No te enamores de Nika © [LIBRO 1]

47_Ignorar la realidad

Dije que, si llegábamos a 45 votos en el capítulo pasado, habría actualización de regalo...

Cuando se quiere, se puede y yo siempre cumplo mi palabra... Gracias por el apoyo, disfruten el capítulo...

Pd: Perdón por las erratas.

❤️❤️❤️

Capítulo 47

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Sophie mantenía la vista fija en el campo de fútbol donde los chicos tenían otra de sus exhaustivas sesiones de entrenamiento. Yo no podía hacer lo mismo.

Por mucho que me agradara el fútbol, Nika estaba en el campo, se hacía con el balón demasiado seguido y no quería verle. La única razón por la que accedí a venir fue porque mi amiga lo sugirió. Para algo que se animaba a hacer además de estar encerrada en su casa o ir de zombie de un lugar a otro, no podía negarme.

Primero fue la separación de Sophie y Julien seguido de la poco apropiada confesión de amor que Dax soltó cuando mi amiga le pidió que tuvieran sexo en venganza. Todo eso llevó a que Sophie terminara deshecha y en peor condición al entender que su antiguo amor era correspondido.

No le quedó opción más que confesarme cada detalle y dejarme como la peor amiga del mundo, la tonta que nunca se dio cuenta de lo que pasaba a su alrededor.

A eso le siguió la amistad hecha pedazos. Dax ignoraba que, la reacción de Sophie era por sus antiguos sentimientos volviendo a luz y no por la revelación de su enamoramiento y el miedo a rechazarle. Caos total que solo empeoró cuando Aksel besó a Sophie sabiendo que Dax los vería.

Seguía sin entender cómo mi amiga le había perdonado eso al idiota número dos. Ya habían hablado y aclarado todo. Sophie era incapaz de guardar rencor, detalle que no entendía o quizás solo era el resentimiento hacia mis indeseables vecinos.

Nika era la persona que menos quería tener cerca en ese instante, pero si Sophie decía que viniéramos a las gradas, yo la acompañaba. Tenía clara la razón por la que quería hacerlo. Llevaba nombre, tenía piel morena, era alto, guapo y el mejor chico que aquel asqueroso pueblo podría tener: Dax.

—¿Han hablado? —pregunté intentando hacer conversación cuando ya mirar a los árboles no resultaba para mantener la vista lejos del movimiento del partido.

—¿Con Dax? —Hice una mueca para que se enterara de que era obvio. Sophie volvió a pegar la vista en el campo—. Lo mismo de siempre. Él actúa como si no hubiese pasado nada, justo como lo prometió.