Capítulo 21. Sorpresa

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Jeno envió un mensaje a Jaemin despidiéndose y dándole las gracias otra vez por conseguirles un polideportivo donde entrenar. El castaño no tardó en contestarle con una cara sonriente y un "No hace falta que me des tanto las gracias". A pesar de que no le podía ver, el deportista estaba convencido de que su novio se sentía avergonzado en ese momento. "Ojalá pudiera besar esas mejillas enrojecidas por la vergüenza", pensó para sí mismo mientras hacía la maleta. Eran alrededor de las seis de la mañana y su padre acababa de llegar. Desde la discusión del otro día no habían hablado entre ellos ni una sola vez, ni siquiera para pasarse la sal. Jeno sabía que tal vez había sido demasiado cruel con sus palabras, mencionando a su madre y haciéndole un daño innecesario. Pero el hecho de que no considerara su relación con Jaemin seria le dolía mucho más que cualquier otro comentario, y no pensaba disculparse hasta que este se retractara sobre ese pensamiento.

Cerró la puerta detrás suyo sin despedirse y se dirigió hacia donde estaba el autocar que les iba a llevar al hotel cercano al polideportivo que habían reservado. Se encontró con Mark, quien llevaba dos maletas y una mochila deportiva enorme.

- Mi madre me ha llenado las bolsas con "por si acasos" - explicó, abochornado.

Johnny no tardó en llegar, también con una cantidad de maletas questionable. Pero en él no era algo tan extraño, tenía un armario tan extenso que era del tamaño de la habitación de Jeno. Jaehyun, en cambio, llevaba lo mínimo en su pequeña maleta y su mochila de mano.

- Haechan ¿Solo llevas eso? - le preguntó Taeyong, mientras colocaba su equipaje debajo del autocar.

- El resto lo lleva Mark en sus maletas - explicó.

Tampoco era raro que Haechan se aprovechara de su amigo para cargar con menos peso. No sabían cómo, pero siempre acababa pringando alguna de sus víctimas y eran incapaces de evitarlo.

Jeno fue el último en colocar su maleta y, justo cuando estaba a punto de cerrar la puerta del maletero del autocar, una mano le agarró la muñeca y le detuvo.

- Aún queda la mía - le dijo una voz muy familiar.

No tuvo que dar media vuelta para saber que pertenecía a su novio, Jaemin, quien llevaba otra maleta entre sus brazos y se la extendía para que la guardara junto con la suya.

- ¿Qué estás haciendo aquí?

Taeyong se acercó a ellos para ayudar a organizar el equipaje.

- Tiene que acompañarnos, la reserva del polideportivo está a su nombre - explicó Taeyong.

Jaemin se encogió de hombros y se marchó después de dejar su maleta en manos del capitán del equipo. Jeno le siguió detrás, un tanto enfadado y todavía confundido..

- ¿Por qué no me has dicho que venías? Te he estado enviando mensajes - le preguntó.

- Quería que fuera una sorpresa. Tu expresión ha sido totalmente satisfactoria - dijo, con una sonrisa.

El moreno le miró de arriba abajo, un poco molesto por su broma, y, antes de entrar en el autocar, le rozó con sus manos robustas el cuello. Los rumores no mentían cuando decían que parecía que le hubiera mordido un vampiro; habían pasado un par de días y seguía la marca de los dientes de Jeno y unos cuantos moratones. Sabía que había sido él, pero no lograba comprender en qué momento se había puesto tan agresivo.

- Los he intentado tapar con maquillaje, pero ha sido inútil. La próxima vez sé más cuidadoso, por dios - le pidió.

Jeno empezó a acariciar esas marcas con la yema de sus dedos.

- ¿Te duelen?

Jaemin le observó sorprendido. Giró la cabeza hacia otro lado, evitando cruzar las miradas y sus orejas se volvieron rojas.

Solo yo #NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora