Anahí no habló en el camino a casa, tampoco dijo mucho cuando se despidió de Alfonso. Él le había pedido perdón varías veces, pero ella simplemente le había dicho que él no lo sabía y que no pasaba nada mientras intentaba que las lágrimas no le recorriesen la cara delante de Alfonso. Cuando bajó del coche no se detuvo a mirar si él la seguía o no, pero lo supo cuando, antes de abrir la puerta sus brazos la rodearon y la estrecharon contra su cuerpo.
- Cuando estés lista para hablar te escucharé - le dijo al oído antes de separarse - esperaré todo lo que haga falta.
- Gracias.Anahí no tuvo una buena noche, apenas pudo dormir y cuando dormía no dejaba de ver la cara de Manuel en sus sueños. Más bien pesadillas. El lunes por la mañana se preparó un café doble y lo metió en un termo porque si no salía pronto de casa no haría nada a tiempo. Dio gracias a que su hermana tuviese que salir corriendo y apenas la mirase y subió rápido a despertar a su sobrino para que la abrazase fuerte.
- Annie - dijo Maite al verla - vaya cara... ¿no fue bien ayer? - Anahí negó - ¿hizo algo? - se tensó.
- No, no fue él - susurró - fue Manuel...
- ¿Manuel? - dijo sin entender - qué tiene que ver ese imbécil...
- Lo vi... y me habló.
- ¿Se atrevió a hablarte?Anahí contó todo a su amiga para que no volviese a preguntar en todo el día. Cuando pasó todo se fue a vivir una temporada con Maite, su hermana empezó a tener un embarazo de riesgo por su culpa y no era capaz de mirarla a los ojos hasta que, cerca de los ocho meses de Dulce, esta fue a buscarla y le dijo que quería que se fuese a vivir con ellos cuanto antes para ayudarles con el bebé. En parte era porque echaba de menos a su hermana pequeña y quería recuperar tiempo con ella, pero la excusa del bebé fue suficiente y durante el fin de semana siguiente, Anahí fue a vivir con ellos.
- He avisado a tu hermana - dijo Maite en un susurro horas después - no sé porque pero sabía que no se lo había dicho...
- No tuve tiempo - se excusó Anahí - dile que luego la llamo - Maite asintió y volvió a teclear en su móvil.El día fue largo, demasiado para Anahí, que simplemente había tomado un café doble por la mañana y un paquetito de galletas para comer. Quedaban menos de cinco minutos para salir así que empezó a recoger cuando el ascensor se abrió, dejando ver a Lucas y a Christopher.
- ¡Tata! - dijo el pequeño corriendo hacia ella - hemos venido por ti, para tomar un helado.
- Oh que gran idea - sonrió Anahi - ¡vaya sorpresa!
- Tu hermana está yendo a la heladería, nos espera allí - sonrió Christopher - ¿vienes? - él también sabía lo que había pasado ayer.
- Claro - dijo mirando a su sobrino - iba a recoger ya ¿me ayudas bichito?
- ¡Si!Lucas metía las cosas feliz porque estaba ayudando a su tía cuando la puerta del despacho de Alfonso se abrió. Apenas le había visto en todo el día, y cuando lo había hecho había sido con más gente alrededor. Su mirada fue de Anahí a Lucas durante un rato hasta que Christopher se acercó a la mesa sonriendo.
- Alfonso - sonrió Anahí tímida - esto... bueno, él es Lucas y el Christopher, mi...
- Hola - dijo Lucas corriendo hasta Alfonso.
- Hola campeón - Alfonso se puso al nivel del niño - ¿has venido a buscar a Anahí? - asintió.
- Vamos a comer un helado con mamá.
- Es muy buena tu mamá - sonrió Alfonso mirando de reojo a Anahí, que le decía algo a Christopher.
- ¿Conoces a mi mamá? - preguntó el niño con los ojos muy abiertos.
- Claro - rió Alfonso.
- ¿Y a mi papá? - negó con la cabeza - ven.Lucas agarró un dedo de Alfonso y lo guió hasta los otros dos adultos. Según se acercaban, Anahí y Christopher se giraron. Christopher estaba sonriente, Anahí nerviosa y Alfonso cada vez más tenso por la situación.
- Él es mi papá, me quiere mucho a mi, y a mi mamá - Alfonso extendió su mano hacia el hombre aunque por dentro estaba ardiendo y solo quería que Anahí le aclarase todo.
- Christopher Uckermann.
- Alfonso Herrera.
- Así que tú eres el que ha salido este fin de semana con Anahí - sonrió divertido a su cuñada.
-Si - contestó seco - espero que no te importe - añadió.
- Ningún problema - dijo riendo mientas Anahí le empujaba a la puerta.
- Vámonos - dijo roja como un tomate - no quiero hacer esperar a Dulce.
- Oh claro - rió Christopher - tu hermana - se giró una última vez hacia Alfonso que los miraba serio sin poder creer la conversación que acababan de tener - nos vemos pronto Alfonso, ha sido un placer - soltó una carcajada - ¡Anahí deja de empujarme! Para lo pequeña que eres la fuerza que tienes - Lucas se reía tanto como su padre, viendo las caras que ponía su tía con los comentarios de su padre.Cuando llegaron a la heladería Dulce les esperaba sentados en una mesa cerca de la máquina de música. Se sentaron y rápido les vinieron a atender. Cuando la camarera se alejó con Lucas para que eligiese su helado, Christopher se acercó más a su mujer.
- No te lo vas a creer, pero hoy he conocido en persona al famoso Alfonso Herrera.
- ¡Cállate! - dijo Anahí que se había vuelto a poner roja como un tomate.
- Oh por dios, cuéntamelo todo - dijo Dulce emocionada - ¿está tan bueno como me dijo Maite?Christopher volvió a soltar una carcajada que puso más roja a Anahí. Dulce lo miró divertida.
- Tendrás que verlo tú misma para llegar a esa conclusión. Aunque, a juzgar por el color de tu hermana, ella piensa que si.
- Eres lo peor - Anahí le sacó la lengua y el le lanzó un beso.
- Y aún así me quieres.
- ¡Mira papá! - dijo Lucas llegando con la camarera que traía todos los helados - el tuyo siempre es el más grande, pero sabe igual que el mío - añadió sentándose al lado de Anahí.

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Sálvame
Fiksi PenggemarHace tres años la vida de Anahí cambió y ahora parece que su vida dará otro cambio totalmente distinto. -TERMINADA -