40. Reencuentros Desagradables. ☆

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POV/PDV.- Angie

Seamos honestos, esto de ir a la cena familiar en mi casa, es un poco complicado, pensándolo muy bien, tal vez no sea buena idea, pero de igual forma prometimos ir.

Me alegro haber ido al concierto, fue una bonita experiencia, y después de tanto tiempo me siento tan feliz de haberlos conocido. Iris obligo a Austin de que me llevara a conocerlos a todos, este fue el mejor día de mi vida. Bueno 50/50.

En fin concluyendo esto, les aviso que estamos en frente de la casa de mis padres, ellos nos reciben con una gran sonrisa de oreja a oreja y no es nada nuevo.

De igual forma estamos un poco nerviosas, sí, nerviosas porque solo somos tres. Thess, Iris y yo.

Solo la invitamos a ella porque no queríamos pasar vergüenza delante de Liam y Luke, y a parte de que tenían algo muy importante que hacer, según ellos, Así mismo Iris y yo estamos agradecidas porque, joder, no era tan fácil decirles que no estaban invitados. 

Perfecto. Paso 1: Entramos.

Joder pero que rico huele, había olvidado lo sabroso que cocinaba mamá... Bueno, prosigamos.

En el momento en que nosotras nos sentemos en la gran mesa del comedor seremos interrogadas por las preguntas más penosas de nuestros padres. No y cuando nos hacen recordar nuestros momentos más tontos... Ahs que vergüenza.

—Siéntense—pronuncia papá.

—¿Y mis padres?—pregunta Iris.

—Lo sentimos cariño, no han podido venir, pero a puesto a que tu padre está en tu casa concluyendo un caso—rueda los ojos un poco triste, le dedico una sonrisa para que se anime, y ella me ve, me sonríe tristemente.

—Iré a verlo después de la cena—termina ella.

—¿Desde cuando estás en el Instituto?, ¿Thess verdad?—se dirige a ella.

—Sí, ahm, realmente como 3 años, si no me equivoco—contesta.

—Oh, es mucho tiempo, y Angie e Iris haciendo bromas y de fiesta en fiesta—dice quejándose mi madre, ruedo los ojos.

—Mamá—anuncio.

—Entonces eres amiga de mi querida hermanita—emite Tayler con un tono de coqueto a Thess, ella se ríe nerviosa.

—Cállate imbécil, ella ya tiene dueño—lo pongo en aviso, él se recuesta de la silla y rueda los ojos. Sonríe.

—Muy bien, buen provecho—dice mi mamá sirviéndonos en el plato a cada uno.

Cuando terminamos de cenar, nos sentamos todos en la sala de estar, esto era super incomodo, aunque la cena no estuvo tan mal, era momento de las preguntas.

Ojala y el destino nos salve, no merecemos esto.

—Iré a mi casa, quiero hablar con mi papá—se levanta Iris. Gracias a Dios, ella es nuestra salvación, no podemos desaprovecharla.

—Te acompañamos—la sigo yo, y después Thess se levanta.

—No hace falta, ustedes pueden quedarse—mi mamá nos contradice.

—Dentro de una hora venimos—concluyo.

Mi madre asiente sin decir nada más, hasta que por fin estamos respirando aire puro, es de noche y hace un poco de frío. Conste que todas hemos venido con los vestidos que usamos para el concierto. 

En ese momento me percato que Iris avanza a un paso muy apresurado, sus tacones resuenan en el cemento del suelo y parece como si estuviera ardiendo en llamas por la furia. 

—¿Iris? ¿Estás bien?—pregunta con su voz angelical Thess, ella niega.

—No lo estoy, pero hablar con mi papá me tranquilizara—se acomoda su cabello rubio a un costado.

—¿Quieres que entremos contigo?—está vez cuestiono yo. Ella se detiene, se gira y camina cuatro pasos hasta nosotras, que era la distancia que había tomado.

—Estaré bien, gracias por acompañarme, pero preferiría que se quedaran en la sala—cuando termina da media vuelta nuevamente y logra entrar a su casa, nosotras nos vemos a la cara y decidimos seguirla.

