47. Digamos... ♡

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POV/PDV.-Ethan♧ ♧Horas Antes

—¡Qué sea la última vez Ethan!—alzó más la voz y está vez dio un golpe en su escritorio. Mi ceño estaba fruncido y me sentía fatal—¡No quiero saber de nuevo que estas en andanzas con esa muchacha!, ¡Basta ya, Joder!

—Sí papá ya te he escuchado—ruedo los ojos, mi papá me ve atento y con una pizca de burla.

—¡¿Me has entendido?! ¡No te acerques a ella a menos que sea para cumplir tus labores, en este momento Mitchell es un mejor partido que Henderson!—me puse de pies.

—Papá, Mitchell y yo no nos queremos, estuvimos apunto de cortar y...—me interrumpe.

—¡Eso no me interesa!, Ustedes seguirán juntos como una pareja que se quiere. Y la señorita Henderson solo será tu compañera de clases. 

—Iris es diferente—murmure, mi padre arruga sus rasgos faciales.

—Ethan cállate—dice cerrando los ojos y tratando de calmarse así mismo—¡Ya hable, y no te quiero ver cerca de ella nuevamente, después de los castigos no le dirijas más la palabra!—hizo una pequeña pausa para respirar profundamente y caminar hasta mí—Si no lo haces, me veré obligado a quitarte todo, y tú resolverás como pagarás la colegiatura en Harvard.

Asentí y me di la vuelta para salir de una vez por todas de su oficina. Sin embargo el me detiene.

—Hijo, quiero que sepas que esto lo hago por tu bien, solo hazme caso e iras por buen camino—me da un abrazo y cuando se separa, asiento con una sonrisa falsa.

—Está bien papá, después de estas tres semanas me alejare de ella.

Luego de esperar la aprobación de mi padre para salir, me encamino hasta el comedor. 
Siendo consciente de lo que estoy haciendo tengo ganas de golpearme, ser manipulado por mi padre para no querer estar con la chica que realmente me interesa es un poco masoquismo de mi parte, e incluso creo que no me siento tan capaz de mentirle. 

Suspiro nuevamente y me veo al espejo del sanitario, despeino mi cabello y vuelvo a estar por los pasillos para llegar a mi destino. En ese momento mi teléfono vibra en mi bolsillo lo saco, y en inicio se logra ver el mensaje y remitente. Iris. Joder, este es otro motivo por el cual me agrada tanto está chica.
Abro las puertas y lo primero que veo es a ella. Está hermosa como siempre, y a pesar de ello es mi deber ignorarla y pasar desapercibido, es tan necesario...

POV/PDV.-Iris

Las puertas por fin están abiertas, es muy incomodo ver a el Director abrir las puertas junto a varios alumnos. Él vernos encerrados y sin hacer nada le ha molestado mucho, es entendible, digo el que se hizo de graciosos con nosotros al cerrarnos las puertas debería tener este castigo no yo. 

Luego de que el Director nos diera una gran charla y se haya quedado con Ethan es su despacho, me he retirado y está vez camino hasta mi habitación, estoy exhausta, este no ha sido mi día en definitiva. 

—¡Iris!—me doy la vuelta al escuchar que alguien grita mi nombre. Cuando localizo de quien se trata, sonrío cansada, Angie corre hasta llegar a mi y descansa respirando rápidamente—. Lo lamento mucho Iris, lo siento si te he metido en problemas.

—¿Qué?—entrecerré los ojos viéndola con desconfianza—¿De qué estás hablando Angie?—ella me ve y analiza primero lo que va a decir.

—Ahm... Yo, quiero decir si...—la veo atentamente esperando a su respuesta, y lo único que hace es dar muchas vueltas.

—Angie, dime de una vez que está pasando.

—Nada, no pasa nada, si eso—se da media vuelta e intenta caminar pero la detengo.

—Espera, por favor, hoy ha sido mi peor día, terminalo de destruir te lo suplico—ella se gira y vuelve a caminar hasta a mí. 

—Fui yo—ladee la cabeza aun lado sin entender completamente.

