CAPÍTULO 43 (POV FABRICIO)

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Estos últimos días, fueron los más felices de mi vida, después del día en que nacieron mis hermanos, conocer a Abril fue hermoso, hablar con ella, conocer cada una de sus facetas, comprender sus gestos y verla divertirse jugando con mis hermanos es algo que me llena el corazón de alegría.

Es hermosa, simpática y muy agradable. En estos últimos días, nos vimos muy seguido, a solas y con nuestros hermanos, fuimos al cine, al parque y a tomar algo.

Hablamos de todo un poco y nos empezamos a abrir más el uno al otro, ella me contó que hay un chico que está intentando olvidar y aunque me dolió oír que está enamorada de alguien más, yo voy a ser la persona que la ayude a olvidar, ella es demasiado valiosa por sí sola para estar sufriendo por alguien que no vale la pena. Yo le conté sobre mis sueños y mis miedos. Y ella me aceptó tal cual soy, no busca cambiarme sino que valora mis virtudes y no le molestan mis defectos o por lo menos los que conoce.

Sin duda, estas son las mejores vacaciones que tuve y eso que aún no han terminado. Quedan sólo dos días para que terminen y voy a aprovecharlos, hace tiempo que estoy buscando alguna forma de decirle lo que siento, no quiero que piense que solo quiero compartir besos y salidas, yo quiero algo más con ella, quiero que sea mi novia, no importa que hace poco que nos conozcamos, yo sé que es ella la persona que quiero tener a mi lado, y sé que yo puedo ser la persona que la acompañe, que la ayude, pero que sobre todo la quiera. Porque la quiero y mucho, amo nuestras conversaciones en plena madrugada y nuestras salidas, amo que aunque se haga la dura quiera a mis hermanitos y disfrute de jugar con ellos.

Aunque mi mamá no esté de acuerdo con esta relación, y ya me haya dicho varias veces que no le agrada Abril, no voy a dejar que sus opiniones alteren lo que siento.

Abril es la persona en la que pienso cuando me levanto por las mañanas y la última que recuerdo cuando me voy a dormir, es la persona que con solo ver me hace sonreír de pura dicha de poder estar a su lado.

Y aunque ella nunca me lo dijo, sé que también siente algo por mí, y eso es lo que me da la fuerza para preparar la sorpresa de mañana.

— Otra vez escuchando la misma canción, me tenes cansado —interrumpe mis pensamientos Adrián ni bien entra a mi habitación.

— Y bueno enano ya te va a pasar a vos —le respondo mientras le revuelvo un poco el pelo.

— ¡Ey! ¡No me despeines! —exclama antes de correrse para que no le toque más el pelo.

Yo solo me rió y empiezo a tararear la letra de la canción.

— ¿Por qué escuchas tantas veces la misma canción? —me pregunta mi hermano sin entender.

— Porque me representa —le respondo y me acerco a mi celular para poder pausarla.

— A mí me representan los Power Rangers —me dice muy seguro, provocando que me ría.

— FAAAA! Me dijiste que ibas a venir a jugar —dice Iván mientras entra a mi habitación y se acerca a mí.

— ¡Salí de acá! Fabli está hablando conmigo.

— Es Fabri no Fabli, no puede ser que todavía lo digas mal —lo reta Iván.

 Cállate, vos todavía no sabes atarte los cordones —le responde Adrián y le saca la lengua.

— Basta chicos, si se pelean no vamos a jugar a nada hoy —intervengo para que no se sigan peleando.

— Yo no estaba peleando —dice rápidamente Iván.

— Yo quiero jugar a la mancha —agrega Adrián

— Pero yo quiero jugar a la pelota —reclama Iván.

Éramos un par de farsantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora