25. Tonto Cerebro. ♡

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POV/PDV.-Iris

—Olvidas, el libro—me lo entrega y me dedica una cálida sonrisa—Nos volveremos a ver, te lo aseguro—lo veo directamente a los ojos, y me giro para abrir la puerta.

Pero cuando la abro el Director se encuentra parado de brazos en frente de nosotros.

—Papá—pronuncia Ethan detrás de mí. El Director frunce el ceño.

—¡¿Qué se supone que está pasando aquí?!

—Yo solo quería ayudar a Iris, ella se torció el tobillo y como ves la traje a mi habitación para curarla, ya que técnicamente fue mi culpa que se cayera.

—¿Y cómo carajos explicas que tú estés en ese aspecto, y qué Henderson tenga el cabello mojado como si saliera de una explícita ducha?—en está ocasión yo iba a responder pero él me interrumpió—No me digan nada. Los quiero en 15 minutos en mi oficina, sin retrasos—dándole una última mirada a Ethan amenazadora se va con un aire de decepción. ¿Tan malo era encontrar a su hijo en el acto?, bueno ni siquiera en el acto. Solo nos duchamos y por separados.

—Joder—escucho a Ethan quejarse, mientras repite la misma palabra 5 veces.

—Sí, joder es una excelente palabra para expresar tu rabia, pero puedes parar ya—amenace cerrando la puerta para entrar y sentarme en su sillón.

—¡Es que tú no entiendes!, ¡Esto me afecta y mucho!—me alza la voz. Lo observo curiosamente.

—¿En qué te afecta?—pregunte retándolo—¿Acaso no "es uno de los beneficios de ser hijo del Director"?—acentué imitando su voz. Él me mira seriamente.

—Es que Har...—se detiene a la mitad de la palabra—No tiene caso, no te interesa—me quede en silencio solo mirando como caminaba de un lado a otro, buscando su camiseta, peinaba su cabello y se echaba el perfume tan carisimo sin dudarlo. Sabía que era lo que estaba a punto de decir, la palabra era "Harvard". Él estaba a punto de decirme que se iría a Harvard y que esto le afectaría seriamente en sus notas, pero me pregunto, en que le afectaría se supone que es el hijo del Director, y que por lo menos le ayudará a quitar las cosas malas de las notas. Además ya está dentro de la Universidad, le ha llegado la carta de admisión, eso es bueno. 

Luego de unos minutos el me mira.

—¿Iris?, ¿Podemos irnos?, ya se cumplirán los 15 minutos. Mi padre es algo estricto—ruedo los ojos y me levanto. Camino coja por mi tobillo que aun dolía, hasta la puerta y salgo yo primero luego él y ahora los dos nos dirigimos a la dirección, vaya un gran avance.

Mientras caminábamos Ethan me contaba como fue que decidió odiarme y no pedirme disculpas por lo de la dirección el primer día. Que podía haberlo hecho pero al parecer, hay personas a las que les parece más sencillo discutir y estar en guerra que pedir unas simples disculpas.

—¡Ethan!—Mitchell se acerca a nosotros con su grupo de amigas siempre pegadas a ella. Nos detenemos y ella le da un bofetón en su mejilla. Él se la soba lentamente mientras la ve con cara de confusión—Eres un imbécil. ¡Cómo te atreves a engañarme! ¡Y con está!—me ve de arriba a abajo, luego se acerca mucho a mí y me dice—, ya sabía a que te referías en la cafetería. Te follas a mi novio en mis narices y te atreves a mandarme indirectas. ¡Joder!, pero que sabías son las nuevas. Que ya han llegado y se han robado a todos los novios, no pueden controlar las hormonas o que les pasa—reí.

—Oh, cariño, en vez de preocuparte por mis hormonas y por las de mi amiga, preocúpate del porque tu novio se acostó con la nueva y te dejo muy bien cornuda—le dedique una pequeña sonrisa. Escucho a Ethan reír—Tal vez ya no seas la más hermosa y la que más llame la atención, así que déjame darte un consejo. Prepárate porque tienes competencia.

—Sí, eso ya lo veremos—pronuncia y luego se marcha moviendo las caderas como si hubiera ganado la discusión. Estamos claros que la he ganado yo. Sí. Iris-2, Mitchell-0

—Touché—añade Ethan.

—Cállate. Vamos de una buena vez a que nos pongan el castigo y quisiera descansar en paz.

Sin decir nada más acerca de lo que acaba de pasar, entramos a la secretaría. Por fin he conocido a la Secretaría de nuestro querido Director. Es una señora de 60, calculando, qué aun usa faldas cortas y un gran moño desordenado en su grasoso cabello rojizo, y un mal aspecto en cara, junto a sus lentes pequeños y un pintalabios rojo muy oscuro que está repasado varias veces hasta salirse del contorno de los labios.
Ahora mismo nos encontrábamos sentados en frente de su escritorio, esperando a que el Director de la orden de poder pasar.

Ella nos miraba de reojo, y luego vuelve a bajar su mirada para escribir rápidamente en su teclado. Continuamente el teléfono de su mesa de madera suena, avisando que ya podíamos entrar.

Me senté en la silla y Ethan en la otra. El Director solo nos lanza miradas acusadoras, como si hubiéramos robado un banco. Bueno no sería mala idea, pero dejemoslo para el futuro. Quizás sea un excelente opción para algunas de las cosas que haremos Angie y yo, aunque siendo sincera, como pienso ser Detective, no estoy muy segura de hacerlo está vez. Y ahora que lo pienso, mi mal comportamiento haciendo bromas estaría mal para mi futuro. Mmmm, creo que no.

—...¿Henderson?—pregunto el Director. Al parecer ha dicho algo y yo no he estado pendiente porque estaba poniendo en la lista de futuros robos que causare en mi futuro. (Lo sé no tiene mucho sentido, pero será arreglado) la idea de robar un banco. Sin saber que decir asiento con la cabeza—¿Si?—vuelve a preguntar.

—Sí, sí claro, seguro—le dedico una sonrisa nerviosa, mientras veo a Ethan suspirar y taparse el rostro frustradamente.

—De acuerdo. Entonces será como Iris ha decidido, pueden irse—Ya va, ¿Qué carajos he decidido?, ahora estoy muy confundida.

—Pero papá...—Ethan intenta hablar pero él le interrumpe.

—Pueden irse.

Salimos de la oficina y oigo como Ethan se queja en silencio, le iba a interrogar que fue lo que paso ahí dentro pero el Director nos sigue detrás de nosotros.

—Marta, saldré, por favor agenda todas las citas que tenga. Nos vemos más tarde. Hasta luego Señorita Henderson, Adiós Ethan—y se marcha. Veo como Marta, la secretaria se acomoda sus lentes, la falda y el cabello para impresionar a el Director, ¿Será que su ex pareja era el gato de 30 años que le regalo su padre?, porque está mujer no sabe nada de coqueteos. Esperen, ¿Cuántos años cumplen los gatos aproximadamente?

—Joder Iris, ¡¿Qué coño te pasa por la cabeza?!—bueno no debe de ser algo muy inteligente, por lo que acabo de pensar. Sí estúpida pregunta de los años de los gatos, luego te buscaré por google.

—¿Qué? ¿Ahora cuál es el problema?—pronuncié molesta.

—¿Cómo le vas a decir a mi papá que nos de tres semanas de castigo y limpiar la cafetería juntos?—está bien, creo que en este momento solo tengo una neurona en mi tonto cerebro.

¡Joder! ¡Nos Enamoramos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora