53. Tuya. ♡

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POV/PDV.-Iris

—No sé que decirte —doy un largo suspiro. Stan me ve atento después de un rato de decirle lo que me había pasado. He de decir que me tome unos 10 vasos de cóctel con mucho alcohol, y no encontré otra manera de desahogarme que con Stan. He de decirle todo lo que me está pasando, y siendo sincera es un buen oyente—. Deberías de ir a hablar con ella.

Niego—. No, creo que primero trataré de olvidarlo y después volveré a hablarle. No sé si llegaré a ir a su boda, pero cuando llegue ese día en lo único que pienso es en mi papá. ¿Crees que ya lo sepa?

—Creo que si lo sabe, sino ¿Por qué otra cosa se divorciaron? 

—¡Stan, no te contrate para que hablaras, atiende a las personas! —él se despidió y se encamino a atender a otras personas. 

Mientras que a mí, se me cruzaban miles de cosas por la cabeza. Creo que debí ir donde papá y tal vez quedarme con él. Aunque no sería mala idea de hecho.

Me puse de pie y le dije a Stan: — Iré a casa de mi padre, hasta luego y gracias.

—Falta poco tiempo para que termine mi turno, puedo acompañarte.

—No, no te preocupes, pediré un taxi —le sonreí y poco después estoy en las calles oscuras y con mucho frío. 

Camino unos cuantos pasos esperando a que un taxi pase. Pero entonces justo delante de mí una multitud de personas se estaban ajuntando en grupos para formar un círculo, sin pensarlo dos veces los seguí y me acerque mucho a ellos. 

—¿Qué está pasando? —pregunté mientras me sumergía en la aglomeración.

—Peleas callejeras, suceden cuando una persona y otra pelean en la ca... —interrumpo al chico quien quiera que sea el que me haya respondido.

—Sé lo que es una pelea callejera —asumí. Me acerque más al asunto y es entonces que me sorprendo lo suficiente al ver a Ethan ser golpeado por un moreno castaño.

Me exalte, en vez de ayudar quedo en shock al ver la situación en la que se encuentra. Ahora él lo gira y está sobre el chico y lo golpea salvajemente varias veces, parpadeo tres veces y reacciono.

Corro hasta ellos tratando de parar a Ethan, él levanta su mirada y me ve, lo único que consigo es que se distraiga y ahora él sea el saco de boxeo.

Un tipazo con sus grandes brazos me toma de la cintura.

—¡Ethan! —grité, intentaba zafarme del gorila que me sostenía pero era en vano la lucha y el esfuerzo que estaba causando—. ¡PAREN ESTO! —grite más fuerte causando que varias personas me tomaran atención pero no hicieron nada, en cambio las lágrimas comenzaron a salir. Ver a Ethan en esta posición me destrozo completamente el alma, y esta vez no podía hacer nada.

Caí al suelo aun en los brazos del tipazo, que aproveche en verle la cara.

Era un hombre de, calculo unos 40 y pico de años, tenía barba y una gran cabellera, un chaleco de cuero que dejaba ver sus músculos con tatuajes y una camiseta gris.

—¿Tú estar mejor? —pregunto, yo en cambio no supe que decir, su voz gruesa hizo que más lágrimas corrieran por mis mejillas, o sea, este tipo con voz de cavernícola ¿No podía detener está tonta pelea? —. Yo ser Caver, Tú llamar...

—Iris —añadí con un poco de dificultad, con un hilo de voz—. Por favor, detén esta pelea y saca a mi novio de allí —suplique. Él me vio y asintió.

Me alejó de la multitud y se dirigió al centro de ella. Dos minutos después venía con Ethan a su costado, las personas se dispersaron como si no hubiera pasado nada.

—Iris, ¿Esté ser novio de chica bonita? —asentí.

—Tenemos que curarlo, por favor —tome en brazos a Ethan y lo senté en la cera—. ¿Tienes un maletín de primeros auxilios? —él asintió sin entender, pero seguidamente corrió hasta un pequeño auto lavado que estaba en frente de nosotros—. ¿Qué se supone que es esto, Ethan?