—¿Tú fuiste qué?—acentúe, ella solo bajo la cabeza arrepentida.

—Yo cerré las puertas de la cafetería—abrí mi boca de par en par—. Pero te juro que se me paso el tiempo, la idea no era dejarlos para meterlos en problemas, lo lamento mucho, discúlpame. 

—Eres de lo peor Angelly—ella me vio con una pizca de susto en sus ojos, sabía que estaba molesta con ella—¡Acaso sabes lo que paso ahí dentro!, Te pasaste, de verdad—me doy la vuelta y ella me sigue.

—Iris, no tienes porque ponerte en ese plan, yo no me moleste cuando me obligaste a entrar en el armario con Leonardo.

—¡Era una fiesta, aquí estamos en el Instituto!

—Eso no importa, es lo mismo—reniega. 

—Pues no, no lo es. Ahora solo quiero descansar déjame en paz.

—Entonces yo también me molesto, así estamos a la par. ¿Acaso tu también sabes lo que sucedió en el armario?

—Sabes qué Angie, molestate si quieres.

Ella asiente y se va por el camino contrario, yo en cambio sigo caminando hasta mi habitación. Es increíble que esto realmente haya pasado, y ahora me siento muy estúpida, tal vez no debí retar a Angie a jugar 7 minutos en el cielo con Leonardo. 

Entre a mi habitación y decidí dormir, estoy tan cansada y me siento tan incapaz de mover mi cuerpo un segundo más, entonces cierro los ojos y me quedo dormida.

Despierto y la luz del sol proveniente del exterior hace que vuelva a cerrar los ojos con fuerzas. Sin ánimos me levanto lentamente y cuando por fin estoy lista me pongo en marcha para ir a la rutina nuevamente. Primera clase Matemática. Y yo como tengo la cabeza tan buena para estar pensando en números, tan genial.

Camino con Thess dirigiéndome hasta mi salón. Aunque si me lo pienso, ¿Estaría bien saltarse una clase?, ¿Solo una?

Al final del pasillo estaba Angie hablando con Kris y Leonardo. Entrecerré los ojos y caminé hasta ellos. Thess me seguía aún contándome como décima vez en el día que ella y Liam volvieron, me alegro por ella, pero para ser sincera no estoy de ánimos.

Me pose al lado de ellos, y trato de sonreír tiernamente, lo que solo causa un mueca.

Al final, Kris y Leonardo me saludan menos Angie, era lo que esperaba.

—¿Angie?—interrogo, ella me ve atenta—¿Podemos hablar?—ella asiente sin remordimientos y las dos nos dirigimos a nuestros casilleros. 

—¿Qué necesitas?—ruedo los ojos. Odio cuando Angie se molesta, realmente para mi es un poco complicado, primera fase, la ley del hielo y si llega a hablarme lo hace muy secamente. De igual forma espero que nos volvamos a disculpar, como siempre lo hacemos. 

—Te pido una disculpa—añadí primero y a pesar de ello, su rostro está neutral y no hay ni una pizca, ni de sorpresa ni de alegría—, Joder Angie, lo lamento, aunque no debería de dar las disculpas yo sola—me quejo.

—Está bien Iris. Yo también lo siento. ¿Feliz?—doy un largo suspiro. Ella se pone muy intermitente. 

—Angie, por favor, basta de estar peleadas. Necesito contarte tantas cosas, y veo que tú también—ella me ve por un largo momento sin decir nada, pero luego suspira y me sonríe.

—Lo siento, tienes razón tengo que contarte muchas cosas. Y creo que no estoy muy segura de lo que estoy apunto de hacer.

A pesar de toda la mierda que rodea a mi alrededor, por una parte estoy feliz. 

Es muy cierto que mi mejor amiga y yo estando peleadas por un tema delicado y nos disculpemos como si nada es costumbre. 

Pero Angie y yo no podemos durar mucho tiempo peleadas. Es instinto natural.

Por lo tanto no niego que mi día logró estar un poco mejor el resto del día.

Digamos...

Un poco mejor

¡Joder! ¡Nos Enamoramos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora