21_Correr

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Capítulo 21

~❁ ❁ ✦ ❁ ❁~

—Mia, ¿qué haces?

Di un respingo y golpeé con el codo la lámpara a mi lado. Tuve que hacer malabares para que no cayera al piso y terminé estampando la frente contra el marco de la ventana.

—¡Auch! —Sobé el golpe y devolví la lámpara a su lugar antes de mirar al pie de la escalera—. Nada mamá.

Alzó una ceja. Analizó mi posición cerca de la ventana y con la mochila al hombro. Acababa de pescarme mirando entre las cortinas hacia la carretera.

—Estaba valorando usar otra ropa —mentí—, tengo miedo de que llueva.

—¿Y valoras eso en lo que espías a los Bakker?

Me atraganté con saliva y contuve la tos.

—Estaba viendo si llevaban paraguas.

—¿El mismo que ayer le pediste a Emma que devolviera mientras espiabas desde el segundo piso?

Cerré los ojos en lo que maldecía en mi interior.

—Ese mismo.

Mamá se acercó a la ventana y corrió la cortina sin temor. Automáticamente pegué la espalda a la pared para que nadie me viera.

—Pues no llevan paraguas —habló divertida antes de cerrar la cortina.

—Solo estaba asegurándome.

—Claro. —Sonrió consciente de mi ridícula mentira—. Puedes estar tranquila, con esas botas es suficiente. No importa que lleves vestido mientras uses un abrigo grueso. Hoy no va a llover.

Sonreí avergonzada en lo que me dejaba en paz y llamaba a mi hermana a desayunar. Volví a mirar disimuladamente entre las cortinas cuando se alejó.

—Y, Mia —habló volviendo a sorprenderme—. Si estás vigilando el autobús para no coincidir con los Bakker en la carretera, deberías tener el abrigo puesto o terminarás perdiendo el trasporte escolar.

Se metió a la cocina y sentí su risa a lo lejos.

Malditas madres y sus sentidos avanzados, maldita yo y mi cualidad de ser más previsible que hormiga con miel enfrente.

Tomé el abrigo del clóset y me lo puse por encima del vestido que me regalara Sophie. Volví a colocarme la mochila y me acerqué a la ventana.

Las Bakker conversaban al borde de la carretera. Afortunado Nika que no parecía distinto. Estaba fumando en lo que bromeaba con su hermano sin dar ojeada a mi casa.

Por otro lado, ahí estaba yo como una estúpida, observándole por una pequeña rendija detrás de mis cortinas y con el corazón queriéndome estallar.

No te enamores de Nika © [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora