- Anahí quería, ¿cuánto llevas en la empresa de Chávez? - preguntó Tomás Santo - nunca había conocido a alguien como tú.
- Oh bueno, gracias si eso es un alago - rió Anahí risueña - cuando termine mis estudios empecé en la empresa, Christian es el mejor jefe del mundo, siempre apoya a sus empleados, incluso en los peores momentos. ¿Verdad Alfonso?
- Por supuesto. Bueno, yo lo conozco hace años - rió - estudiamos juntos en la universidad.
- Parece muy amigable - rió Tomás - me gusta esa gente. Veréis. El primer contacto que tengo con los posibles socios me gusta conocer a las personas - los postres llegaron en ese momento - llamadme desconfiado, pero, conocer bien con quien vas a trabajar es importante para mi.
- Desde luego - añadió Anahí - la sinceridad es primordial. Sin ella no puede haber confianza.
- Esta chica me gusta - rió señalándola.La cena terminó pronto, el señor Santo tenía que volver a su casa temprano para ayudar a su mujer con los niños. Alfonso miró a Anahí, esperando que hiciese algún comentario sobre Lucas, pero no dijo nada. Simplemente sonrió y se despidió de Tomás como si fuesen amigos de toda la vida.
- ¿Echas de menos a alguien? - Anahí miró a Alfonso dudosa.
- Si - sonrió un poco - a Lucas.
- ¿Y a alguien más?
- Mmm a mi hermana supongo ¿estás bien? ¿echas de menos a alguien?
- Podría ser - contestó, refiriéndose a ella misma.
- ¿Quién?Anahí entró en el ascensor riendo, ella le había dicho a quien echaba de menos, él también tenía que hacerlo. Pero Alfonso no contestó, se quedó en silencio unos segundos hasta que Anahí se giró hacia él para preguntarle de nuevo. Pero la pregunta quedó en el airé cuando Alfonso se abalanzó sobre los labios de Anahí.
- A ti - susurró cuando las puertas se abrieron en su piso - vamos - agarró su mano y la guió hasta su puerta - ¿quieres pasar?
- No... sé... si... - dijo casi inaudible - Alfonso no deberíamos.
- ¿Por qué? ¿Estás con alguien? - no quería haber hecho la pregunta de esa manera, pero necesitaba la respuesta.
- No pero...
- ¿Pero? Vamos Anahí, somos adultos, los dos lo queremos...
- Si, somos adultos. Y compañeros de trabajo ¿qué va a pasar luego? Todavía tenemos toda una semana aquí, solo nosotros.
- Una semana para disfrutar los dos solos, Anahí... Entremos... No haremos nada que no quieras... pero yo me muero por volver a besarte - la observó detenidamente - y sé que tu también.Anahí miró a Alfonso fijamente, sus ojos iban de su mirada a sus labios, indecisa por no saber que hacer. Llevaba más de tres años sin estar con nadie, ni siquiera le había apetecido estos años, pero cada vez que veía a Alfonso algo dentro de ella se encendía y no podía soportar no tocarlo, no sentirlo. Su mano comenzó a ascender hasta apoyarse en la mejilla de Alfonso que, acto seguido, cerró los ojos y suspiró pesadamente. Anahí posó su otra mano en la otra mejilla y después ambas empezaron a recorrer su cara, su cuello, sus hombros y parte de su torso y espalda.
- Anahí... - suspiró Alfonso con la voz ronca.
- Entremos.Alfonso atrajo a Anahí a su cuerpo y entró en la habitación mientras la volvía a besar. Cerró la puerta con el pie y comenzó a recorrer la habitación sin separarse de ella, la cual respondía a sus besos con la misma intensidad. Ninguno de los dos podía creer lo que estaban viviendo, hasta que al caer sobre la cama Anahí volvió a la realidad. Abrió los ojos de par en par y separó un poco a Alfonso.
- ¿Estás bien? - la miró preocupado.
- Si - susurró - yo...
- ¿Quieres parar? - Alfonso colocó un mechón rebelde detrás de la oreja de Anahí y la sonrió de forma tierna.Ella no respondió, su corazón comenzó a latir más rápido cuando volvía a llevar a Alfonso a su boca. Alfonso bajo sus manos hasta las piernas de Anahí, justo a la altura del vestido, pero no las movió hasta que Anahí agarró una de sus manos y la guió por debajo de la ropa. Anahí sacó el bajo de la camisa del pantalón y acarició su torso mientras él soltaba un pequeño gruñido. Poco a poco su ropa fue desapareciendo, sin poder separarse ni dejar de tocarse, se quedaron desnudos.
- ¿Estás segura de esto? - dijo Alfonso con la voz acelerada - si no paramos ahora creo que no podré parar...
- S...si - susurró Anahí mientras él agarraba un preservativo y se lo colocaba - hazlo - la voz de Anahí también estaba ronca y acelerada.Alfonso se colocó sobre Anahí y lentamente la fue penetrando mientras su ojos la miraban fijamente. Anahí contuvo el aliento mientras lo hacía llevando su vista de Alfonso a su miembro. Después él paró, cuando ya estaba dentro de ella al completo y dejó un casto beso en su boca.
- Mírame - susurró sobre su boca - mírame a los ojos.
Y en ese momento comenzó a moverse dentro de ella, haciendo que Anahí rodease su cadera con sus piernas y emitiese pequeños gemidos de placer mientras arqueaba la espalda para juntar más su cuerpo a Alfonso.
- Más... rá...pi...do... - dijo con la voz entrecortada.
Alfonso aceleró sus movimientos, haciendo las embestidas cada vez más fuertes y profundas hasta que vio como Anahí empezaba a cerrar los ojos y clavaba sus uñas en su espalda.
- Mírame Anahí, no cierres los ojos ahora - suplicó sabiendo que él también iba a llegar.
- No... no pue...do... ya... ya vie...ne - su voz cada vez era más grave hasta que gritó y Alfonso ahogó el grito con un beso.Anahí despertó aún de noche. Al acabar de hacer el amor Alfonso la abrazó y se quedaron dormidos. Se sentía bien, plena de nuevo, había sido perfecto y siempre lo tendría en su recuerdo pero no iba a volver a pasar. Hace tres años se había dicho a sí misma que Lucas sería el último hombre en entrar su vida, nunca más se enamoraría, nunca más dependería de alguien, nunca más necesitaría a un hombre. Miró a Alfonso dormir durante unos segundos y suspiró. Se levantó como pudo y se volvió a poner su ropa en la oscuridad antes de volver a su habitación.

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Sálvame
FanfictionHace tres años la vida de Anahí cambió y ahora parece que su vida dará otro cambio totalmente distinto. -TERMINADA -