Capítulo 08. SAUDADE

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Cuando pude abrir los ojos era de día.

El aire acondicionado entraba por las rejillas de ventilación y agitaba el arbolillo de cartón amarillo que colgaba de un retrovisor. Su aroma a vainilla era dulce y mareante, tan abrumador que se me encogió el estómago vacío. Estaba dentro de un coche.

"Espera ¿Qué?"

Intenté levantar la cara de donde quiera que me encontrase agachada, pero lo único que conseguí fue darme con la nariz contra la ventanilla y torcerme el cuello. 

Me enderecé en mi asiento y a punto estuve de estrangularme con el cinturón de seguridad gris. Ya no estábamos en el campamento. Árboles y matorrales flanqueaban una carretera totalmente oscura, salvo por las débiles luces delanteras del pequeño coche.

Por primera vez en muchos años veía la naturaleza en su estado salvaje. No sabía qué era más sorprendente, si la interminable carretera o el cielo. Los ojos me escocían debido a las lágrimas que luchaban por estallar.

¬ Acuérdate de respirar, Anika. ¬ dijo una voz a mi lado.

Me retiré la mascarilla que me cubría la boca. La doctora Begbie se había despojado del uniforme de quirófano y vestido con una camiseta negra y unos pantalones vaqueros.

¬ ¿Llevabas tiempo sin subir a un coche, verdad? ¬ dijo, riéndose.

"¡Qué simpática! No sé donde le ve la gracia a que lleve años sin tener contacto con algo tan cotidiano como un coche".

Pero tenía razón. Era más consciente del avance del coche que del latido de mi corazón

¬ Doctora Begbie ... .

¬ Llámame Cate ¬ me interrumpió, hablándome quizá con más dureza que antes.

No sé si fue porque reaccioné de alguna manera a aquel abrupto cambio de tono, pero la doctora dijo de inmediato: ¬ Lo siento, ha sido una noche muy larga y me iría bien un café.

Doctora Cate. ¬ dije. Incluso mi voz sonaba más fuerte ¬ ¿Dónde estamos? ¿Qué está pasando?

Estaba demasiado confundida y notaba una sensación de embotellamiento en la cabeza bastante preocupante.

Antes de que le diese tiempo a responder, oí una tos en el asiento de atrás. A pesar del dolor que sentía en el cuello y el pecho, me giré.

En la esquina, acurrucado, hecho una bola como para querer protegerse, había otro chico de más o menos mi edad, tal vez un año menor. Aquel otro chico sin nombre dormía profundamente y tenía un aspecto bastante mejor que el mío.

Ajena a mi sorpresa, Cate decidió dar respuesta a mis preguntas anteriores. ¬ Acabamos de salir de Harvey, Virginia Occidental. ¬ dijo ¬ Allí nos hemos encontrado con unos amigos que me han ayudado a cambiar de coche y a sacar a Martin del baúl para material médico donde lo habíamos escondido.

"Martín, el niño cara sapo se llama Martín"

¬ Un momento... .

¬ Oh, no te preocupes. ¬ añadió rápidamente Cate ¬ Le habíamos hecho agujeros para que pudiese respirar.

"En serio, crees que me importa lo más mínimo como has transportado al chaval, Cate"

"Como si lo sacas en la trasportín de tu perro"

¬ ¿Te permitieron sacarlo en el coche? ¬ pregunté ¬ ¿Sin verificar el contenido?

Me miró de nuevo de reojo, y me sentí orgullosa al ver que mi réplica la había sorprendido.

All For Us  |  The Darkest Minds | #AFU1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora