C.F

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Salí de la habitación rumbo al de los niños. Dentro estaba Natsu dándole un beso a Lucas en la frente, escuché que le dijo algo, luego se puso de pie dispuesto a marcharse, pero se topó conmigo.

- ¿Y?

- Tienes razón - Él sonrió aliviado - Es inútil negar algo que está muy claro.

- Que bueno, ya no soportaba tu trato hacia la pequeña Hye.

- No hablo de eso - Corregí para su sorpresa - Sí, he sido muy injusta con mi hija, bueno, he sido mala madre tanto con ella como con Luna, y me disculpo. Pero no me refiero a mi maternidad cuando digo que tienes razón.

- Entonces...

- Yo... - No sabía cómo decirlo sin parecer una tonta - Acabo de entender una cosa muy importante.

- ¿Qué cosa?

- Tú sabes muy bien qué es.

- No, no lo sé - Se hizo el desconcertado - Por favor, ¿Podrías decírmelo?

- Bien... - Tomé valor - Nos he mentido, Natsu - Él escuchó con interés - He tratado de olvidar como no tienes idea el inicio de nuestra historia - Comencé a sudar de las manos - Me he querido convencer a mi misma que mis sentimientos habían cambiado, que esto nunca más me iba a afectar.

- No te estoy entendiendo, Lucy. Sé más clara.

- Las evidencias eran obvias - Él no quitaba esa sonrisa estúpida de su rostro - Cuando apareció Mariana creo que fui más obvia respecto a eso, pero nunca le deseé ningún mal a los dos. Cuando murió Taeyang me sentí devastada tanto física como mentalmente, creí que lo correcto era dedicarme solo a la niña que me dio, que la cuide y proteja como él hacia conmigo. Tae me amó mucho, y yo me sentí en la necesidad de serle fiel hasta incluso después de la muerte porque fue un maravilloso marido y padre - Bajé la mirada al piso - Ahora me doy cuenta que estaba equivocada, no quise oír a nadie más que a mi. Wendy y Valeria me lo dijeron muchas veces. Taeyang tomó esa decisión porque quería verme feliz de verdad, aunque esa felicidad no la consiguiera con él por más cariño que le tuve.

-...

- Siempre cometo errores, soy muy torpe y necia, esa es la verdad - Dirigí mi mirada a sus ojos - Pero gracias a que él me hizo entender las cosas siento que ahora haré lo correcto, por primera vez siento que haré algo bien.

- ¿Y qué es?

- Admitir de una buena vez que sigo sintiendo lo mismo que hace años por ti - Él  se emocionó como un niño, tuve que dar un paso atrás ya que se me iba a lanzar y todavía no había terminado - Y que nunca podré sacarte de mi cabeza. Natsu yo...

- Lucy...

- Natsu yo quiero quedarme a tu lado - Sonreí un poco tímida - Y quiero que nada ni nadie nos vuelva a separar, quiero ser feliz contigo y con nuestros hijos, porque ahora tenemos tres, ¿Cierto?

- Cierto - Asintió muy seguro - Hye es como mi hija desde que empezó a vivir en mi casa, ella es mi vida al igual que Luna y Lucas.

- Yo también amo mucho a tu hijo, seré su madre, aunque eso no quiere decir que Mariana nunca existió. Ella siempre será su mamá porque lo parió y pensó en él hasta el último momento.

- No sabes lo feliz que me haces - Sonrió - Lucy, al igual que tú, he tratado de olvidarte y más cuando me comencé a entender con mi primo, te dejé de buscar por respeto a él.

- Taeyang quería que sea feliz, y sabía que mi felicidad está contigo, y veo que él desea que estemos juntos... - Natsu tomó mis manos y las besó.

- También lo sé, él me lo dejó bien claro, pero quería esperar que estuvieras mejor para pedirte que reiniciemos nuestras vidas juntos.

- Natsu - Dije algo desconcertada - Tú no te impresionaste con lo ocurrido en la habitación, no tanto como yo, ¿Ya habías tenido episodios así en tu vida? ¿Tae también te quiso decir algo antes?

