Diecinueve: La Isla De Jeju

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JiMin POV.

El que tuviéramos que venir a la isla de Jeju por el evento navideño fue lo mejor que pudo ser después de mi nombramiento como CEO. Es la oportunidad perfecta que tenemos para celebrar en secreto. Un lugar en el que ambos disfrutamos el placer de nuestros cuerpos, precisamente como ahora.

Los dos estamos recostados sobre nuestros costados, YoonGi detrás de mí, lamiendo mis hombros mientras me masturba. Yo jalo de su pelo para pegarlo más a mi, buscando desesperadamente su boca caliente que enciende mi deseo. El me besa con una pasión desbordante y frota su polla contra mi culo varias veces. Suspiro por el delicioso cosquilleo que me provoca la estimulación. Aún no le permito que haga nada pero juro que ahora mismo no puedo pensar en otra cosa más que pedirle que lo haga de una vez, sin embargo mi dignidad como alfa es frágil y no se si sea prudente arriesgarse tanto. Y sigo deseando más. No quiero pensar, hacerlo no me ayuda nada. He ganado más actuando por impulso que razonando mis acciones, la prueba irrefutable es esta escena de YoonGi y yo follando con energía, manchados de saliva y un montón de semen de lo que va nuestra mañana.

YoonGi repite mi nombre mientras frota cada vez más rápido su pene en la entrada de mi ano. Quiero pedirle que lo haga pero las palabras no me salen, no puedo decirlo, es demasiado vergonzoso. No importa si ya he aceptado aquel día en Seúl, la verdad es que un no puedo y sé que él lo sabe, porque no me está obligando ni pidiendo nada. Eso me hace sentir más tranquilo. Él empieza a gemir con mucha más fuerza apretando sus dedos sobre mi piel, cerniendo mi carne brutalmente. Las contracciones palpitan bajo su toque y su orgasmo se escurre entre mis piernas. No aguanto más, me giro contra él, sentándome y aprisionandolo entre el colchón y mis piernas. Me masturbo frenéticamente y me vengo sobre su atlético abdomen. Jadeo y lo miro.

Lo miro y él me mira a mi, se acerca y me abraza. Me acaricia lentamente y yo hago lo mismo. Exhaustos nos dejamos caer en la cama, uno junto al otro. Poco a poco cierro los ojos, disfrutando de mi cuerpo tibio con mi frente y espalda mojadas por el sudor. YoonGi respira lentamente cubriendo sus ojos con uno de los antebrazos. Lo único que puedo ver de él son sus labios entreabiertos. Nos quedamos así un buen rato como usualmente hacemos. El silencio crece y paulatinamente se va tornando incómodo a medida que se forma una pequeña barrera entre nosotros. Se que han pasado poco más de dos semanas desde que empezamos con esto pero algo dentro de mi hace cosquillas en busca de algo que no se que es, deseando una especie de contacto más cercano. No lo se, solo estoy tratando de entenderme a mí mismo así que hoy estoy dispuesto a ir un poco más allá que sólo tener sexo. Quiero decir, sería bueno hablar un poco más.

— ¿Qué más te gusta además del piano? — Le pregunto mientras me recargo en mi brazo.

YoonGi se gira hacia mí y sonríe suavemente.

— Me gustas tu. — Responde.

Sorprendente, una respuesta que no anticipe y que ha hecho que me ruborice.

— Oh dios, eso fue tan cursi que no te va. — Digo mientras pongo los ojos en blanco.

YoonGi me sigue mirando, lentamente se le va formando una sonrisa y por muy tonto que parezca yo terminó por sonreír igual o más amplio que él.

— Tu también me gustas. — Digo haciéndome reír a mi mismo mientras pienso en eso. — Tu maldita arrogancia y altanería resultaron ser un encanto personal muy efectivo.

El ríe satisfecho y me alza los hombros. El maldito lo sabe perfectamente. Que desgraciado, no puedo creer que tal actitud me haya atrapado en esto. Sigo viéndolo y pienso en la hora que es. Me rugen las tripas y recuerdo que el desayuno en realidad fue demasiado ligero para mi. Hacerlo con YoonGi es sumamente extenuante, no se como he aguantado así.

Son Tus Ojos -YoonMin/JimSu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora