Dieciséis

926 122 16
                                    

— Me tengo que ir. — dijo Fred tratando de apartar a Deuz, quien le besaba con pasión el cuello.

— Pero bebé, quiero estar contigo hoy.

— No puedo faltar, necesito la paga.

Deuz sacó sus manos de debajo de la camisa de su novio, suspiró molesto y desvío la mirada; — Está bien, entonces nos vemos mañana.

— Sí, adiós.

— Adiós bebé.

Y se fue.

Sordera (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora