Capítulo 2. Curiosidad

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- De verdad que eres un puto genio, Jeno - le dijo por décima vez Johnny.

No se le ocurrían más halagos para expresar lo agradecido que estaba por tener el número de esa chica en su agenda del móvil.

- Sí, sí, de nada - le contestó, cansado.

Ya habían pasado dos semanas desde su encuentro y sus conversaciones se hacían cada vez más y más largas. Aún no habían vuelto a quedar, pero Johnny estaba convencido de que solo le hacía falta un pequeño empujón para empezar la relación.

- Cambiando de tema a uno mucho más importante, ¿os apetece ir a ver una película esta tarde? - preguntó Jaehyun.

- Tenemos un examen mañana - contestó Taeyong -. Tu poca necesidad de estudiar no se aplica a Johnny y a Jeno.

- ¿Desde cuándo les ha importado eso?

- Eso, eso. Cuenta conmigo - contestó Johnny sin pensar demasiado - ¿Te apuntas al suspenso colectivo, Jeno?

- Aunque estudiara no tendría ninguna posibilidad de aprobar.

- Perfecto, vamos a avisar a Haechan- añadió mientras Taeyong rodaba los ojos en modo de desaprobación.

Sabía que ya no había manera de hacerlos entrar en razón, solo rezaba para no ser el único, junto a Jaehyun, que pasará a segundo. De todas formas, siempre había sido así, y de alguna manera se las arreglaban para conseguir que el profesor les subiera las décimas necesarias para llegar al aprobado raspado. Tampoco tenían la intención de acabar la carrera con una matrícula de honor, así que con eso ya les bastaba.

Se dirigieron a la facultad de economía, donde Haechan estaba charlando con sus compañeros de clase sobre el examen que acababan de tener. A diferencia de sus amigos, este no tenía ningún problema en los estudios, todo lo contrario, solía sacar las notas más altas de la clase y se aseguraba de que todo el mundo lo supiera.

Jeno no tardó en ver a otro estudiante de esa facultad que conocía desde no hacía demasiado. Jaemin estaba apoyado en una pared del edificio hablando con un chaval que parecía mayor que él, tal vez de cuarto de carrera. Le estaba sonriendo de manera coqueta y de vez en cuando pasaba su mano sobre su brazo acariciándolo. Jeno imaginó que todos los rumores que había estado escuchando de él desde ese día que lo encontró sangrando en la cafetería, eran ciertos. Nunca les había prestado atención a ese tipo de chismes, porque no se veía capaz de juzgar a una persona sin conocerla de nada, pero todo parecía indicar que la gente no se equivocaba.

- Haechan, esta tarde vamos al cine - le comunicó Taeyong.

Al chico se le iluminaron los ojos. Le encantaba pasar tiempo con los miembros del equipo de baloncesto; eran divertidos y conseguía olvidarse de los estudios por un buen rato.

- ¿Que vamos a ir a ver? - preguntó.

- Mejor lo decidimos allí - sugirió Jaehyun.

Prefería que la discusión fuera en el cine antes que en la universidad, aunque la realidad es que la película escogida probablemente acabaría siendo la que Haechan decidiera. Su capacidad de convencer a la gente era invencible, sin ninguna duda.

Jeno se preparó para ir al cine mientras su padre, de fondo, le reñía.

- Deberías estudiar, no ir al cine - le empezó a decir -. Sabes que no eres tan bueno jugando al baloncesto para vivir de ello.

El chaval asentía sin prestar demasiada atención. Su padre a veces podía resultar un tanto insoportable, pero no le faltaba razón. Aún así, no sabía cómo explicarle que aunque hiciera un curso intensivo en esa misma tarde, las posibilidades de aprobar era igual de bajas.

Solo yo #NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora