¡Joder! ¡Nos Enamoramos!

46. Caos. ☆

☆POV/PDV.- Angie☆

Sus tacones sonaban por todo el pasillo, las miradas se posaron en ella, era el centro de atención en este preciso momento. Algunas miradas se dirigieron hasta mí, yo caminaba junto a ella y me sentía como un pequeño saltamontes, es decir tan pequeña delante de ella.

—... entonces si es verdad—agrega. Asiento con la cabeza agacha.

Me toma de la mano y nos adentramos a su habitación. No hay nadie en ella, ni si quiera sus amigas.

Kris me mira atentamente con sus grandes ojos azules.

—¿Estás con él?—acentúo. Negué.

—Es que Kris, simplemente paso, no es como que si lo hubiese planeado, créeme que al principio no... Bueno si, sí me fije en él cuando lo vi, pero termino siendo un idiota y no me gustaba hasta que paso todo. Siento que me estoy enamorando.

—Cariño, tienes que saber que en el amor, las personas que se enamoran es de verdad, lamentablemente conozco muy bien a Leonardo, y tienes razón es un idiota, o incluso puede ser un juego—iba a decir algo y abrí un poco la boca en forma de asombro, tiene razón, puede que sea un simple juego y él no sienta nada por mí, pero no quiero pensar en eso, ahora solo quiero ser sincera con mis sentimientos—, ah pero no, no creo que esté jugando—se contradice—es decir que puede que también esté enamorado de ti, pero él no controla sus sentimientos.

Sonreí—Kris, está bien, no te preocupes—me ve atentamente y me da un abrazo.

—Te voy a ayudar. Quiero ayudarte.

—No, de verdad no hace falta, sé que eres amiga de Melody—ella suspira.

—Escucha preciosa, Melody es mi amiga, lo es, pero cuando los vi a ti y a Leonardo en ese árbol, es una química que nunca paso entre ellos dos. Está vez merecen ser felices—le dedico una sonrisa.

Es cierto. Kris nos vio en aquel árbol donde bese a Leonardo y descubrí que no era un juego, por lo menos de parte mía. Me sentí bien a su lado, feliz. Kris le grito feamente a Leonardo, y luego se disculpo porque sabía que se salió de sus casillas, pero ella poco tiempo después de hacer un hoyo donde daba vueltas tratando de pensar, se decidió en llevarme con ella para charlar acerca de lo que ha visto, y bueno, aquí estamos. En su habitación hablando acerca del chico que me gusta. Kris parece una hermana mayor, realmente le agradezco todo lo que ha hecho por nosotras.

—Tal vez me altere un poco, pero sin embargo creo, creo que valió la pena—sonrío curiosa—En la pijamada, que es mañana, puedo ayudarte para que ustedes puedan verse pero solo dos horas Angie, sabes que está completamente...—la interrumpo.

—Si ya lo sé, completamente prohibido ir a las áreas de los chicos. De igual forma te lo agradezco—asiente orgullosa. Luego de un momento de platica salimos y nos dirigimos a la cafetería.  

Matthew, su apuesto novio, cualquiera estaría muy celosa, en realidad me gustaría saber su historia, de como se hicieron novios. Pienso que se ven tan hermosos juntos. Junto a él se encuentra Ámber, ella tiene una sonrisa y está muy feliz al lado de Matt, incluso creo que se llevan muy bien.

Ella lo abraza alegremente y sin pensarlo dos veces giro a ver la cara de Kris, ella está tensa, y tiene el ceño fruncido.

—Otra vez no—susurra por debajo y se acerca mucho más rápido hasta ellos—Ámber—pronunció un poco estresada. Esperen, esperen, ¿Esto ha pasado antes?

—Hey, Kris, ¿Qué tal todo?—ella le sonríe un poco orgullosa de que su acción tomo frutos.

—¿Qué tal todo?, já, estaría muy bien si no siguieras intentando hacerme molestar con tus estupideces de niña de oro, ¿Crees que me pondría celosa?, no querida, en eso te equivocas—ella ríe, y Matt rueda los ojos frustradamente.

—Kris, amiga, no era mi intención ponerte celosa, en cambio si lo has tomado de esa manera, es algo que en mi opinión no tiene nombre—Kris vuelve a fruncir el ceño, esta chica si sabe como hacerla molestar. E incluso varios de los que pasaban a nuestro alrededor se quedaban observando el problema de la reina de una fraternidad y una miembro de está misma.

—Okey, ya basta de esto, estoy cansado de que sigas con esto Ámber. Déjame en paz, es hora de que entiendas que, eres una chica muy hermosa, pero no quiero estar contigo, estoy muy bien con Kris y me siento a gusto con mi relación—Matt defiende a su novia poniéndose de su lado.

—¿De verdad?, ¿Acaso no notas la diferencia?, soy mejor que ella en muchas cosas—Ámber sonríe mientras muestra cierta inseguridad en su mirada. 

Kris se ponía más furiosa y es entonces que explota y saca lo peor de sí.

—Cállate, Matthew jamás estaría con una lesbiana—en ese momento todos se quedan en shock, hasta Ámber, que sin decir nada aclaro que ella no pensaba que Kris en un momento de rabia revelaría su más grande secreto.

—¡¿Lesbiana?!—Matt pregunto sin entender nada.

—¿Qué... qué estas diciendo?—titubeo.

—Escucha Ámber, no sé que te he hecho yo, pero quiero decirte una sola cosa y que te quede muy claro, a mi no me interesa que tu novia, quien quiera que sea este enamorada de mí, ese no es mi asunto, el hecho es que quiero que pares con está guerra que tú misma has creado. Lo que harás es que esa chica se aleje. Y para que lo tengas grabado en la memoria y tatuado en la frente, yo no soy muñeca de juego, y si quieres jugar, será un juego en el que saldrás perdiendo. Ahora, Ámber, eres mi amiga, pero me has decepcionado, tanto que me has obligado a decir tu secreto—dio una pausa. Ámber llora en silencio a la vista de muchas personas, incluida Skye que no se me hace raro, cuando Kris nombro a la chica que estaba enamorada de ella se me vino a la mente a esta chica—Has caído tan bajo.

Se gira y se va con la mirada en alto, aunque por dentro este destruida. Matt me dirige una mirada y luego la sigue. Ámber en cambio corre en dirección contraría y Skye va detrás de ella.

Y aquí termine.

De descubrir que me está gustando pasar tiempo con Leonardo. 

A estar en el centro de un caos de la fraternidad más popular del Instituto.

Es normal que en este momento se me acelere el corazón.

Creo que tanta adrenalina en un solo día es muy complicado.

Y ahora que lo pienso ¿No me estoy olvidando de algo?

Joder. 

Iris y Ethan. 
Creo que ellos me odiaran...