I'll Protect You |Male reader|

Capítulo 7: Cicatrices

Los dos jóvenes bajaron las escaleras en silencio, uno de ellos prosesaba la información que Jamás había pensado conocer y el otro pasando el efecto de la droga en su cuerpo, finalmente el azabache tomo la mano de el teñido y lo arrastro asta la única puerta en ese piso, puso un código y entraron a el gran departamento.

Hyun - Será mejor que duermas aquí, no creo que puedas regresar a casa, yo no regresaré en mi estado. - menciono antes de tirarce a el gran sofá de el living.

Yoon - ¿Ahí un lugar donde pueda darme una ducha?. - Pregunto con nerviosismo.

Hyun - El baño está a el final de el pasillo, si querés más comodidad utiliza el de mi habitación, revisaré la nevera y saldré a hacer las compras para el desayuno. - El azabache se levantó y se dirigió a la gran cosina.

El más bajito se dirigió a el final de el pasillo como el chico lo había indicado y entro a el baño, se desiso de su ropa y pudo observar su cuerpo estaba lleno de moretones y ematomas, algunos eran de un color verde y morado y otros eran de un color amarillo dando a entender que estaban por desaparecer de el cuerpo de el menor, también había marcas en sus brazos, lo que antes cubria una camisa de mangas largas y una chaqueta ahora estaba revelado.

Se metió debajo de el agua tibia que empezo a caer después de que abrio la llave, sus músculos antes tensos estaban más relajados, su esbelto y delgado cuerpo estaba disfrutando esa ducha, su mente le permitía pensar en todo lo que había pasado hace unas horas, el tacto de ese chico que tanto mencionaban las chicas de su clase, al sentir sus mejillas calentarse y su cuerpo reaccionar trato de alejar esos pensamientos de si mismo.

Tarde, una erección se encontraba en la parte baja de su cuerpo, se mordió el labio inferior mientras nerviosamente dirigía una de sus manos a su miembro, al tocar la punta un cosquilleo se hizo presente en su estómago, trago duro y finalmente empezó a mover su mano de arriba a abajo por toda su extención, en pequeño gemido salió de sus labios y quitó rápidamente la mano de su miembro.

¿Y si lo escuchaba?, ¿Que iba a pensar de el si se masturbaba en la ducha de su casa?, ¿Y si se enojaba?, Peor, ¿Si entraba a la ducha y lo encontraba así?. Esos pensamientos se fueron de la cabeza de el teñido al escuchar los pasos de el azabache acercarse.

Hyun — Iré a comprar algunas cosas a el supermercado, vuelvo en media hora o menos. — se escuchó la voz de el mayor detrás de la puerta.

Yoon — Bien. — escucho los pasos de el azabache alejarse y se relajo.

Pronto escucho la puerta Prinsipal y miro hacia abajo encontrándose aún con su erección, comenzó a mover su mano de arriba a abajo rápidamente mientras mordía sus labios para ahogar sus gemidos, a su mente vinieron imágenes nada santas de el azabache mientras su mano empezaba a moverse más lento haciendo algo de preción en su miembro.

La imagen mental de las piernas fuertes y torneadas de el azabache, sus brazos, sus hombros anchos, su cintura y caderas más su grande tracero y marcado abdomen, la imagen de sus labios hinchados y rojisos después de besar su cuello, hicieron que el teñido liberará sus fluidos mientras soltaba un jadeo y un leve gemido áspero.

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El azabache entro a la cosina dejando solo a el teñido, después de unos minutos pudo escuchar el agua de la ducha caer, se dirigió a la habitación y busco entre toda la ropa que había ahí lo más pequeño que pudiera encontrar, esto termino siendo un pantalón de chandal y una polera beige, su cabeza estaba empezando a doler y el efecto de las drogas en su organismo había pasado.

Dió un suspiro y se hacerco a el final de el pasillo

Hyun — Iré a comprar algunas cosas a el supermercado, vuelvo en media hora o menos. — hablo el Azabache cerca de la puerta.

Yoon — Bien. — el azabache suspiro y se alejo se la puerta.

Salió de el departamento y se dispuso a ir a el supermercado más cercano para comprar víveres y hacer un desayuno decente, lo único que había en esa nevera era alcohol, algunas leches de banana más botellas de agua, al llegar a el supermercado empezó por el pasillo de verduras, después tendría que comprar algo de carne y tal vez algunos medicamentos para los moretones de el chico y su dolor de cabeza por el alcohol ingerido la noche anterior.

Dió un suspiro y después de haber escogido todo lo necesario se dispuso a ir a el pasillo de la carnes, empezó a escoger lo que según su memoria nesesitaba y no paro de recorrer todo el supermercado asta encontrar todo lo necesario para el desayuno, como lo había dicho, había pasado casi media hora desde que había salido de el gran departamento.

Después de pagar lo que estaba en su carrito salió de el supermercado y empezó a caminar en dirección a el departamento, ese departamento era totalmente de su propiedad, nadie sabía nada sobre eso, el azabache lo había comprado después de haber encontrado la maravillosa vista que también se podía apresiar desde el gran living de el departamento gracias a un gran ventanal en este.

Finalmente al llegar a el departamento abrió la puerta después de poner el código y entro cerrando la puerta detrás de el, escuchó un quejido y un golpe fuerte desde el baño y se presipito a la puerta de este, la abrió sin ningún problema para encontrar a el menor tendido en el suelo con la nariz sangrando y una toalla en su cadera que le permitía ver los tantos moretones en su cuerpo.

Ayudo a levantarse a el menor y lo llevo asta uno de los tres taburetes altos de la cosina, después de buscar el botiquín de emergencias, ayudo a el menor a detener su sangrado y dió un gran suspiro cuando por accidente tocó uno de los moretones de el más bajo causando una mueca de dolor en este.

Hyun — Traje algo para tus moretones, ¿Quieres que ayude a aplicarlo?, Va a ser difícil aplicarlo tu mismo. — los colores subieron a el rostro de el más bajo y nego efusivamente.

Hyun — Vamos, te ayudaré aunque te niegues. — el teñido asintio siendo arrastrado por el azabache.

Finalmente este consiguió lo que quería, ayudar a el chico que tanto le había llamado la atención, tanto por su aspecto como por su historia, no se imaginaba las atrocidades que le abran obligado a hacer en el pasado y siendo tan pequeño.

Ayudo a aplicar la crema en los moretones de la espalda de el menor, este podía sentir las llemas de las manos suaves de el mayor rosar con su piel mandando un escalofrío desde su columna asta su pecho.

Finalmente cuando terminó dejo a el menor ponerse la camisa dos tallas más grandes que el y colocarse la ropa interior, pero, justo cuando el menor se iba a colocar el pantalón de chandal este fue arrebatado por el mayor que miraba atentamente sus piernas, se había olvidado de el pequeño detalle.

El mayor puso una de sus manos en cada pierna de el menor y acaricio las notables cicatrices en su pálida piel, después de eso miró los ojos cristalizados de el menor...

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