•°•° VEINTICUATRO °•°•

266 28 16
                                        

[Flashbacks]

Eran al rededor de las doce del medio día, el sol estaba en su máximo esplendor y el cielo estaba despejado, un día perfecto para salir a jugar al famoso juego de 'escondidas' y que mejor que hacerlo con tus casi hermanos y mejores amigos.

Hay que elegir al buscador -dijo un joven albino de regordetes cachetes

—¡Luzu elige¡, el sabe la canción -le siguió el pequeño Alex

Vale –aceptó el mayor de los cinco niños, empezando a cantar mientras señalaba a cada uno al compás de la letra– "Pinto pinto, gorgorito que haces tú, tu tan bonito. En la casa de Pinocho todos cuentan hasta ocho: uno, dos, tres, cuatro" –se apuntó a sí mismo– "cinco" –señalando a Willy– "seis" –ahora a Alex– "siete" –llendo hacia Frank– "ocho" –finalizó apuntando en dirección a Samuel

Ay... tengo mala suerte -se quejó el ojimorado a su lado

Él y los demás rieron, Francisco retomó la palabra— ¡Vamos! El último en llegar al sauce es...

—¡Carne podrida de zombie! –completó alegre el de boina verde mientras salía a toda prisa junto al de ropas moradas, los demás no se quedaron atrás.
Como era de esperarse él fue el último pues la respuesta le llego de sorpresa.

Eso es injusto –reprochó el de casco negro

Vamos Franki, que Samu tiene que contar –elevo la voz en la última palabra para que el ojimorado tambien lo oyer

—Ya sé, ahora voy... –dijo el nombrado mientras apoyaba su antebrazo y empezar a contar– Uno, dos, tres...

—¡Rápido Will! —apresuró el de menor estatura entre ellos dos– ¡No te escucho contar! –le picó para luego ambos ojiverdes reir

...CUATRO, CINCO, SEIS... –siguió hablando, bueno más bien gritando.

—¡No mires atrás! –le recordó Frank antes de ocultarse entre las armaduras.
El campo de entrenamiento era un buen lugar, incluso los arboles cercanos que habian, eran lugares perfectos para ocultarse, ademas de los sacos de trigo y estandartes.

...SIETE, OCHO, NUEVE, ¡DIEZ! –gritó finalmente antes de voltear. Por un momento penso que sus "hermanos" había desaparecido de la faz de la tierra, pues ni rastro alguno habían dejado.

Mientras el ojivioleta buscaba cerca del gran árbol, una pequeña discución de quien se quedaba en el sitio que habían escogido esconderse se formaba, pero en voz baja...hacían lo que podian, eran niños despues de todo.

Yo llegué aquí primero –decía el menor frente a él.

Pero yo lo vi primero –demandó el de mirada verdosa y ropajes oscuros

Si, estaban escondidos entre los estandartes y unos arbustos muy cercanos a estos, de los cientos de arbustos que habían en el cuadrante que habian trazado, es decir desde la casa del Señor Merlon hasta el campo de entrenamiento, ambos chavales habían escogido ese escondite... a 3 metros del lugar donde el azabache habia hecho su cuenta regresiva.

El anterior mencionado, buscaba un poco frustrado a sus amigos, hasta que escuchó las voces de sus compañeros, así que dicidió acercarse sigilosamente a ellos, como un gato asechando a su presa.

¡Buuu! –gritó causando un gran susto a los dos niños– ¡Adiós, muy buenas! –terminó de decir antes de salir corriendo hasta el sauce, los ahora "ampayados" hicieron lo mismo corriendo lo más rapido que sus piecesitos les permitía para alcanzar a Vegetta... fallando en el intento.

Secrets [Premios Karmaland 2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora