Desperté por el llanto de mi hijo y por los empujones de mi hija mientras me exigía que viera que tiene el bebé. Salí de la cama y acerqué la cuna para ver que ocurría con Lucas. Él al verme se calló por unos segundos pero luego volvió a llorar con la misma intensidad.
- ¿Vienes a llevarte a mi hermanito? - Luna rápidamente se puso delante de la cuna para protegerlo cuando vio a Mariana ingresar - ¡Papá no lo permitas!
- No me lo llevaré - Le contestó su madrastra - Tranquila, Luna.
- ¿Entonces qué haces aquí?
- Tu papá me perdonó y vengo para darle de comer al bebé.
Yo saqué a Lucas de la cuna, lo meci en mis brazos intentando callarlo, pero él no paró su llanto. Mariana lo tomó en los suyos y con ella si logró calmarse un poco, incluso guardó silencio en cuanto le comenzó a dar de comer.
- Luna, sé que hoy no tienes clases, pero ve y ponte algo más deportivo.
- ¿Iremos al parque a hacer ejercicio?
- Si hija, siento mis músculos débiles.
- Si, ahora mismo voy a cambiarme.
Ella salió dejándome a solas con Mariana, me puse a su lado para observar como mi hijo comía de manera egoísta, pues al igual que Luna, él era celoso, celoso con su madre.
- Iré a darme una ducha, no hagas tonterías - Ella asintió.
Fui al baño, cerré la puerta y comencé a quitarme la ropa, necesitaba una ducha como siempre para despertar del todo. Dejé que el agua cubriera mi piel, que esta se refresque bajo la regadera. Comencé a pasar la esponja por mi pecho y abdomen mientras pensaba en cosas que aún me tenían con los pelos de punta.
- ¿Qué haces aquí? - Bajé los brazos cuando los suyos me rodearon por detrás - Me estoy bañando, no puedes invadir así mi privacidad.
- Soy tu esposa - Subió la cabeza y besó mi cuello - Y no tiene nada de malo que quiera estar contigo a solas.
Quité sus brazos de mi pecho y giré sobre mis pies para verla. Estaba desnuda, tenía el pelo mojado por el agua y las mejillas levemente ruborizadas.
- Estás loca.
- Loca y todo, pero me quieres.
- ¿Quién ha dicho que te quiero? - Levanté una ceja.
- Me lo demuestras con tus acciones - Se aproximó y lentamente unió nuestras bocas en un beso lento.
Sentí sus pechos en mi torso, sus pezones provocaron que una corriente recorriera mi espalda y pasó lo que menos necesitaba en estos momentos.
Una erección.
Bajé mis manos a su trasero y con un veloz movimiento la tuve rodeando mi cadera con sus piernas, ella gimió en cuanto me sintió. Yo devore su boca, besé la piel de sus mejillas y luego su largo y delicioso cuello.
La hice mía con necesidad, le tuve que tapar la boca para que sus gritos no se oyeran.
Pasó una hora y luego salimos bañados, o sea limpios. Ella se vistió con una polera de tirantes color lila y un short de mezclilla de tono azul, se puso unos tacones negros y también un gorro que hacía lucir de forma espléndida la coleta alta que se hizo.
- Papá, ¿Cómo me veo? - Luna traía puesto unas calzas blancas y un poleron del mismo color mientras su cabello era dividido en dos coletas.
- Hermosa.
Yo traía un short negro y un poleron, esa mañana desperté decidido a hacer ejercicio para despertar mi alma, detestaba los dolores en algunos de los extremos de mi cuerpo.
Le pedimos al chófer que nos lleve, en la cajuela llevamos la carriola que compró Wendy para Lucas y partimos.
Al llegar bajamos como los dos guardias que nos siguieron, ellos vigilarian a Mariana por si trataba de hacer algo estúpido, esa era una de mis condiciones.
• Estarás siendo supervisada por dos de mis hombres todo el tiempo.
- ¡Vamos a hacer calentamiento!
Luna era muy deportista, desde pequeña venía al parque para hacer ejercicios ya que estaba en plena etapa de crecimiento, eso ayudó a que fuera más flexible que sus amiguitas de la escuela.
Ella empezó haciendo flexiones de brazos y piernas, yo obedecía cada indicación que me daba, copiaba sus movimientos y respiraba como ella decía.
Sin embargo, eso no impidió que dejara de lado a su hermanito, aunque éste no parecía tener problemas con su madre, de hecho Mariana estaba muy centrada en él pese a no ser la típica madre que consentía y le hablaba bonito a sus hijos.
Era fría, no, era serena con el niño pero estaba al pendiente de él, aunque siempre volteaba a vernos a Luna o a mi para reírse, se burlaba de como yo obedecía a mi hija.
Yo reí, la entendía, era gracioso ver como mi hija algunas veces era quien cuidaba de mi.
- ¡Inhala! ¡Exhala! ¡Inhala! ¡Papá te estás quedando atrás! - Ella se volteó dejando de correr por unos segundos - ¡Rápido! ¡No dimos ni cinco vueltas al parque!
- ¡Ya voy!
Ella continuó haciendo saltos y otros movimiento en el mismo lugar mientras yo me reponia.
Me toqué el pecho encorvando mi cuerpo hacia adelante, me costaba tomar aire con normalidad, me sentía exhausto cuando normalmente no me cansaba con tan poco ejercicio que había hecho. Podía sentír mi corazón latir con fuerza, era como si de un momento a otro fuera a reventar.
El dolor con el cual amanecí aumentó y eso me provocó temblores en todo el cuerpo.
- ¡Papá! ¡Ya es hora de seguir! ¡Recuerda que son mínimo siete vueltas y solo hemos dado tres!
Quise responderle, pero mi vista estaba medio borrosa y empecé a respirar con necesidad por la boca, mi cabeza comenzó a dar vueltas, me sentía verdaderamente mal como para responder a los gritos de mi hija.
Y no quería decírselo para no preocuparla.
- ¡Papá!
- ¡Ya voy! - logré gritar.
Ella se giró para continuar, yo creí sentirme mejor para ir tras ella, pero no, en cuanto di el siguiente paso me desconecte totalmente.
Mi vista se apagó.
Lo último que logré ver y oír fue a Mariana y luego a Luna mientras corrían hacia mi.
Luego... nada.
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.
.Continuará***
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" En esa habitación contigo " || EL PERDEDOR || #Wattpad
FanficÚltima temporada de "En esa habitación contigo" Muchas cosas cambian en el desenlace final, nuevos personajes y conflictos, espero que lo disfruten. ⚠️Personajes de Hiro Mashina ⚠️ ⚠️La historia es completamente mía ⚠️ ⚠️Prohibido copias o adaptacio...