño? Fue él, el que me dejó las cicatrices de mi pierna, fue el el que nos inyectó sangre demoníaca y él fue el que te torturó..
Bajé la vista al suelo.
-Clary... - Me dijo mientras levantaba mi cabeza con su mano. - Está bien.
Solté un suspiro.
-¿Alguna vez te conté mi historia con mi padrastro? - Fue Magnus el que habló. Había entrado a la cocina sin que me diera cuenta, y escuchado nuestra conversación.
Negué con la cabeza.
- Mi madre y mi padrastro me temían. A tal punto que cuando mi madre se suicidó mi padrastro intentó ahogarme... Yo me defendí y lo prendí fuego. Lo cierto es que me costó mucho superar aquello. Pero hasta el día de hoy lo recuerdo con cariño. Las cosas malas que haya hecho no invalidan las buenas. Podemos recordar a estas personas con amor y con odio a la vez, siempre y cuando no nos consuma. No tenemos que ser coherentes con los sentimientos, simplemente tenemos que ser fieles a ellos.
Se acercó a mi y me dio un gran abrazo.
Lo cierto es que no se si podré encontrar paz en cuanto a mi padre, no se si podré perdonarlo. Pero puedo seguir adelante, no voy a permitir consumirme por él. Me lo debo a mi, y al bebé.
Luego de un tiempo la cena estaba lista, John cocina de maravilla. Tragué el último pedazo de pescado y me recliné en la silla, saboreando aquel manjar. Cerré los ojos y disfruté el momento.
No fue hasta que Magnus llamó mi atención que no abrí los ojos. Estaba preparando una película en la televisión. Algo llamado "La guerra de las ganancias" o algo así. Al parecer era una película muy conocida entre los mundanos y él no podía creer que no la hubiéramos visto.
Resulto que el nombre de la película era "La guerra de las galaxias". Una película un poco extraña si me preguntan pero estuvo interesante.
Luego de esto me fui a dormir, estaba cansada.
Dormí unas horas, aunque tuve pesadillas toda la noche. En ellas el bebé nacía muerto o se convertía en un demonio. No eran sueños lindos.
Cuando me desperté como por sexta vez a medianoche algo era diferente. Tenía la respiración agitada y una sensación extraña en la barriga.
Chequeé mi celular por si Jace me había escrito algún mensaje, pero no lo había hecho.
Supuse que todavía estaría resolviendo las consecuencias del ataque de los demonios.
Exactamente a las doce y cinco fue cuando comenzó. Primero fue aquel cosquilleo que fue aumentando, se convirtió en una punzada como si me estuvieran clavando un puñal. No pude aguantar más y comencé a gritar.
Intenté sentarme en la cama pero por alguna razón no fui capaz de hacerlo.
Y al poco tiempo deje que aquella oscuridad que me estaba amenazando me abrazara y caí inconsciente.
*Punto de vista de John*
En el medio de la noche me desperté, me pareció haber escuchado un grito. Esperé unos momentos para ver si se repetía y ahí fue cuando la identifiqué. Era Clary la que gritaba.
Corrí rápidamente a su cuarto, estaba teniendo una convulsión. Su cuerpo daba bandazos de un lado a otro.
-¡Magnus!- Grité mientras corría hacia la cama
-¡Magnus! -Volví a gritar al ver que no venía.
Rápidamente coloqué a Clary de costado y al poco tiempo la convulsión se terminó.
Magnus apareció en el cuarto.
-¿Qué pasa? - Preguntó él en un tono alarmado.
-Clary estaba teniendo una convulsión. - Y al terminar de decir esto ella se sentó en la cama con los ojos cerrados. Su movimiento parecía casi automático. Cuando abrió los ojos eran de color negro azabache, no podías diferenciar la pupila del resto del ojo.
Al ver a Magnus saltó sobre él en un intento de ataque. Por suerte él fue más rápido y la congeló.
-¿Qué es lo que le pasa? -Pregunté sin saber que pensar.
-No lo sé - Me contestó él. -Pero se volvió muy fuerte, no puedo mantener por mucho tiempo este hechizo.
Acto siguiente me pidió que fuera a buscar cuatro cuchillos serafín al arsenal. Fui corriendo, rápidamente comprendí que quería realizar una configuración Malachí. Coloqué los cuchillos al rededor de Clary y pronto estuvo listo. Se notaba que Magnus se estaba cansando, estaba sudando un montón.
Cuando el hechizo se desvaneció Clary comenzó a correr deteniéndose a tan solo unos milímetros de donde terminaba la configuración. Probablemente la había identificado, sabía que si daba un paso más tendría problemas.
Comenzó a susurrar cosas en diferentes idiomas demoníacos, una vez hubo terminado cayó inconsciente de nuevo.
Esperamos unos segundos y al ver que no se despertaba pateé uno de los cuchillos que salió rodando y entré en la configuración.
La recogí y fui hasta la cama, donde la dejé suavemente.
-Magnus, llama a Jace. Va a querer saber lo que pasó.
Pocos momentos después Clary despertó.
-¿John? ¿Magnus? ¿Qué paso? Ahgh, la cabeza se me parte en dos del dolor.
-Jace ya está en camino -Me avisó Magnus y asentí con la cabeza.
Volví a posar mi vista en Clary y le contesté.
-Bueno, la verdad es que no lo sé...*Pescado con papas fritas
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Una Historia Diferente De Cazadores De Sombras
Novela JuvenilEsta es una historia creada por mí, basada en Cazadores de Sombras de la fabulosa Cassandra Clare. En esta historia, Clary vivió toda su vida con su padre Valentine, pero al terminar su entrenamiento ella decide irse a vivir al Instituto de Madrid...