- Sí - Sonrió algo incómodo - Recuerdo muy bien los días posteriores a su entierro.

- ¿Ah... sí? ¿Por qué no me cuentas?

- Wendy me había hecho entender que Tae no se suicidó por mi culpa, más bien se sacrificó por mi para que tú fueras feliz - Él se tornó algo pálido - Su intensión era salvar mi vida para dedicarla a la tuya.

- ¿Y que más pasó? Te has puesto pálido.

- Yo pese a las palabras de Wendy creí que lo mejor era dejarte sola, estabas se luto y mi presencia tal vez te molestaría - Contó nervioso - Pero eso creo que eso provocó la ira de mi primo.

- ¿Por?

- Yo pasaba por tu casa ya que por ahí era el camino más corto para llegar a la empresa - Rio - Pero un día se me acabó el combustible cerca de ella.

- Pudo ser una casualidad.

- Eso pensé - Siguió - Pero en la tarde al volver a casa me ocurrió lo mismo, y lo extraño es que yo había recargado el auto unos minutos antes.

- Eso...

- Los tres siguientes días ocurrió lo mismo, tanto en las mañanas como en las tardes - Su cara se tornó un poco más pálida - Pensé que lo mejor era tomar otra ruta, pero antes de doblar a otra calle para evitar tu casa, el coche se detuvo de golpe. Llamé como siempre a mi chófer para que pase por mi, pero la señal fue muy mala, el chófer no me oía con claridad ni yo a él.

-...

- Él solía salvarme, me llevaba a la empresa y después se encargaba de llevarse mi coche para que lo revisen, por más nuevo que quedaba en cada revisión, siempre tenía ese problemilla de quedarse parado en tu casa.

- Supongo que tuvo que ser desesperante.

- Ese día mucho - Dijo con cara de pocos amigos - Pero más allá de eso, lo que más me extrañó, más bien asustó, fue el reflejo que me mostró mi espejo retrovisor.

- ¿Qué pasó con él?

- Él estaba ahí - Mis ojos se ampliaron enormemente - Taeyang me miraba a través de él en el asiento trasero, su expresión era de rabia, enojo, estaba seguro que quería golpearme.

- ¡Pero es imposible!

- Me asusté más cuando me giré para mirar detrás mío, pues no lo veía más que en el reflejo - Recordó con un escalofrío - Supe de alguna forma que quería que no tome esa ruta así que fui por la de siempre, él no desapareció hasta llegar a tu casa, pues el coche dejó de funcionar nuevamente justo delante de ella.

- Natsu...

- Él me hizo entender que no podía dejarte sola, que teníamos que estar juntos, solo que no fue tan amable conmigo como acaba de ser contigo.

Reí, ahora todo estaba claro, era la única que no quiso verlo.

- Lucy, yo nunca dejé de amarte - Sostuvo mi rostro para juntar nuestras frentes - Cada día me enamoraba más, solo quería estar contigo, ese era mi mayor anhelo.

- Yo también, nunca dejé de amarte - Susurre - Eres el amor de mi vida.

Él sonrió por unos segundos y luego me besó,  fue una beso tranquilo, suave, que luego se tornó más intenso, más necesitado. Rodee su cuello cuando sus manos bajaron a mi cintura para acercarme más a su pecho.

- Aún es muy pronto - Detuve todo cuando supe sus intensiones de dar el siguiente paso - Antes quiero ver un anillo aquí - Señalé mi dedo anular - Y antes de eso, tienes que ser un caballero y pedirme de buena forma que unamos nuestras vidas, de nuevo.

- Entiendo... - Rio - Lucy... ¿Quieres volver a casarte conmigo?

- Sí... - Sonreí emocionada - Quiero volver a ser tu esposa, Natsu.

- Te amo.

- Y yo a ti.

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Fin














¡Nos vemos en el Epílogo!

" En esa habitación contigo " || EL PERDEDOR || #Wattpad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora