" En esa habitación contigo " || EL PERDEDOR || #Wattpad

XXIV

Pov L.

A estas alturas estaba perdiendo las esperanzas de encontrarla. Ya pasaron más de cuatro meses en los que ni detectives privados ni los policías lograban dar con su paradero.

Taeyang actualmente estaba muy ocupado en el hospital, llegaba cansado y lo único que hacía era pasar su poco tiempo libre con Hye. Como ya no se quedaba en casa, yo tuve que dejar a mi pequeñita en la mansión cada vez que salía en busca de Mariana, por lo menos allá Wendy cuidaba de ella y de su hermana mayor.

Natsu se sentía mal, podía notarlo fácilmente con solo verlo, casi siempre que nos cruzabamos estaba pálido y últimamente no tenía ánimos ni de salir de su casa.

Y si lo hacía, era para buscar personalmente a la responsable de que su salud de haya deteriorado tanto.

Algunas veces ni lo reconocía, su cara perdía de manera abrupta su color natural y su respiración era muy "frágil", tenía ojeras y hacía un esfuerzo enorme para salir a las calles.

- Quiero que lo atiendas en tu consultorio, que te encargues de él.

- Le he ofrecido mi ayuda muchas veces y se niega a aceptarla, él asegura que está bien atendido por el Dr. Smith, ese hombre siempre lo va a ver cada dos días.

- ¿Tú crees que me haya mentido cuando me dijo que tenía anemia?

- Sus síntomas se parecen a las de una anemia, no sabría darte una respuesta clara porque no he podido hacerle exámenes o estudios de todo el cuerpo.

- ¿Y qué puede ser aparte de anemia?

- Bueno, en el peor de los casos sería cáncer - Eso me asustó - Pero tranquila, de ser así él nos diría ya que el cáncer es una de las enfermedades más mortales y él tiene que ver por la seguridad de sus hijos.

- Lo he visto muy deprimido - Susurre - Si tan solo Mariana le permitiera conocer a su hijo de seguro se pondría mejor...

- Espero que eso pronto suceda - Terminó de hacerse el nudo de la corbata y se acercó para darme un beso en los labios - Te veo en la tarde, cuida muy bien de Hye.

- Si - Sonreí - Puedes irte tranquilo.

- Me voy - se dirigió a la salida.

- ¡Saludas a Valeria de mi parte!

- ¡Entendido! - Gritó y luego se escuchó el ruido de la puerta principal cerrarse.

Yo desvié mi atención a la cuna, Hye se despertó y de seguro por el ruido. La saqué con cuidado y la puse sobre la cama, estaba con el pañal mojado y era hora de cambiárselo.

- P-ppapi... - Sonreí con ternura.

Hye hace unos días empezó a decir sus primeras palabras, me sorprendió que empezara con "Papi" en vez de "Mami" o "Mamá". Recuerdo que la primera vez que lo dijo fue cuando estábamos dormidos, ella nos despertó con su pequeña y tierna vocecita mientras punzaba su dedito en el ojo de su papá.

- Papá se fue a trabajar, pero volverá en la tarde y podrán divertirse como siempre lo hacen mi amor - Ella se metió su dedito índice a la boca mientras yo la limpiaba.

Decidí ponerle otra ropa ya que íbamos a salir y la que traía no le serviría para protegerse del frío.

Salimos de la casa y abri la puerta trasera del coche, la puse en su silla de seguridad y entré al volante para luego poner en marcha el coche. Yo la supervisaba a través del espejo retrovisor cada vez que podía en el transcurso de nuestro viaje.

Llegué con Wendy y se la encargué, yo saldría en busca de Mariana nuevamente. Antes de irme alimente a Hye con mi leche y por si demoraba dejé su biberón con la leche en polvo.