Secrets [Premios Karmaland 2020]

•°•° ONCE °•°•

El ambiente tranquilo relajaba al grupo, el canto de los pájaros, el sonido del rio...
El desierto era un lugar mayormente silencioso pues no había mucha vida que digamos, ir a un lugar que era todo lo contario a lo que estaban acostumbrados era un reto que estuvieron dispuestos a cumplir.
Al principio fue  un poco difícil, pues era un lugar completamente distinto, habian animales y criaturas distintas, y como siempre no podían faltar los enemigos que salían por la noche.
Había un pueblo cercano, las primeras noches la pasaron allí, pues aun no tenían pensado donde empezar su casa; no querían molestar a los aldeanos ni arruinar mucho el paisaje del lugar. Decidieron hacer una sola casa para todos ellos, como la primera vez, claro que ahora tenían más experiencia y lo haría mejor, cada día mejoraban.
Habian varios arboles y bambú, así que utilizaron la madera como principal elemento de construcción, lo curioso de ello era la madera, pues era de color verde, en otros lila o rojo, bastante inusual.
Se establecieron un poco alejado del poblado pero lo suficiente cerca para ayudarlos de ser necesario, extrañaban su hogar, eso nadie lo negaba pero seguirían allí, al menos por un buen tiempo.

Cierta persona de peculiar aspecto rojo, terminaba de colocar sus cultivos, pies la noche  anterior habian sido destrizados por unos zombies, a pesar de la cristalera y cerca que había colocado.

—¿Necesitas ayuda Lexosi? -preguntó un chico con mechón rubio que lo observaba desde el otro lado.

—No, ya estoy terminando con esto, no te preocupes, pero creo que Jesus tenia planeado algo con la casa.

-—¿Con TNT? A que lo explota el Jesus

—Eh... mejor ve a verlo

—Vale

Y se fue a toda prisa a revisar que su amigo no haga algo estúpido, aunque lo dudaba pero por si las moscas lo hacia, busco con la mirada sin tener éxito de encontrar a su compañero, pero pudo divisar a Herny quien crafteaba una nueva armadura.

—Hola Arsilex

—Hola, eh...

—Esta con Elyas en el árbol, no te preocupes lo convencí que le ayudara

—Gracias chaval, ¿Cómo lo sabias?

—Te vi hablar con el tomate desde la ventana –respondí con simpleza– por cierto tienes un poco de comida?

—Pero si hace poco hemos almorzado

—Ya, pero es que me ha dado hambre

—Vale... aquí tengo unos panes, toma –dijo sacando unos sándwiches de su pequeña mochila

—Gracias, ¿me ayudas con esto? No recuerdo como se crafteaba esto.

—Claro

El chico tomate volvió a quedarse solo, se levanto sacudiendo su ropa, aprovechando que no tenia nada que hacer se dirigió al pueblo para dar un a vuelta por ahí.

Mientras, Elyas junto a el castaño construían una casa en el árbol. Esto les recordaba a Wakanda, cuando Vegetta construyó uno en el árbol encima de su casa, donde junto a los noobs pasaron varios momentos juntos disfrutando los atardeceres mientras tomaban un chocolate caliente, a pesar de hacia mucho calor, por la noche el desierto era un lugar frio. Por lo que tenían sus mantas que cubrían sus pies para estar cómodos.

—Recuerdo que una vez tiraron a Vegetta por el borde de la infinity pool -comentó el moreno ocasionando la risa de ambos

—Recuerdo que dio un grito que seguro se escucho hasta nuestra antigua casa

—Y se salvó de milagro con ese waterdrop

—Si es que ese pavo tuvo una suerte  que no se lo creyó ni él