—Yo... —no supo como continuar. Negué, vi su heridas, en su rostro estaba lleno completamente de sangre, las manos también las tenía llenas de sangre. Tenía una gran herida abierta en el costado de su ceja, su labio estaba roto, con una de sus manos se apretaba fuerte en el costado del estomago. Levante su camiseta y tenía varias heridas, pero donde se sostenía estaba sangrando.

Después de que Caver viniera y me ayudará a curar un poco a Ethan, por fin nos dirigimos al Instituto, allí habían más posibilidades de curarlo mejor. 

Llegamos y lo dirijo hasta su habitación. Entramos y lo recuesto en su cama. Me siento a su costado y me ve atentamente, luego me sonríe tiernamente, me apresuro a ver si sus rasguños siguen mejor.

—Te estaba buscando, me preguntaba porque no habías ido a la fiesta de Kris —se detuvo un momento y luego continúo—. Al final logré dar contigo, pero cuando entré al bar y te vi llorar me sentí muy mal, algo dentro de mí me dolió, fue entonces que escuche a unos idiotas hablando de ti y eso me hizo hervir la sangre Iris, y así fue como termine en la calle golpeando a ese tipo. Dime ¿Por qué me está pasando esto y contigo? —no supe que responder sin embargo quise cambiar de tema.

—Tienes que parar con esto Ethan —murmure—. No es posible que te maltrates a ti mismo por algo que no te conviene —él agacha su cabeza aun con una sonrisa en su flamante pero golpeado rostro.

—No es solo algo que no me conviene Iris —ladea su cabeza de lado y dice—. Me encanta que te preocupes por mí —ruedo los ojos.

—Hablo enserio Ethan —farfullo con molestia. Él me ve aun con esa sonrisa que sabe que aún me hace derretir.

—De acuerdo, lo dejaré, solo por ti princesa —sonrío de medio lado, él se acerca a mí y me toma de la mejilla, luego me besa.

Tan suave y sensual, como solo él sabe hacerlo. Me beso con tal intensidad que hizo crear la misma chispa en mí—. Entonces... ahora... soy... tu... novio —farfulla contra mis labios. Me siento insensata, que ni si quiera puedo responder a su pregunta, o ¿Afirmación?, no lo sé. Lo único que sé es que me siento bien a su lado.

Me recuesta lentamente sobre la cama y posiciona su mano debajo de mi camisa, recorre lentamente con las yemas de los dedos mi espalda y desabrocha mi sujetador, haciéndome gemir, los dos estamos sudados y él aún sigue besándome. Ahora sus manos suben suavemente mi camisa, me siento gélida, desconcertada, y esto me gusta.

Entonces Ethan gime de dolor al lastimarse mucho en su cuerpo, y caigo en cuentas. Me levanto de golpe y lo veo a los ojos sudorosa y jadeando, él me da un espacio para que logre estar en calma y sus labios rojos de tanto besarme, y sus mejillas ruborizadas hacen que de verdad quiera estar con él. Me abalanzo hacía sus brazos y vuelvo a besarlo con tal pasión y amor, pero sin embargo el vuelve a quejarse, me separo lentamente, y está vez su labio sangra.

—Lo lamento —me pongo de pie y doy un largo suspiro, levanto mi camiseta y trato de volver a abrochar nuevamente el sostén, escucho los pasos de Ethan detrás de mí.

—No, lo lamento yo, tal vez si no hubiera comenzado esa pelea no hubiese arruinado el momento —me quito las manos y me lo abrocho él mismo, me giro y lo veo. Rodeo mis brazos en su cuello y pegamos nuestras frentes sudorosas, se acerca a mi oído y susurra—. No sabes cuánto deseo tenerte en mi cama y que grites que eres solo mía —río nerviosa y luego me ve.

—Soy tuya —admito, él se sorprende de mi respuesta—, no tenemos que estarlo haciendo para decirte que soy y quiero ser tuya—su sonrisa me demuestra amor, cariño y ternura. Hace crear las mariposas de las que tanto hablan los enamorados, y bueno no solo en mi estómago en todo mi cuerpo...


¡Joder! ¡Nos Enamoramos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora