55_Las sorpresas son bienvenidas (+18)

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Capítulo 55

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Capítulo 55

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—Me duele la cabeza —se quejó Sophie cuando tiré de su mano para entrar al río.

—Claro que duele. Casi te bebes todo el vodka que teníamos para la fiesta de hoy por la noche —me quejé haciendo que se metiera al agua a pequeños pasos.

—No seas exagerada, solo fue media botella —apareció Rosie chapoteando y salpicándonos de pies a cabeza antes de zambullirse de una vez.

Chillé en contra de mi voluntad, el agua estaba helada.

—Shhhhhh —me calló Sophie sosteniendo su cabeza por el lado donde tenía el chichón de su vergonzosa caída de la noche anterior—. No grites, me explotará el cerebro.

—¿No que hoy te ibas a levantar fresca y descansada a verlo todo desde un ángulo distinto? —me burlé.

—Cállate —se lamentó lloriqueando y aferrándose a mis hombros hasta que el agua nos llegó a la cintura.

A pocos metros de la cabaña pasaba el rio Moité. Esta parte, como un par que quedaban cerca del centro turístico La Laguna, era un espacio perfecto para nadar.

Había zonas más profundas, grandes piedras adornado la orilla opuesta e incluso una pequeña cascada por donde el agua caía a dos metros de altura. El agua se movía lento y estaba deliciosa una vez te acostumbrabas.

—Te hará bien recargar energías —dije tomando las manos de mi amiga e invitándole a que se zambullera—. Cuando regresemos te prepararé el mejor desayuno de tu vida.

—No hará falta —intervino Victoria nadando hasta nosotras—. Los chicos están encargándose.

—Y Arthur cocina muy bien cuando está de resaca —acotó Rosie—. Doy fe de sus buenas artes para levantar muertos tras una borrachera.

—Me alegra, pensé que no llegarían a dormir después de la fiesta de anoche.

—No lo hicieron —aclaró Victoria—. Esos no duermen hasta regresar a casa.

—Llegaron diez minutos después de que ustedes salieran y se metieron a la cocina —explicó Rosie.

—¿Dax está con ellos? —quise saber dándole una mirada de reojo a Sophie que se tensó.

Todavía no hablábamos de lo sucedido. No eran las diez de la mañana y su estado era inadecuado para debatir las confesiones de sentimientos que tuvieran lugar la noche anterior.

—No —dijo Victoria—, creo que estaba con la prima del principito valiente. La vi ayer en su habitación.

Sophie se alejó haciendo como que no nos prestaba atención.

No te enamores de Nika © [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora