45. Mentiras. ♡

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POV/PDV.-Iris

—Eso no funcionara—susurre mientras comía de mi helado de chocolate y observaba a Ethan que trataba por enésima vez abrir la puerta del comedor con la escoba de limpieza.

—Por lo menos intento salir—me responde susurrando de vuelta.

—Pues creo que yo si acepto la realidad, y estoy consciente de que no saldremos de aquí de esa forma u otra, sino a esperar que alguien venga y nos abra.

—¿Sabes?—se detuvo y se giro para lograr verme a los ojos—. Está anocheciendo, y te recuerdo que es tu culpa, por ir a la cocina y distraernos de las puertas—ruedo los ojos, él avanza hasta mí.

—Pues lo siento, pero no te obligue a seguirme para que me quitaras mi helado—me acomodo en mi asiento un poco incomoda mientras él se acerca mucho a mí. Joder, no de nuevo. Baje la mirada hasta el helado que estaba lentamente derritiéndose.

Toma mi mandíbula y la levanta queriendo que lo vea directamente a los ojos, él solo me ve con curiosidad.

—¿Qué se te perdió ahora, Señor Darcy?—él sonríe tiernamente. 

—Solo quiero probar el helado, Eliza—ahora él baja su mirada y con su dedo toma un poco de helado. Ruedo los ojos.

—¿En serio acabas de meter un dedo en el helado?—farfullo.

—Pues eso creo...—río lo que hace captar toda su atención en mí.

—Toma imbécil, para eso existen las cucharas—ladeo la cabeza y ruedo los ojos, él la toma aun cerca de mí, y solo se mantiene parado con una sonrisa torcida. Sin decir nada toma una cucharada de helado y la lleva a su boca.

—¿Es tu favorito?—pregunta y yo arqueo la cejas sin entender—, ¿Si el chocolate es tu favorito?

—Ah, bueno, digamos que sí, pero hay otros sabores que me llaman mucho más la atención.

—¿Cómo cuales?

—Oreo, cerezas, y chocolate—sonrío orgullosa de los sabores que he nombrado. Toma otra cucharada y vuelve a comerla.

Se acerca nuevamente mucho a mí y pone su frente sobre la mía, no me alejo. Él solo respira profundamente contra mis labios, su mirada está en ellos. Sus manos se deslizaron por mi cuello. Apretándome lentamente mi garganta con sus dedos y me ladeo la cabeza hacia atrás. presentí la presión fuerte de sus labios contra los míos, con una mayor fuerza que obstruyo dejar salir mis quejidos. Su boca sabe a chocolate es un efecto que me provoco sensaciones, él sabía que nuestro sabor se unirían en uno y en ese momento sus manos se desplazaron lentamente hasta mis hombros, ligeramente toco mis brazos y se detuvieron en mi cintura. Sentí pequeños escalofríos de pánico y placer. Quiso intentar estrecharme más contra su cuerpo, y es entonces que le muerdo el labio por un momento de dejarme llevar. 

Si dejarme llevar, y ahora es cuando caigo en cuentas. Me separo lentamente y él me ve jadeando como si hubiera corrido un maratón.

Joder, fue un beso que duró 1 minuto, y lo sentí como una eternidad.

Él aun estaba muy cerca de mí y solo susurra—Dime, ¿Te gusto este sabor?

—No supe diferenciar el sabor, ¿Podría probar de nuevo?—sonrío tiernamente como una niña pequeña. Él se ríe nerviosamente, luego peina su cabello con sus manos hacía atrás.

—Es un honor volver a darte de probar, Señorita Elizabeth—continúa, y entonces me vuelve a besar.

Está vez fue muy suave, como los aleteos de una mariposa. Pero sin embargo, me sentí como si del universo se tratase, infinito, dentro de mí. Mi corazón floreció como pétalos de rosas como si fuera la primera vez que embellecieron y me sentí, inocente, despistada y olvidada, cómo se desplegaba el amor, poderoso y desagradable, horrible... Pero incluso arriesgado.

¡Joder! ¡Nos Enamoramos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora