Secrets [Premios Karmaland 2020]

•°•° VEINTISIETE °•°•

Ajenos a la casa donde la melancolía se desbordaba por las emociones que cada uno desprendía independientemente de lo que sentían cada uno de ellos, la pareja oficial de Karmaland junto al psicólogo despertaban tranquilamente, a excepciona del mayor del grupo, Luzu.

Desde ayer por la noche, habia sentido un inexplicable mal presentimiento dentro de su ser, presentia que algo malo habia pasado, específicamente a sus compañeros. Habian cofres y unas escaleras que conducían a quien sabe que lugar, el suelo de roble contrastaba con las paredes de arenisca y algunos detalles que habian sobre ella, el tragaluz en el techo hacía que iluminara el cuarto con la luz de la luna. Auron estaba al frente de él inmerso en el mundo de los sueños, aprovecho esto y con total sigilo se levantó de la cama para dirigirse a la otra habitación de la vivienda donde estaban Mangel y Lolito; se relajó al verlos dormir abrazados y sin ningun tipo de problema.

Pero aun así esa sensación no se iba, se podría decir que era su sexto sentido por su autodenominado apodo de "Mami Luzu" o de hermano mayor cuando eran niños y.... solo eran ellos cinco.
Recordó esos días en el orfanato cuando sus padres y hermano de sanrgre lo dejaron allí, sobretodo extrañaba ver a este último; esperaba algún día volver a verlo, pues habían pasado ya 19 años desde la última vez que se vieron y a pesar de que no quería encontrase con sus padres biológicos, con tal de pasar u rato con él, estaría más que feliz. Merlon y su esposa lo había adoptado y criado como su hijo hijo, esa familia se agrandó cuando llegó  Staxx, luego el pequeño Alex, después el rebelde Willy y por último Vegetta.
Había crecido como hermanos, recordaba la gran conexión que tenían Samuel, Guillermo y Francisco, eran un trío inseparable pues los veían siempre juntos.

Y a pesar de que estaban siendo entrenados para ser protectores de Karmaland, había algunos...idiotas por decir lo menos,que los molestaban mucho por sus apariencias y gustos, algo estúpido la verdad, la adolescencia fue un poco difícil para ellos, pero aprendieron a ignorarlos y se dieron el gusto de ver las caras de aquellos que los ofendían cuando los nombraron guerreros y hasta héroes de Karmaland. Tantos viajes y aventuras... pasaron los años y el innombrable se fue.

Pero ese nombre: Frank, prácticamente estaba prohibido pues tanto a Alex como Willy le afectaba mucho, realmente a los cuatro originales. Habían pasado muchas cosas desde que se había ido...habían crecido, ahora estaba casado con Lana, una mujer amable, dulce y valiente, la cual amaba mucho. Tal vez tuvo cierta atracción hacia su compañero, lo quería, si pero como un amigo de confianza y sabia que Auron opinaba lo mismo, ambas partes no tenían problema alguno.

No supo en qué momento se quedó dormido, siendo despertado por Auron y Lolito de una forma no muy delicada que digamos.

—¡¿Pero seréis mamones?! –gritó exaltado al sentir como un fuerte almohadazo caía en su rostro y luego un cuerpo que lo aplastaba.

Ambos jóvenes se morían de la risa, al menos uno de ellos trataba de disimularlo. El de lentes, quien observaba la escena con diversión decidió intervenir antes de que se formara un ring de lucha.

—A ver tranquilizaos –dijo soltando una pequeña risa– pero debe' admitir que ha sido muy gracioso

—Ya... 

—Por cierto, ¿y esas ojeras? –preguntó Mangel preocupado por su amigo

—No te preocupes Mangelits, solo me quedé despierto hasta tarde, eso es todo

—Vale...

—¿Creen que nos den desayuno?

—Acabamos de llegar y ayer casi explotan la casa de uno de los guerreros de este pueblo –respondió– dudo mucho que lo hagan, tampoco podemos aprovecharnos de su amabilidad.

—En eso tienes razón... pero es que tengo un hambre...

—¿Y que hay de las provisiones?

