CAPÍTULO 41

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 ¡Oficialmente estoy de vacaciones!

Por fin llego este día, lo estuve anhelando desde cuando empezaron las clases, no mentira, en realidad no fue hace tanto, pero la última semana se me hizo eterna, fue un quilombo tras otro.

El jueves me encargué de volver a aclararles a mis compañeros que no estaba esperando ningún hijo, aunque les conté que estaba esperando un hermanito y me felicitaron.

Emily se animó a contarle la verdad a su mamá sobre que no nos habíamos escapado para comprar un test sino que para ver a nuestros chicos. Le habló sobre Ramiro, pero su madre no fue tan comprensiva como la mía, y se enojó porque no le contó antes, así que la castigó dejándola sin salidas durante estas dos semanas de vacaciones, y como si eso fuera poco le quitó su celular.

Intenté ir a verla el domingo, pero la madre no me dejo pasar. No sé cómo vamos a hacer el trabajo de Historia, si no nos podemos juntar, pero eso no me importa ahora, seguramente lo haremos el día anterior a que retomen las clases, lo que yo quería era hablar con ella, pero ya encontraré la manera.

Al final, pude convencer a Mora de que suba ese vídeo y consiguió un montón de reproducciones y muchos me gusta en muy pocas horas. Leímos juntas los comentarios y todos eran hermosos, agradecimos todos los que pudimos porque realmente eran un montón, incluso me escribieron felicitándome mis nuevos seguidores de Instagram, entre ellos Teo que me habla cada cierto tiempo.

Quien también vio el vídeo fue Bruno, al que a los pocos minutos de desbloquearlo, me envió un audio felicitándome, y ese audio casi me hizo olvidar que estamos distanciados.

Lo escuché varias veces, porque extrañaba conversar con él, le agradecí y a los pocos segundos se generó una conversación en la que nos pusimos al día.

No puedo decir, que somos amigos nuevamente, pero estamos luchando por lograrlo, todos los días hablamos y nos contamos cosas, yo le hablé de Fabri y él me contó que está de novio con Marina.

Me alegré un poco por él, pero a la vez me dolió, y eso me hizo tomar conciencia de que aún no puedo olvidar que siento algo por él.

Aunque, ahora estoy empezando algo con Fabri, y solo tengo cabeza para él. Fue al primero al que le conté la noticia, y él me llamó inmediatamente para decirme lo feliz que lo hacía la novedad. Me dijo que los nenes chiquitos traen mucha alegría a la casa, y que sería una gran hermana mayor. Yo le dije que ya lo era, él se río, y me dijo que se refería a hermana mayor de un niño pequeño.

Me dijo que él quería estar a mi lado para acompañarme, me alegro oírlo pero corté el momento dulce, para preguntarle por Adrián y su brazito, él me dijo que ya casi no le dolía pero que aún lo tenía inmovilizado.

— ¡Dale Abril, hasta que te termines de cambiar va a nacer el bebé! —me grita Mora del otro lado de la puerta.

Si se preguntan por ella, aunque al principio reacciono mal a la noticia, ahora es la más entusiasmada, por lo que me pidió acompañarla para comprarle algo a nuestro hermanito.

— Ya va che, estoy eligiendo que ponerme —le miento porque en realidad estoy conversando con Fabri en Whatsapp, contándole nuestro plan para el día.

Escucho que la puerta se abre, y escondo rápidamente el celular, de todas formas, Mora lo vio y me reto por estar paveando con el celular cuando nos tenemos que ir. Abrió mi armario y eligió ella misma, la ropa que me tengo que poner.

— Ya soy grande como para poder elegir yo solita lo que quiero ponerme —le digo tras verla colocar sobre la cama varias prendas posibles—. A parte vamos a ir a comprar no a una cita.

Éramos un par de farsantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora