¬ ¡Te juro por Dios que era ella, Liam! ¬ Era una voz profunda, algo ronca, pero no sonaba como la de un adulto.
¬ ¿Has tenido algún problema, Suzume?
Se abrió la otra puerta del coche.
Alguien - supongo que el tal Liam - exhaló un suspiro de alivio.¬ Gracias a Dios. ¬ dijo la otra voz masculina, con cierto acento sureño ¬ Vamos, vamos, vamos, entra. No sé qué sucede, pero no quiero quedarme aquí más tiempo del necesario para saberlo. Los rastreadores son ya bastante malos de por sí.
¬ ¿Por qué no quieres reconocer que era ella? ¬ dijo la otra voz.
¬ Porque nos deshicimos de ella en Ohio, por eso.
Y en aquel momento, por encima de la voz de los dos desconocidos y de la sangre que me bombeaba en el interior de los oídos, escuché otra voz: ¬ ¡ANIKA!, ¡ANIKA!, ¡ANIKA!
Cate.
Me llevé las manos a la boca, intentando que no se me escapase ni una respiración.
¬ ¿Qué demonios? ¬ dijo la primera voz que había escuchado ¬ ¿Es eso lo que pienso que es?
El primer disparo estalló como un petardo.
Tal vez fuera la distancia, o tal vez que quedó amortiguado entre un ejército de árboles y maleza, pero me pareció inofensivo. Una advertencia. El siguiente mostró unos dientes mucho más afilados.¬ ¡Para! ¬ oí que gritaba Cate ¬ ¡No dispares!
¬ ¡LEE! ¬ esta vez el grito provenía de dentro del transporte.
¬ ¡Lo sé, lo sé! ¬ El motor resopló hasta cobrar vida y el chirriar de los neumáticos lo acompañó.
¬ ¡Zu, el cinturón! ¬ volvió a gritar la voz.
Intenté sujetarme en algún sitio, pero el coche me zarandeó entre los asientos.
Me golpeé la cabeza contra el panel de plástico del lateral y contra la cabeza contigua, pero dado que estaban disparando contra el vehículo, era natural que nadie prestara atención a los extraños sonidos que emitían los asiento del medio.
Me pregunté si Rob le habría pasado el otro rifle a Martín.
¬ Zu, ¿ha pasado algo en la gasolinera? ¬ insistió la voz que había identificado como Liam/Lee.
Sus palabras contenían cierto matiz de apremio, pero no de pánico.
Llevaríamos unos diez minutos en marcha y nos habíamos alejado de los disparos.Su compañero, sin embargo, era otra historia.
¬ Oh, Dios mío, ¿más rastreadores? ¿Pero qué pasa? ¿Acaso están celebrando una puta convención? Supongo que eres consciente de lo que habría sucedido si nos hubieran pillado, ¿no? ¬ dijo en tono crítico ¬ ¡Y disparaban contra nosotros! ¡Nos disparaban! ¡Con una escopeta!
La chica, que debía de estar en algún sitio que quedaba a la derecha de mí, soltó una risilla. Yo tuve que volver a taparme la boca o me reiría con ella.
¬ ¡Me alegro de que lo encuentres gracioso! ¬ dijo el otro ¬ ¿Sabes lo que pasa cuando te alcanza un disparo? La bala te desgarra y ... .
¬ ¡Chubs! ¬ La voz del sureño sonó lo bastante cortante como para interrumpir cualquier historia macabra que el otro pretendiera compartir.
"¡Qué sádico el Chubs!" "I like it".
¬ Tranquilízate, ¿entendido? Estamos bien. Hemos estado más cerca de lo que me habría gustado, pero ya está. Mañana tendremos que intentar cometer menos errores, ¿no es así, Zu?
ESTÁS LEYENDO
All For Us | The Darkest Minds | #AFU1
FanfictionPronto ya no quedarán adolescentes en ninguna parte. Al gobierno ya no le preocupaba lo que pasó con los que perdieron la vida, le preocupábamos nosotros; porque los que conseguimos sobrevivir a la ENIAA, cambiamos. Anika es el lobo disfrazado de...