—Illo, este par –señaló a su pareja y a Auron– se las comieron durante todo el camino antes del llegar hasta aquí

—No me lo creo –dijo dándose un facepalm– bueno vamos con los demás, ya veremos que hacemos

—Podemo' juntar las proviciones restantes y comer eso, si no alcanza lo compramo' y listo

—Bien dicho mi niña

—¡Mangel para alcalde!

Los cuatro rieron, acomodaron y recogieron sus cosas en sus respectivas mochilas, hecharon jn último vistazo al lugar y salieron a paso lento de la casa del tomate Lexosi.

Decidieron ir hacia la casa de la entrada, donde estaban los integrantes de la Hermandad Oscura. Se alertaron al oír unos débiles sollozos -que poco a poco desaparecian- antes de tocar la puerta, pero escucharon claramente la voz de Fargan y Willy

—¿Mejor?

—Si...

—Entonces hay que alistarnos para salir y reunirnos con los demás, que de seguro nos están separando

Despues de eso prefirieron esperar un rato más viendo lo que parecía ser la biblioteca para que no notaran su presencia, estaban preocupados por su amigo, era raro ver a Willy llorar, mucho menos así de imprevisto. Vieron salir a sus compañeros de la casa de arenisca, no se sorprendieron al ver al anterior nombrado con los ojos un poco rojos, por lo que no preguntaron.

[Una hora y media después...]

Elizabeth junto a los ocho guerreros de Karmaland disfrutaron un rico desayuno preparado con mucho cariño y uno que otro regaño por parte de Miguel cuando alguno de sus amigos quería probar la mezcla de panqueques. Después de algunos chistes por parte de Auron y alguna que otra broma de Lolito animaron el ambiente y el transcurso del tour por el poblado. Alexby sin duda alguna era el más emocionado en ese aspecto, mostrando con  orgullo y alegría desbordante  de cada construcción y lugar, contagiando esa felicidad a sus amigos; toda rastro de tristeza del día anterior se había esfumado, Eli lo notó y una sonrisa por su rostro se asomó.

[...]

Las suaves gotas de agua que caían de a pocos y se deslizaban por las ventanas de la casa hacían que el ambiente se sintiera calmado, incluso relajante; la lluvia, en este caso garúa, era habitual en esa zona puesto que al estar en una región entre jungla y bosque, tener ese tipo de clima junto a días de bastante sol era común.

Habían agrandado la casa, otra nueva habitación extra, el recién llegado dormiría allí mientras que los demás en sus dormitorios correspondientes, bueno eran dos camas por habitación así que no hubo mucho problema.

Sin duda alguna Frank y Vegetta tenían mucho por que hablar, tenían que ponerse al día de lo que habían hecho en esos últimos 3 años además de que cada uno de ellos muchas pero muchas dudas; el primero que también pensó -al igual que los héroes en un principio- que su gran amigo ojimorado habían muerto en aquella explosión, y este de la repentina aparición, cómo había llegado hasta allí... demasiadas emociones en un solo día, necesitaban tiempo para asimilar todo y no presionar al otro llenándolo de preguntas.

Un silencio incómodo se formó en el almuerzo pues ambos veteranos de Karmaland estaban callados, los noobs sabían que la emoción y alegría del momento no duraría mucho pues lo que su amigo les contó... de seguro tenía mucha interrogantes, siempre pensaba mucho las cosas, además tenía un viaje pendiente hacia su hogar, Karmaland.

Muchas cosas por hacer, mucho por que pensar, un suspiro salió de sus labios, estaba a mitad de comida y dejo su plato allí para levantarse un momento.

—Voy a tomar aire, no tardo mucho –avisó, los comensales asintieron

Sin embargo, a tan solo dar un paso fuera de la casa, de inmediato se escucharon truenos en al lejanía para que luego de la nada unos rayos cayeron cerca de él así como la lluvia que incrementó. Obviamente el repentino cambio climático alertó a todos los presentes, dejando la comida atrás y llendo tras el ojimorado quien estático por la impresión y con un nuevo rayo, una carta apareció en sus manos, un impecable sobre con toques de oro y con una pulcra letra en latín, claramente era un mensaje de los mismísimos dioses.
Era sin duda alguna extraño, pues en muy contadas ocasiones estos seres se aparecían pero solo para eventos de suma importancia, pero allí no ocurría nada fuera de lo común o alguna amenaza...

—Mierda