El domingo Maite y Dulce se presentaron en casa de Anahí a las doce en punto. Anahí las había presentado al poco de entrar a trabajar y se habían vuelto inseparables. Todas se llevaban tres años de diferencia, siendo Dulce la mayor, que iba a cumplir treinta y tres en el próximo mes, y Anahí la pequeña, con solo veintisiete.
- ¿Y entonces? - preguntaban las dos llevándose el tenedor a la boca, expectantes.
- Me besó - sentenció Anahí, sabiendo que es la parte que llevaban esperando hace casi una hora.
- ¿Te ha llamado ya? - negó.
- Por dios, no han pasado ni veinticuatro horas...
- ¿Y? La primera vez que salimos a mi Christopher me llamó nada más levantarse, claro, que con la que nos pillamos, fue pasadas las cuatro - rio Dulce - que bien me lo pasé ese día...
- ¿Os acostasteis? - sonrió mi amiga pícara.
- Estábamos demasiado borrachos para eso ¿verdad Annie? - rió su hermana.La primera cita que su hermana tuvo con Christopher había sido cuando ella tenía 16, su hermana la llamó, como pudo, desde la fiesta de unos amigos de Christopher para que les fuese a buscar. Primero le tocó meter a Christopher en su casa y subirlo a su cuarto mientras él no dejaba de tropezar y después tuvo que ayudar a su hermana a llegar hasta la ducha para que se le pasase un poco y comiese algo antes de dormir.
- Todavía no sé cómo pude con Christopher...
Las tres se estaban riendo cuando el teléfono de Anahí empezó a sonar. Su hermana abrió los ojos emocionada mientras Maite no dejaba de aplaudir también emocionada.
- ¡No le des largas! - le dijo Dulce antes de que Anahí se acercase al teléfono.
Anahí sonrió un poco. Le había leído el pensamiento, se acercó hasta su teléfono y vio su nombre. Alfonso. Dudó unos segundos, miró a su hermana y a su amiga y ambas la animaron a hacerlo. Inspiró profundamente y después descolgó.
- ¿Cómo has dormido? - Alfonso sonrió apoyándose en una de sus paredes.
- Muy bien, ¿tú?
- Estupendamente... ¿Anahí?
- ¿Si?
- ¿Haces algo esta tarde? Me gustaría enseñarte un sitio.
- Oh... esta tarde... pues - Dulce y Maite asentían a su amiga para que dijese que si a Alfonso.
- Si estás liada no pasa nada, podemos ir otro día...
- No, no - Anahí miró al suelo - estoy libre.
- Genial, paso por ti a las cinco. No hace falta que te arregles, con unos vaqueros estará bien.Alfonso sonrió mirando por su ventana. Al principio iba simplemente a preguntarle qué tal el día, pero cuando había escuchado su voz había querido verla en ese mismo momento. Se dio una ducha rápida y después se vistió para salir a buscar a Anahí. Quería llevarla a su mirador favorito, había una cafetería cerca desde la que se podía ver prácticamente toda la ciudad, y siempre que había vivido allí había ido cuando tenía que tomar una decision importante. Cuando llegaron ayudó a Anahí a bajar del coche y ella se lo agradeció sonriendo.
- Hace años que no vengo aquí... - le dijo llegando a la cafetería.
- Es hermoso - dijo Anahí mirando hacia la ciudad.
- Siempre que tenía que tomar una decisión importante venía aquí a pasar la tarde... mira - señaló una mesa en un rincón - ahi decidí dejarlo todo aquí e irme a Estados Unidos.
- ¿Y ahora que tienes que decidir? - lo miró curiosa y Alfonso la miró dudando - digo... has dicho que tomas aquí tus decisiones importantes.
- Cierto - rió él - pero también me gusta venir cuando no tengo que tomar decisiones.
- Oh...Se sentaron en una mesa cerca de la muralla desde la que se podía ver la ciudad. Alfonso no podía dejar de mirar a Anahí mientras que ella no podía apartar la mirada de las vistas de toda la ciudad. Sonreía tranquila hasta que el camarero llegó y se empezó a poner pálida. Pero ella no miraba al camarero, sino al chico que había en la mesa de atrás, que la miraba divertido.
- Vaya, vaya - escuchó Anahí cuando el camarero se fue - Anahí, querida, ¿como estás?
- Hola Manuel - dijo ella seca, dejando a Alfonso confundido.
- ¿Qué haces en esta parte de la ciudad?
- Eso a ti no te importa.Anahí se movía incómoda en el sitio mientras Alfonso pasaba su mirada de Anahí a Manuel, sin saber muy bien que hacer o decir.
- Vaya modales querida... hablabas mejor cuando estábamos juntos - sonrió triunfante - No me digas que tu nuevo novio no te enseña modales...
Anahí se tensó del todo. Cuando él hablaba de enseñar se refería a palizas y amenazas, pero no quería hablar de ello, menos delante de Alfonso.
- Has cambiado mucho estos tres años - continuó - ¿cómo esta el niño? ¿Nació?
- Claro que nació estúpido.
- Oh vamos querida... no me guardes rencor... no quise matarlo - sonrió burlón - nos vemos - le lanzó un beso y dejó un billete sobre la mesa antes de irse.Anahí estaba estática en el sitio. Hacia tres años que no veía a Manuel, ya casi no tenía pesadillas y había perdido el miedo al salir a la calle. Pero cuando se fue todos los recuerdos volvieron a ella. Habían estado saliendo durante dos años, Anahí creía que era el definitivo, pero, después del año empezó a agredirla verbalmente y cuando bebía o se enfadaba le daba algún golpe. Al principio no eran muchos, y después se disculpaba llorando diciendo que la quería mucho. Pero los últimos meses habían sido un infierno. Al poco de enterarse de que su hermana estaba embarazada, cuando estaba de unos cinco meses, llegó borracho y empezó a golpearla fuerte frente a su hermana. Dulce entre llantos intentó sacarlo de encima de su pequeña hermana, pero Manuel la golpeó y cayó al suelo cubriendo con una mano su tripa. Anahí intentaba defenderse pero sentía cristales clavándose por su espalda con cada movimiento y Manuel la estaba asfixiando con fuerza. Si Christopher no hubiese llegado a entrar en ese momento, Anahí podría estar muerta y si Dulce no hubiese caído como lo hizo, su sobrino también estaría muerto.
- Anahí - Alfonso la sacó de sus pensamientos - ¿estás bien?
- ¿Podemos volver a casa? - dijo casi en un susurro.

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Sálvame
FanficHace tres años la vida de Anahí cambió y ahora parece que su vida dará otro cambio totalmente distinto. -TERMINADA -