- Adiós cariño - dijo Anahí al pequeño antes de dejarlo en el colegio - te vendrá a buscar papá ¿si?
Lucas se giró sonriente después de darle un beso y un abrazo a Anahí, como todas las mañanas. Anahí vio como su profesora agarraba su mano y lo llevaba dentro y entonces camino hasta su coche para ir a trabajar. Lucas era el ojo derecho de Anahí, lo amaba con todas sus fuerzas. Había llegado a su vida justo en el momento indicado, hace sólo tres años, y desde el momento que lo tuvo en brazos, se enamoró perdidamente. Besó su nariz, sus manitas, sus pequeños pies... era perfecto, perfecto y muy pequeño.
- Annie, en bebé tiene que comer - había dicho su hermana al poco tiempo de nacer - ¿me lo devuelves? - rió abriendo los brazos desde la cama del hospital.
- Es tan pequeño - susurró Anahí dándoselo a su hermana.
- Y por eso debo alimentarlo - dijo Dulce que estaba encantada de que su hermana quisiese tanto a su hijo.
- Lo siento - sonrió Anahí - me encantan los bebés...
- Quizá ahora deberías pensar en darle un primito a Lucas - su hermana le guiñó el ojo.
- Puedes esperar sentada.Y no porque Anahí no quisiese, tenía ya 27 años y se moría por ser madre desde niña. Dulce y ella siempre habían jugado a mamás y papás y Anahí siempre había sido la que mejor interpretaba el papel de madre. Tanto que, siendo la pequeña, había cuidado más de Dulce que Dulce de ella. El problema es que nunca había conocido al chico ideal. Había tenido novios, pero ninguno lo suficiente bueno para quedarse en su vida, y cuando creyó encontrar el definitivo, termino siendo una pesadilla.
Anahí volvió al presente. Tenía que ir a trabajar ya o llegaría tarde. Era feliz en su trabajo, los compañeros eran amables con ella, tenía un par de amigos con los que a veces salía y el trabajo le permitía tener el tiempo suficiente para ella misma, para ella y para su sobrino. Mucha gente le había dicho que si era su hijo, ya que siempre los veían juntos, y, al ser familia, se parecían bastante.
- Esta semana llega el nuevo jefe - le había comentado su amiga Maite - dicen que es un bombón y que está soltero - le guiñó el ojo.
- Todo tuyo - suspiró - yo ya tengo un hombre en mi vida - sonrió viendo el pequeño marco en el que se veían ella y Lucas riendo.
- Si pero ese pequeñín, por mucho que lo quieras, no es un hombre hombre. Necesitas alguien que caliente tu cama amiga.
- ¡Maite!
- Es la verdad - se encogió de hombros.
- Sabes lo que pasó la última vez - Anahí suspiró, no quería recordar a Manuel, pero seguía soñando con él a menudo - llevo más de tres años sola y me va bastante bien.Por la tarde, después de ir a su casa y cambiarse para ponerse algo más cómodo, fue a a hacer la compra y a tomar un café en la cafetería que había cerca de su casa. Llevaba varias bolsas y aunque era pequeña, era bastante ágil y tenía unos fuertes brazos. Se sentó en una de las mesas que había en el exterior de la cafetería y llamó a su hermana por teléfono.
- ¿Mañana podrías ir a recoger a Lucas también? A Christopher le ha salido una reunión y no puede cambiarla.
- Por supuesto, avisaré a la señora Ramírez para que no espere a tu marido. Luego podría llevar a Lucas al zoo, seguro que le encantará ir a ver a los leones - rió Anahí imaginándose a su sobrino.
- No se que haríamos sin ti Annie - Dulce sonrió satisfecha - no le diré nada del zoo a Lucas para que tenga una sorpresa.
- Gra... aaaahhh - gritó Anahí cuando sintió como su piel ardía bajo su camiseta, ahora empapada de café - te llamó luego, alguien ha derramado todo su café en mi ropa - Anahí separó su blusa con cuidado.
- Lo siento muchísimo, déjame ayudarte...
- ¿Qué crees que haces? - soltó Anahí apartando las manos del chico que iban directamente a su pecho mojado.
- Oh, perdón... solo quería ayudarte a secar la ropa - en ese momento Anahí levantó la vista hasta el chico que estaba a su lado.Los ojos azules de Anahí se posaron sobre los verdes de su acompañante. Era lo que Anahí describiría como el hombre perfecto para ella, aunque sabía que eso no existía. Alto, de piel bronceada, sonrisa perfecta, ojos verdes y muy, muy atractivo. Se miraron fijamente durante unos segundos, hasta que el chico volvió a hablar.
- ¿Te apetece un trozo de tarta? Así no me sentiría tan mal por estropear tu camiseta...
- No está estropeada tranquilo, se lava - Anahí sonrió un poco - está bien...
- Genial - extendió su mano - me llamó Alfonso.
- Anahí - dijo tímida mientras sus manos se tocaban.
- ¿Tarta de limón está bien? - Anahí asintió - ahora vuelvo.Después de pasar un rato con Alfonso, Anahí ya no estaba enfadada con él por mojarle la ropa, y que todavía hiciese calor por las tardes ayudó a que se secase antes de congelarse ahí sentada. Compartieron un trozo de tarta que, aunque Anahí no había probado nunca, decidió que estaría en la lista de sus tartas favoritas.
- Bueno debo irme - Alfonso miró su reloj - he quedado con un amigo, mañana empiezo un nuevo trabajo y me quiere explicar algunas cosas.
- ¿Vas a trabajar con tu amigo? - asintió - que suerte.
- Te lo digo en una semana - ambos rieron - ¿querrías cenar conmigo el sábado?Anahí dudó al principio, pero la insistencia de Alfonso la hizo confirmar para cenar el sábado en un restaurante cerca del centro. Intercambiaron números de teléfono y se despidieron con un beso en la mejilla y un abrazo que dejó a Anahí atontada. Olía muy bien, y sus fuertes brazos la cubrían entera.
- No puede ser verdad - dijo cuando llegó a casa - no te debes ilusionar, seguro que es un capullo más. Irás a cenar con él el sábado y te olvidarás de él, si - dijo mirándose en el espejo - será lo mejor, no puedes sufrir otra vez.

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Sálvame
FanfictionHace tres años la vida de Anahí cambió y ahora parece que su vida dará otro cambio totalmente distinto. -TERMINADA -