Capítulo 5

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Jonah salió del baño de Nico, ya siendo él mismo tras vomitar la formula. Este ya se había cambiado pero la expresión de felicidad en su cara no iba a poder borrarse tan fácilmente. Jonah llamó a su amigo y le dijo que, lo que había pasado en esta habitación no saldría de aquí. Él afirmo y tras cambiarse de ropa, Jonah se marchó y el tiempo transcurrió varias semanas en adelante. Su vida siguió sin roces, no se sentían avergonzados por lo que hicieron, además, el cuerpo femenino de Jonah le había hecho un favor a Nico al robarle la virginidad y Nico, por fin, aceptaba la poción que había creado; escribió la fórmula de dicha poción y la guardó bajo llave, sabiendo que muchos matarían por conseguirla y tras eso, comenzó a editar el video poniéndolo como tema de trabajo de investigación para final de curso de bachillerato. Tenía muchas ganas de presentarlo aquel día en la presentación, pero también tenía miedo por como sus profesores podían tomárselo.

Plantando los pies en el presente, Jonah entró en la clase como de costumbre. No había hablado con Laura, pero sabía perfectamente que seguía enfadada, por eso, decidió pasar tiempo con la chica extranjera y hermosa con la que tenían una relación. Kara le preguntó si quería ir con ella de compras aquella misma tarde. Él pensó que tal vez, hablar con Kara no hubiera sido la mejor idea, «Iremos a donde tú quieras», le dijo para convencerlo. Jonah pensó un lugar ideal y se volteó hacía ella, afirmando que quería ir al Mercado de la Boquería, sabiendo que era un sitio al que Kara no le gustaba mucho ir, aun así, ella aceptó.

- ¿Vendrás a buscarme en mi casa? –Preguntó.

- No lo sé –Dijo–. ¿No será mejor quedar allí directamente?

- Sí, creo que será lo mejor –Afirmó con una sonrisa.

- ¡Jonah y Kara! –Dijo el profesor llamándoles la atención–. ¿Se puede saber que es más importante de hablar que la clase?

- Pues de casi todo, la verdad.

Aquel comentario de Jonah hizo que la clase entera se riera a carcajadas. A causa de eso, el profesor expulsó a Jonah de la clase y sin importarle mucho, Jonah se levantó y se marchó, apoyando su espalda en la puerta de la clase. Giró su cabeza, viendo que también habían echado a una de las chicas de la clase de al lado.

- Hola Jonah, ¿El profe ya se ha hartado de ti? –Le preguntó.

- Todos están hartos de mí –Respondió–. ¿Y tú que has hecho Raquel? –Le preguntó alzando una ceja–. No eres el tipo de chica que expulsan de clase.

- Diferencia de ideas entre la profesora y yo.

- Putas profesoras –Dijo entre risas, haciendo reír a Raquel también.

- Oye, ¿Tienes planes para esta tarde? –Le preguntó en medio de todo aquello ya que, Raquel y Jonah podían no ser amantes, pero tenían una relación amistosa muy grande.

- Depende...

- Tengo que ir al barrio chino a hacer un recado de mis padres. Ya sabes, comprar la comida china de la tienda del Cocinero Cheng. Ese chino cocina muy bien –Le dijo, poniendo los ojos en blanco por tener que ayudar a sus padres y riéndose por su propio comentario–. ¿Me acompañarás?

Jonah reflexionó –ya que pensar no sería la palabra–. Él ya había hecho planes con Kara para ir al mercado, pero le complacía más ir con Raquel al barrio chino por la variedad que era ese sitio en comparación al lugar que iba a ir.

- ¡Estoy libre para ti! –Respondió abriendo sus brazos hacía la chica de pelo claro.

El timbre del instituto sonó rato después. Jonah entró nuevamente en clase para coger sus cosas y se dirigió a la siguiente clase. Este se sentó en su pupitre y comenzó a garabatear el libro con el lápiz. No prestaba demasiada atención como siempre y sus notas respecto a los exámenes no mejoraban con el paso de los días –más bien era, al contrario–, pero no le importaba lo más mínimo, sabía que con el cinco en el último trimestre le era más que suficiente.

Sexy Señorita: La formulaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora