El sábado tenían partido de baloncesto donde se jugaban la semifinal. Pese a que Jeno le había mencionado un par de veces que le fuera a apoyar, Jaemin no se decidió a ir hasta que la noche del bar sus compañeros le animaron a que lo hiciera. La idea de estar alrededor de una hora sentado en una cancha, rodeado de fanáticos y fanáticas que no paran de chillar y emocionarse por cualquier salto, no le entusiasmaba demasiado. Además, los hombres sudorosos y exhaustos no le atraían demasiado. O al menos eso era lo que él creía hasta que vió a su actual novio, el cual brillaba a causa del sudor. Su camiseta se enganchaba a él como un imán, lo cual hacía que se le marcaran los abdominales. A parte de esto, la camiseta no tenía mangas, lo que hacía que se le apreciaran claramente los músculos de sus brazos. Entendió por completo la existencia de su club de fans, de hecho, le dieron ganas de ser parte de él. Cada minuto que pasaba, sentía más y más atracción sobre su persona. No solo era una escultura griega, sino que también era un gran jugador. A pesar de no ser una torre, como Johnny, llegaba a la canasta con facilidad gracias a sus poderosos saltos. También era ágil y arremetía contra los adversarios sin miedo, tanto que el equipo contrario dudaba sobre que estrategias usar contra él.
De vez en cuando, Jaemin notaba como Jeno miraba hacia donde él estaba y le dedicaba una rápida sonrisa para continuar con el juego segundos después. Aunque apreciaba ese detalle, también le ponía un tanto nervioso. Por suerte, nadie más a parte de ellos se daba cuenta de esto, ya que Jaemin se había sentado justo detrás de las cuatro chicas que formaban su club de fans y estas estaban seguras de que el chico las miraba a ellas. No pensaba que eso iba a resultar una ventaja al final.
El partido terminó sin ninguna sorpresa. Aunque Jaemin deseó que ocurriera un momento de tensión, donde el ganador no se decide hasta la canasta lanzada los cinco último segundos, su novio se había encargado de que eso no fuese necesario; la ventaja había sido de veintidós puntos.
- Hemos tenido suerte de que su jugador estrella se lesionara en el anterior partido - comentó Mark.
- No digas eso, hemos ganado por méritos propios - contestó Jaehyun, un tanto ofendido.
- Es gracioso que lo digas cuando la mitad de los puntos los ha marcado Jeno - dijo Johnny.
Jaehyun fue a darle una patada pero Taeyong le detuvo. Les entregó dos toallas y les dio un pequeño golpe en la espalda.
- Lo habéis hecho bien. A este ritmo tenemos posibilidades de ganar el campeonato - les animó el capitán.
Jeno agarró una botella de agua que había en el banquillo y dirigió su atención a las gradas. No estaba. Jaemin se había marchado de allí. ¿Se había aburrido? Eso tampoco hubiera sido extraño, hasta Jeno reconocía que no había sido un partido demasiado entretenido. Aún así, durante el juego, saber que él estaba apoyándole en silencio desde arriba, le calentaba el corazón y le daba fuerza para continuar.
- ¿Ha pasado algo, Jeno? Estabas extremadamente animado - comentó Haechan, que se había dado cuenta de sus incesantes miradas a la grada.
- Un buen día, supongo - contestó, intentando restarle importancia -. No me encuentro demasiado bien, me adelanto, chicos.
Se despidió con la mano y salió del gimnasio con rapidez. Normalmente, solía saludar a sus admiradoras con un guiño o una sonrisa, pero en ese momento solo pensaba en una persona. Giró hacia el vestuario y caminó por los pasillos hasta dar con las máquinas de café. Bingo, había acertado de lleno.
- Pensaba que te habías marchado - dijo el moreno.
Jaemin cogió la taza de dentro de la máquina, ahora llena con café solo. Era una bebida tan amarga que sólo podía disfrutarla él.
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Solo yo #NOMIN
RomantiekJeno tenía una vida tranquila; sin demasiadas preocupaciones ni problemas. Pero esto cambia drásticamente al conocer al compañero de clase de uno de sus mejores amigos. Este tiene un estilo de vida que él no puede llegar a comprender, pero no por es...