3. Escapa por tu vida. ♡

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POV/PDV. - Iris

Ha pasado una semana desde que nos dieron la noticia de irnos a un instituto, y joder, he pasado varias noches calculando los pros y los contras y créanme, hay más contras que pros.

Y he tomado una decisión, ¡No iré!

Sí, lo sé, parezco una niña caprichosa, pero es un lugar en donde nos quieren obligar a ser unas "Damas, prestigiadas y respetadas", no me critiquen pero yo no pienso actuar o ser lo que sea que me quieran convertir.

Traté de convencer a mis padres, que lo que hacían era una locura pero están completamente seguros de lo que decidieron. Ellos dicen que es por mi bien, y quieren lo mejor para mí. Pero, ¿saben?, todos estos años me he dado cuenta que nunca se preocuparon por mí, entonces, ¿Por qué ahora sí?, siempre estaban de viaje, de un lado a otro, y por ser hija única solo me daban espacio, cuando eso no era lo que necesitaba, necesitaba que ellos estuvieran conmigo pero nunca pasó, de todas maneras Angie siempre estuvo para mí, al igual que su hermano, aunque era un jodido con Angelly, igual eran los únicos con los que me sentía bien, incluso creo que llegó un momento en el que me enamoré de Tayler, y les juro que sabía que no me correspondería, ya que solo me veía como la mejor amiga de su hermana, y bueno, al principio me dolió, pero luego ya me pasó.

Olvidando eso, iré al punto.

Aun así, no me he rendido, no pienso ir y tengo un buen plan para poder salvarme de esto.

Escaparme.

Dirán que estoy completamente loca pero no pienso quedarme a esperar que hoy a las 8:00 de la mañana, -que es la hora en la nos vamos al instituto-, nos den un reglamento de como comportarnos.

Y sí, son las 4:30 de la madrugada, planeé todo este escape sólo para no ir, y creo que lo hice más que bien.

Terminé de acomodar mis tenis negros y tomando mi bolso abrí mi ventana.

Era un día lluvioso y todo estaba oscuro, me puse la capucha negra de mi suéter y salí por aquella ventana.

Estaba en el techo de mi casa, miré la altura en la que estaba el piso y sin hacer mucho ruido intenté bajar, pero caí de culo en el duro piso de cerámica.

—¡Joder!—gruñí en silencio.

Me levante lentamente sobándome, caminé hasta llegar al otro lado de la calle. Observé por ultima vez mi dulce hogar, la casa que me acompañó hasta en mis peores momentos, esa casa que... Espera, ¿Qué se supone que hago?, no te pongas sentimental Iris, borra todos tus pensamientos. Agité mi cabeza dos veces y sin ver a mi casa giré en dirección a la casa de Angie, lo sé es una mala idea, pero no pienso dejarla en ese infierno, y hablo en serio parece una cárcel sin salida, así que nos iremos juntas de está locura.

Llegué lo más rápido que pude hasta su casa, la miré y divisé la ventana de su cuarto, traté de escalar sin que me volviera a caer y que esta vez no me vaya a quedar dolor en el culo, ni una pierna o un brazo roto.

Cuando por fin estuve dentro, miré a Angie en su cama, caminé hasta ella y la moví mil veces, definitivamente que Angie tenía el sueño pesado, y no sólo pasaba está vez, han sido varias veces que me ha hecho hasta lo imposible para despertarla.

—Angie, Angie despierta—susurré una y otra vez hasta que por fin abrió sus ojos, rascándose uno de ellos me observó levantándose.

—¿Iris? ¿Qué haces aquí?—dijo en susurro—. No me digas qué... ¿Hay un tsunami?—negué extrañada.

—¿Es en serio Angie? ¿un tsunami?—dije irónica.

—¿Qué? No me culpes, no es mi culpa que sueñe con tsunamis—dijo renegando— Además, no soy yo la que se metió en una casa a las 5:00 de la madrugada vestida como si fuera a robar un banco—dijo fijándose en su despertador viendo que hora era.

—Vamos Angie, no es el momento para hacer bromas, necesito que levantes tu trasero, te cambies, arregles tus cosas y nos vayamos—la tomé de un brazo y la saqué de la cama.

—Espera, no entiendo nada, ¿A dónde vamos? ¿Y a esta hora?—dijo sentándose— ¿Tú eres loca o qué? ¿A dónde coño vamos a ir?—agregó un poco molesta— Tengo mucho sueño como para mover "Mi trasero" e ir a cualquier parte— suspiró y volvió a rascar su ojo izquierdo— Además en unas horas tenemos que salir al instituto.

—No Angie, no entiendes que nos van a meter en un lugar de "Princesitas Primorosas"—imité con una voz un poco más aguda—No quiero ir, y voy a escaparme, te vine a buscar para irnos juntas...—Angie me interrumpe poniéndose de pie.

—Y dime, ¿Qué vas a ganar con eso?—la miré—, por Dios Iris, ¿te has vuelto loca?

—No lo estoy, sólo intento ayudarnos.

—¿De qué manera?, ¿Alejándonos de nuestra familia?—la observé sin decir nada— Lo siento mucho Iris, pero esta vez, conmigo, no cuentes.

—De todas maneras ya nos van a alejar ¿no?

—No, Iris tú no comprendes, nuestros padres lo hacen por nuestro bien—rodeé los ojos.

—Otra más con que "Lo hacen por nuestro bien"—dije molesta— Angie, suenas a mis padres.

—No me importa tengo razón, tus padres tienen razón.

—¿Y entonces qué?—alce un poco más mi voz— ¿Iremos, y estaremos encerradas cumpliendo ordenes en esa prisión?

—Tal vez sea lo mejor.

—Angie, por favor, reacciona.

—No Iris, reacciona tú, no puedo creer que estés haciendo esto, basta, basta de jugar, piensa en ti, piensa en tu familia, en tus amigos, piensa en mí—di una vuelta desesperada sin saber que hacer— Esta no eres tú Iris, date cuenta de tus errores—la miré por ultima vez— Como te lo dije no iré contigo, y espero que respetes mi decisión.

—Está bien, no vengas conmigo, sólo luego no te arrepientas—giré.

—Espero que tú si te arrepientas de lo que haces Iris—sin escucharla salí por la ventana.

Caminé por la cera viendo las gotas que golpeaban el suelo, no lo sé, ahora me siento confundida. Creí que Angie vendría conmigo pero no lo hizo. Limpié las lágrimas de mis mejillas y cerré los ojos por un momento.

¿Qué hacía?

Esta no era yo...

¡Joder! ¡Nos Enamoramos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora