Cuando los demás estuvieron listos para volver a subir al monovolumen, jugamos al juego de las sillas.
Obviamente, el asiento del conductor tenía el nombre de Liam. Chubs ocupó el asiento trasero detrás del asiento del acompañante y Zu su lugar habitual, detrás del asiento del conductor.
A mí me quedaban dos opciones: o el asiento dela última fila o aguantar en el asiento del acompañante, fingiendo que todo marchaba a las mil maravillas, como si Chubs no acabara de revelarme que Liam era el responsable de la que talvez fuera la única fuga de un campamento que había culminado con éxito.
Al final, el agotamiento pudo conmigo y me derrumbé en el asiento del acompañante con la sensación de que mi aspecto era tan encantador como el de una lechuga mustia. Liam ocupó entonces su puesto. Me sonrió.
¬ Eso de ser la gran heroína debe de ser agotador.
Le hice un gesto con la mano para que me dejara tranquila, e intenté acallar aquel ridículo y minúsculo zumbido de felicidad que me produjeron sus palabras. Simplemente intentaba mostrarse amable.
¬ Es una suerte que las señoras hayan solucionado el asunto. ¬ prosiguió, volviéndose hacia Chubs ¬ De lo contrario, tú y yo estaríamos ahora dando tumbos en la trasera de un pickup rumbo a Ohio.
Miré a Zu con una sonrisa. ¬ Para ustedes, señoritas.
Chubs se limitó a refunfuñar, con la tez todavía grisácea. Como mínimo, Liam empezaba a tener mejor aspecto. El agua fría de la fuente le había dejado la cara sonrosada y aunque aún le quedaba algún que otro espasmo nervioso en los dedos, sus ojos habían perdido ya aquella mirada nebulosa y descentrada. Teniendo en cuenta que era la primera vez que quedaba expuesto al Ruido Blanco, Liam se había recuperado con rapidez.
¬ No te quejes tanto querido Chubs, tú puedes llamarme como quieras. Bueno, solo cosas bonitas eh, que te veo venir.¬ le dije mientras le guiñaba, o por lo menos intentaba, un ojo.
¬ Muy bien, equipo. ¬ dijo Liam ¬ Ha llegado el momento de realizar una votación Betty.
¬ ¡No! ¬ Chubs resucitó de inmediato ¬ Sé muy bien adónde quieres ir a parar, y sé que perderé por mayoría y yo... .
¬ Todos los que estén a favor de permitir que nuestra chica maravilla se quede de momento con nosotros, que levanten la mano.
Tanto Liam como Zu levantaron enseguida la mano. Zu me miró con una sonrisa especialmente luminosa, al lado de la sombría expresión de Chubs.
¬ No sabemos nada de Anika, demonios, ¡ni siquiera sabemos si lo que nos ha contado es verdad! ¬ objetó ¬ Podría tratarse de una psicópata que acabe matándonos mientras dormimos, o que llame a sus amigos de la Liga en cuanto bajemos la guardia. Y es roja. ¡roja!
¬ Caramba, muchas gracias. ¬ le dije secamente, casi halagada por el hecho de que me considerara capaz de aquellas maquinaciones
¬ Si quisiera matarte, ya lo habría hecho ¿no? y te recuerdo que estoy huyendo de la Liga, esos que me apuntaban con armas y Liam mandó a volar. Además, el rojo es un color muy bonito, te aseguró que la paleta de tu vida necesita rojo para ser feliz. ¬ acabé recitando mis argumentos mirando al Azul con gracia.
¬ Caramba Anika. Con esos discursos podrías robarle el puesto al Presidente Gray.
¬ Tú si que sabes cariño. Tú si que sabes.
¬ Cuanto más tiempo se quede con nosotros, ¬ volvió a decir Chubs ¬ más probabilidades de que la Liga dé con nosotros, ¡y ya sabéis lo que les hacen a sus chicos!
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All For Us | The Darkest Minds | #AFU1
أدب الهواةPronto ya no quedarán adolescentes en ninguna parte. Al gobierno ya no le preocupaba lo que pasó con los que perdieron la vida, le preocupábamos nosotros; porque los que conseguimos sobrevivir a la ENIAA, cambiamos. Anika es el lobo disfrazado de...