No te enamores de Nika © [LIBRO 1]

20_Dime la verdad

✨Editado✨

Capítulo 20

~❁ ❁ ✦ ❁ ❁~

Caminé de un lado a otro una vez más. Iba en línea recta de la ventana al sofá, de allí hasta la cocina y de nuevo a la ventana.

Llevaba el mismo vestido desde la mañana y, aunque fueran casi las once de la noche, Emma estuviera durmiendo y mis padres acostados; no podía dar por terminado el día y no porque fuera mi cumpleaños.

Después hablar con Sophie el día no volvió a la normalidad. Cené, conversé y fingí que estaba bien. Disfruté de la compañía con una parte de mi cerebro queriendo desentrañar lo que no entendía.

Nika trabajaba para ganar un dinero que necesitaban y habría podido obtener de no ser por haberme regalado aquel juego de té. Me mentía sobre lo que hacía cuando no tenía que mencionar el regalo para desmentir que se veía con Chloe.

La vida era muy injusta.

Mis padres me habían regalado un auto, mis amigos, obsequios que apreciaba y reflejaban lo tan al pendiente que estaban de mis gustos. Los Bakker, un costosísimo juego de té que valdría lo mismo que la cocina de diseñador que mi padre mandó a renovar hace años.

Mi vida era muy sencilla. Mi mayor preocupación era mi carrera, mi futuro en la gran ciudad y mis infantiles pensamientos de chica dolida que no ve al chico que le gusta el día de su cumpleaños.

Por otro lado, estaba él.

Su familia tenía una hermosa mansión antigua y un apellido importante, pero vendían las reliquias familiares con tal de subsistir. Su madre trabajaba por un salario que difícilmente respaldaría a tres personas y los hermanos eran los encargados de reparar el lugar porque no podían pagar profesionales.

Nika le mentía a su hermano para que no perdiera tiempo trabajando y así poder costear un regalo para mí. Además, los tres tomaban terapia por razones que desconocía.

¿Cómo la vida podía ser tan distinta para cada uno?

Jamás pensé lo afortunada que era o los pocos problemas que tenía. Una vez más me sentía egoísta y no entendía por qué seguía despierta y mirando a la carretera.

Porque estás esperando a que Nika regrese —dijo una voz en mi cabeza.

Una luz apareció a lo lejos. Tenía que ser él. No lo pensé y fui directo a tomar un abrigo, solo que no había ninguno a mano.

Por el sonido supe que venía a toda velocidad, no tenía tiempo de subir a mi habitación. Encontré las llaves detrás de la puerta y se me cayeron dos veces antes de poder salir disparada.

Avancé hasta la carretera con la vista fija en la moto que no detenía su avance. Tuve que correr el último tramo para interceptar a Nika a la entrada del camino que llevaba al improvisado garaje de la mansión.