Pero cuando estamos los suficientemente cerca, una discusión se forma al otro lado de la calle. Las dos volteamos a ver que es lo que sucede. Já, recuerdo perfectamente esa casa, es la vivienda del Señor Rowrester. En la acera de su entrada se encuentra 5 chicos, cuatro están discutiendo y el último esta apoyado a la pared con los brazos cruzados observando la escena que estos chicos nos están dando.
Ellos discuten entre sí y aun no se percatan que nosotras los estamos viendo, de hecho aun deben pensar que siguen solos, puesto que la calle se encuentra solitaria, solo nosotros.

—...no pueden estar aquí si no están invitados, así que lárguense—le dice uno a los otros dos, no diferencio quien es quien.
Lo molestoso de no ver muy bien sus rostros, el único que se logra ver es el que esta en la pared solo observando porque esta de frente hacía nosotras, pero de resto, mala visualización. 

—¿Thess?—arqueo mis cejas confundida, he escuchado mal o el chico que está recostado a la pared se ha separado y ha nombrado a Thess, y se está acercando a nosotras lentamente, si no he escuchado mal. Es entonces que los cuatro chicos paran de discutir y por fin logro ver quienes son. Liam, Luke, Ethan y Leonardo, genial quería haberme equivocado pero no paso. Sin embargo el chico que se acerca a Thess con una máxima lentitud no logro reconocerlo.

Veo a mi amiga y ella está completamente tensa, solo observándolo.

—Que bueno verte, te ves hermosa—le sonríe y es cuando se percata de mí, me mira de pies a cabezas sorprendido, luego me dedica una sonrisa de medio lado—Hola, soy Ryan—se presenta, y yo quedo helada, ¿Con qué este es el supuesto Ryan?, bueno no está tan feo, está pasable... De hecho muy pasable.

—¿Angie?—Leonardo sale a la luz y me interrumpe cuando quiero responderle a Ryan

—¿Thess?—está vez se acerca Liam.

—Bien, creo que basta de preguntar los nombres—interferí sonriendo.

—¿Qué hacen aquí?—continúo Thess tratando de no sonar dolida.

—Ahm...—titubeo Liam y no encontró como responderle a su chica.

—Esta es mi casa—Ryan señalo la casa de enfrente, la del Señor Rowrester... Esperen, ¿La casa del Señor Rowrester?

—Ya va, un segundo—levante la mano en forma de alto—He vivido en está urbanización por años y esa casa que yo sepa, es del Señor Rowrester—interrogo.

—De hecho lo era—él responde sin parar de mirarme a los ojos—Sin embargo, falleció y pues ahora es mi casa. Era mi abuelo—¡¿FALLECIÓ?!, ¡¿SU ABUELO?!, ¡Joder, pero que es está vaina!

—¿Tú abuelo?, ¿Falleció?—entrecerré los ojos sin poder pronunciar más nada.

—Así es, murió de un infarto la semana pasada—contesto él, es entonces que decido mirar la cara de los demás, que solo ven al suelo, o sin saber donde poner sus vistas. Lo bueno de esto, es saber que no falleció por culpa nuestra, creo que en varias ocasiones ha estado a punto. Angie, deja de ser tan mala, por Dios.

—¿Y ustedes que hacen aquí?—está vez pregunta Leonardo, ladeo la cabeza en modo de pensar si lo digo o no, pero bueno que queda.

—Esta es la casa de Iris—señalo yo la casa que tenemos justo en frente.

—¿Iris?—pronuncian al mismo tiempo, Ethan y Luke. ¿Que mergas wey?, está gente es loca.
Los dos se dirigen una mirada de querer asesinarse y en eso los tacones de mi mejor amiga vuelven a sonar en la cerámica. Todos vemos hacía ella.

—¿Qué está pasando aquí?

Sí amiga, eso mismo me pregunto yo.

¡Joder! ¡Nos Enamoramos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora