Capítulo 24. Familia

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Los días pasaron y ninguno de los dos se atrevió a volver a iniciar una conversación. Cada vez que cruzaban miradas uno de los dos giraba la cara intentando pasar desapercibido. Jeno se concentraba a duras penas en los entrenos y sus amigos se dieron cuenta rápidamente de que algo le ocurría, pero aunque se lo intentaran sonsacar no iban a conseguir nada. A Mark le costaba muchísimo guardar el secreto, cuando veía que sus compañeros se preguntaban que estaba ocurriendo sin tener idea alguna, pero se controlaba al ver cómo la mirada de Jeno se clavaba en su nuca como modo de advertencia. También podía notar que algo malo había ocurrido entre ellos, y revelar el pastel solo empeoraría las cosas. Jaemin se dedicaba a hacer las tareas de manager durante las horas de entreno y luego, cuando era momento de comer o descansar, desaparecía por completo.

Cuando llegó el último día de la salida, los chicos se encontraron en la recepción para devolver las llaves. Cada uno tenía su equipaje con sus pertenencias correspondientes y lucían unas ojeras provocadas por trasnochar todos esos días. Taeyong devolvió las llaves al empleado y sonrió a Jaemin, quien había ido a despedirles.

- ¿Seguro que no quieres volver con nosotros? - preguntó el capitán.

Jaemin miró de reojo a Jeno, el cual estaba disimulando atándose los cordones de sus deportivas.

- No te preocupes, Hyunsoo me llevará.

- De acuerdo. Te vuelvo a dar las gracias por todo y perdona por las molestias - dijo este último señalando con la mirada al grupo de Johnny y Jaehyun.

Jaemin supuso que alguno de ellos le había contado sobre aquella noche que vinieron a tocar a su puerta. Parecía que habían pasado semanas desde esa noche en la que él y Jeno habían dormido juntos. Solo recordarlo hacía que le doliera el corazón.

- Que tengáis buen viaje. Mucha suerte en el partido - les deseó.

- ¿No vendrás a apoyarnos? - le preguntó Johnny.

Jaemin recordó la promesa que le había hecho a Jeno e intentó hacer que ese momento desapareciera de su mente.

- No creo, estoy demasiado ocupado buscando otro trabajo - explicó.

- Si volvieras a casa no tendrías que buscar ningún trabajo - dijo una voz detrás suyo.

Era Renjun. "Este mocoso todavía no se había ido", maldijo para sí mismo el castaño.

- Encantado, soy el dueño de este lugar, el hermano pequeño de Jaemin - se presentó.

- Hermanastro - corrigió el más mayor.

Renjun se acercó a los jugadores e hizo una reverencia. Los demás se le quedaron mirando, extrañados.

- No sabía que tenías un hermano - dijo Johnny -. Es pequeño y adorable.

Se acercó a él pero Jaemin le detuvo haciéndole una señal con el brazo.

- No, no lo es. Lo descubrirás pronto - avisó.

- Así que estos son tus amigos ahora. Realmente escogiste una universidad pública, se puede oler la pobreza - se burló, riéndose a carcajadas después de terminar la frase.

- Tenías razón; no lo es - dijo Johnny.

Jaemin se posicionó en medio y agarró el hombro del joven con una mano.

- Deberías volver a casa, mamá estará esperándote. Hace días que no vas.

El niño echó la mano a un lado como si se tratará de un desagradable insecto y lo miró con aires de superioridad.

Solo yo #NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora