56_Esa conversación (+18)

291K 18.3K 27.1K
                                    

A user32562705 que cumplió años ayer 18 de noviembre...

No tengo mucho para dar y llego un día tarde porque no tuve tiempo para editar, pero este capítulo es para ti.

Gracias por el apoyo y el cariño con cada capítulo. Espero que tuvieras un día hermoso y que mi regalo del día después te alegre un poquito.

Mia y Nika te desean un feliz día, yo te mando un beso gigante...

Mia y Nika te desean un feliz día, yo te mando un beso gigante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 56

~❁ ❁ ✦ ❁ ❁~

La esperada fiesta tenía lugar en uno de los lugares más mágicos de todo Soleil: la fortaleza abandonada. Una de las dos más grandes construcciones que bordeaban el río Moité para dividir el norte y el sur del continente hace cientos de años.

Lo que antiguamente fue una clásica estructura de dos pisos con monótonas ventanas enrejadas y un par de torres de vigilancia, hoy eran unas hermosas ruinas que el bosque iba devorando con cada año. Se levantaba junto al río, estrecho y de aguas veloces en ese tramo.

La antigua estructura carecía de todo lo que una vez hubo en su interior. Solo se mantenían en pie tres paredes exteriores, una de ellas a medio derrumbar.

Las grietas habían dado espacio a la humedad y las plantas trepadoras que se adueñaban de las paredes hasta mostrar flores. Las antiguas rejas de las ventanas estaban oxidadas y en algunos lugares inexistentes.

El lugar era un caos en medio de la nada, uno que cobraba hermosa vida para aquella fiesta anual.

El equipo de sonido era potente. El Instituto, que se encargaba de patrocinar el evento por tradición, contrataba a un buen DJ que daba vida al espectáculo.

Las luces en azul y rojo se movían al ritmo de la música levantando distintas texturas en las paredes. Creaba una atmósfera íntima y moderna que se mezclaba con lo antiguo del lugar. Era un espectáculo digno de ver y disfruté cada segundo.

Bailamos hasta agotarnos. Saltamos, chillamos y fuimos de un lado a otro hasta que nos dolieron los pies.

Me divertí, me sentí libre y tranquila. Bebí con control, no deseaba levantarme al día siguiente con resaca, pero de igual forma necesitaba rellenar mi vaso pasada la media noche y solo una persona tenía alcohol siempre que te acercaras: Rosie.

—Me queda vodka —dijo en cuanto me apoyé en su brazo con una sonrisa de tonta.

—Que bien conoces mis intenciones —me burlé rebuscando en su bolso.

No te enamores de Nika © [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora