Éramos un par de farsantes

CAPÍTULO 51 (POV BRUNO)

— ¿Es necesario que tenga que seguir viniendo? —le consulto como siempre antes de nuestra sesión.

— Sí Bruno, pero no debes tomártelo a mal, pensa que soy tu amiga que sólo busco tu bien —me responde del otro lado del escritorio con una sonrisita de compasión.

— Ese discursito te puede servir para otros, no para mí, no somos amigos —le digo firmemente.

— ¿Otra vez Bruno? ¿Vamos a tener que empezar todo de nuevo? En la otra sesión pudiste confiar en mí y hablarme de lo que te estaba pasando.

— Si pero eso fue otro día, hoy no tengo ganas —le digo cruelmente y desvió mi mirada para clavarla en la pared que está llena de cuadros.

Como ya ha pasado, me fijo en un cuadro en particular: "BRENDA ABIGAIL RUÍZ: ha superado sus estudios de Licenciatura en Psicología el 29 de noviembre del 2007 y ha hecho constatar su suficiencia en la Universidad de Zaragoza, el 11 de octubre del 2008 con la calificación de SOBRESALIENTE, por lo que, con carácter oficial y validez internacional, se le da el título de LICENCIADA EN PSICOLOGÍA." Ese cuadro me atrae es la muestra de que puedo confiar en esta mujer, aunque eso no me obligará a hacerlo.

— Vamos Bruno, si quieres retomemos el tema de la sesión del miércoles pasado —insiste y chequea en su libreta—. Me contaste que tu madre te había dicho que Abril había ido a hablar con ella. ¿Averiguaste al final la razón?

— Ya lo había olvidado —le miento, en realidad no puedo dejar de pensar en eso y en la actitud extraña que tiene Abril: aprovecha todos los trabajos grupales para estar a mi lado, me persigue en los recreos y parece querer decirme algo aunque nunca me lo dice.

Brenda me mira del otro lado del escritorio, seguro se dio cuenta de mi mentira y eso me hace sentir un inútil, ni para mentir sirvo.

— Bueno, está bien no me había olvidado de eso, pero mamá sólo me dijo que no quiere que ella le vuelva a hablar de esa forma y después se encerró en su cuarto para ver una película, ayer le volví a sacar el tema pero como siempre me dijo que no la molestase más y que vaya a hacer mis cosas —me sincero pero no quiero verme vulnerable con respecto a ese tema así que vuelvo a hablar de Abril—. Yo pensé que... bueno nada —me arrepiento y no consigo terminar la oración.

Me pongo a girar con la silla giratoria como siempre que me incomoda hablar de un tema, el colegio no tiene espacio para poner un diván como en las películas, pero, por lo menos, pone sillas cómodas, de todas formas, preferiría estar en clase antes que hablando con esta mujer. Aunque, sé que si falto a las consultas, esta estúpida se lo cuenta a la directora y después me manda a llamar para retarme, eso ya pasó unas 3 veces en lo que va del año, inclusive una vez Abril entró justo cuando la directora me había mandado a llamar, pero, por suerte, no se enteró de nada. Estas consultas las mantengo en secreto, no quiero que nadie se entere porque no me interesa que se preocupen por mí.

— Contame Bruno, ¿qué es lo que pensaste? —me dice y suaviza su mirada para generar confianza.

Aunque sé que todos sus gestos son premeditados, logra que me sienta cómodo y que le cuente que la actitud de Abril me había ilusionado porque pensé que ella estaba empezando a sentir lo que hace un tiempo estoy sintiendo por ella, más o menos, desde cuando fingíamos que éramos novios, pero todas mis ilusiones se fueron a pique cuando la vi hace unos pocos días yéndose del colegio con un tipo mucho más lindo y seguramente más agradable que yo. Emily no dudo ni un instante en decirme que ese era el novio de Abril, y aunque eso me partió en dos, lo único que hice fue mantener mi papel de indiferencia para que ella no notase lo que realmente siento y le dije que me alegraba por ellos.

***

Ya para el final de la consulta, Brenda me pregunta por Marina:

— Me contaste que había vuelto con su antiguo novio, ¿eso te molesta?