CAPÍTULO 44

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Mis pequeños farsantes, todavía no abran el vídeo, yo les voy a avisar cuándo (Prepárense pañuelitos porque quizás lloren)

Aún no sé cuál es la sorpresa que me tiene preparada Fabri, y eso que se lo pregunté muchas veces, no me quiso decir porque dijo que sino no sería sorpresa. 

Yo no soy muy tolerante a las sorpresas, me gusta saber lo que va a pasar antes de que pase para prepararme.

Lo único que sé, es que nos vamos a encontrar en la cafetería en la que nos conocimos dentro de una hora, no sé qué ponerme ya me cambié tres veces y aun no estoy conforme, mamá me está ayudando a elegir, en estos últimos días estuvimos mucho más tiempo juntas:

Todos estuvimos presentes para acompañarla en ese momento tan especial: su primer ecografía, fue hace un par de días, porque mamá ya está de doce semanas. El obstetra quería que sólo pasen mamá y papá, pero con Mora pusimos carita triste y nos dejó pasar.

Nos contó que en esa primera ecografía, podríamos ver al bebé, distinguir si se trataba de un embarazo simple o múltiple, y que además podíamos sentir el latido de su corazón.

Mamá se acostó en una camilla, y el doctor le puso un gel en su vientre, yo le agarré la mano a Mora y ella se la agarro a papá, todos estábamos al borde de las lágrimas.

En la pantalla se empezaron a ver imágenes, al principio no distinguía ninguna forma, pero a partir de las explicaciones del doctor vi a mi hermanito y me emocioné tanto que aunque notaba que el doctor seguía hablando no escuchaba lo que decía. Sólo reaccioné cuando nos dijo que íbamos a escuchar sus latidos, en ese momento me tuve que sentar, era la primera vez que iba a escuchar latidos de un bebé que aún no había nacido, porque cuando nació Mora, yo era muy chiquita y no me trajeron a las ecografías.

Me senté al mismo tiempo que papá y Mora, y escuchamos ese sonido que me emocionó hasta las lágrimas.

— ¿Abril? ¿Me estás escuchando? —me saca de mis pensamientos la voz de mamá.

— Perdón, ¿qué me decías? —le digo tras mover mi cabeza para volver a la realidad del día de hoy.

— Que necesito ir al baño, pero que te deje un par de prendas posibles sobre tu cama. ¿Quieres que llame a tu hermana? —me pregunta mientras se acerca a la puerta.

— Sí, decile que venga.

***

Ya estoy a punto de llegar a la cafetería, en realidad, debería decir "estamos" porque Mora está conmigo, cuando le pregunté por qué me acompañaba, me dijo que debía venir, al principio no entendí, pero después caí en la cuenta de que ella debía estar al tanto de la sorpresa y por eso me estaba acompañando.

— Dale Mora, soy tu hermana, debes contarme las cosas que sabes —le pido por cuarta vez.

— Prometí no decir nada —me vuelve a contestar.

— Hagamos así: vos me contas y yo hago como que me sorprendo, entonces Fabri nunca se va a enterar que me dijiste —le propongo.

— No, no y no. De mi boca no saldrá ninguna palabra así que no insistas más —me dice mientras apura el paso.

— Uuu. ¡ya vas a venir a pedirme algo y no te pienso ayudar! —la amenazo, pero aun así, no me cuenta nada.

***

Llegamos a la cafetería pero cuando iba a entrar Mora me arrastro un par de cuadras más, yo le dije que la cita iba a ser ahí, pero ella me contesto:

Éramos un par de farsantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora