A la mañana siguiente, Jeno se despertó a causa de la luz del sol que entraba por el gran ventanal que había en la habitación de Jaemin. Entre sus brazos estaba el castaño, sujeto a él como si fuera una almohada. El moreno sonrió al ver como dormía plácidamente con una expresión calmada y feliz. Hacía tiempo que no se sentía tan bien. Su cuerpo estaba un poco entumecido debido a la acción de la noche anterior, pero había recobrado su energía por completo al ver a Jaemin a su lado. Además, cada vez que recordaba alguna de sus expresiones o alguno de los sonidos que había hecho la noche anterior, volvía a excitarse. Evadió esos pensamientos rápidamente cuando vio la hora que marcaba el reloj digital de encima de su mesita; eran pasadas las ocho de la mañana. ¿Por qué no había pensado en que podía quedarse dormido? Ah, es verdad, tenía muchas otras cosas más importantes en las que pensar. Despertó al "culpable principal" de su despiste con unos golpes ligeros en el brazo. Si él se sentía entumecido, no quería imaginar cómo debía encontrarse él.
- Jaemin, llego tarde, debería irme a practicar. Tienen que estar esperándome - le dijo.
El castaño ignoró las palabras del jugador de básquet y le rodeó con la pierna para inmovilizarlo.
- ¿Puedes no ir hoy? Finge que te encuentras mal o algo - dijo, con su voz de recién levantado.
Jaemin nunca le había pedido nada a Jeno, nunca, y eso él lo sabía a la perfección. Por esa razón, cuando escuchó su petición, no pudo negarse de ninguna manera. Se volvió a tumbar en la cama, derrotado y abrazó con fuerza a Jaemin.
- ¿Cómo estás? ¿Te duele algo? - preguntó Jeno, preocupado.
Cuando practicaba sexo con sus novias no solía preguntar por ese tipo de cosas, ya que ellas no tenían miedo a decirle cualquier crítica. Pero tenía miedo de que con Jaemin no fuera así.
- Siento el cuerpo un poco dormido y dolorido, pero estoy bien. Nada grave - contestó.
Tenía la cabeza apoyada en el pecho de Jeno y, con el dedo, hacia un recorrido por este mientras intentaba despertarse poco a poco. El moreno valoró unos segundos como debía plantear la siguiente pregunta.
- Y... ¿Cómo... Cómo ha estado? ¿Lo he hecho... bien? - dijo, al fin, con un tono un poco tembloroso.
A Jaemin le hizo gracia su nerviosismo y dirigió su mirada hacia él.
- Eres la primera persona que me pregunta eso - confesó -. También eres la persona más atractiva con la que me acuesto, es curioso.
- Contéstame - le pidió.
Jaemin soltó una carcajada al ver su expresión seria y giró el cuerpo hacia él, apoyando su barbilla en su estómago.
- Ha estado increíble - le respondió.
- ¿De verdad? ¿Nada que mejorar?
Jaemin podía ver la sinceridad en sus palabras y eso hacía que la situación fuera aún más graciosa. ¿Qué había hecho para conseguir que una persona tan maravillosa se convirtiera en su pareja? Sin duda, había salvado un país o algo parecido en su vida pasada.
El castaño negó con la cabeza y el moreno suspiró, aliviado.
- Es mucho más difícil de lo que creía. Tenía que controlarme porque parecía dolerte.
- Bueno, hacía mucho que no me acostaba con nadie, así que mi cuerpo tiene que acostumbrarse - explicó.
- Me aseguraré de que se acostumbre al mío - dijo Jeno.
Aunque no lo hacía a propósito, ese tipo de frases hacían que el corazón de Jaemin latiera tan rápido que pareciera a punto de explotar. Se tapó con las sabanas de la cama para que no viera su expresión tímida. A pesar de tener cubierta la cabeza, el resto del cuerpo siguió visible, por lo que Jeno pudo observar las marcas de su lascivia la noche anterior. Los muslos estaban llenos de mordeduras y el estómago de chupetones que se estaban convirtiendo en moratones. Jeno no podía recordar en que momento hacia ese tipo de cosas que le recordaban a los ataques de una bestia.
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Solo yo #NOMIN
RomanceJeno tenía una vida tranquila; sin demasiadas preocupaciones ni problemas. Pero esto cambia drásticamente al conocer al compañero de clase de uno de sus mejores amigos. Este tiene un estilo de vida que él no puede llegar a comprender, pero no por es...