Inevitable. | Jerrie

22. ¿será que Perrie me gustaba?

perdon por desaparecer durante tanto tiempo :( espero que disfruten el capitulo!!! prometo que se viene lo bueno, ademas de capitulos mas seguidos<3

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—¿vas a preguntarme o qué?—Perrie me miró divertida, llevaba un par de minutos admirando su rostro. Era preciosa—cómo respondiste a tres de mis preguntas puedes preguntarme la misma cantidad—sentenció, a decir verdad, me gustaba el tono dominante que salía de su voz ya que encajaba perfectamente con ese personaje al que denominaba su personalidad .

En realidad no sabía que preguntar, bueno, tenía algunas ideas pero no podía decidirme—¿por qué eres tan...fría?—omití los cientos de adjetivos con los que solía mencionarla. Incluido el peculiar apodo que sólo mi mente y yo conocíamos... vampiresa gótica.

—y-yo—mordió su labio, era muy sexy si me preguntan—no me gustan las personas ni relacionarme con ellas, creí que era obvio—quién lo diría, no habían traumas de la infancia ni un pasado demasiado oscuro. O al menos eso aparentaba hasta ahora. Todo ese asunto de la vampiresa gótica no era más que una actuación, al menos podía presumir lo bien que le quedaba el papel.

—¿entonces el vestuario negro también es parte de tu disfraz?—le pregunto, arqueando una ceja. Moriría por verla usando alguna prenda colorida, quizás algún día tenga el privilegio de hacerlo.

—es mi color favorito—su ceño se frunció, como si de mi boca hubiese salido la más grande ofensa, se mantuvo en silencio durante un largo rato, seguramente buscando palabras que no arruinen el ambiente pacifico que ambas creamos—te queda una última pregunta—me recordó. 

al igual que ella tarde un poco en formular la ultima pregunta, la indecisión marcada en mi rostro—¿por qué te desagrado?—hice una mueca, quizás la respuesta no iba a agradarme

—esa es fácil—la vi sonreír —primero odio los colores pasteles y al parecer son los únicos que tú conoces, también tienes esa actitud de 'soy la más linda del mundo todos ámenme'—hizo una pausa en la que parecía pensar—oh y cómo olvidar el hecho de que por tener un cabello y ojos bonitos puedes llevarte puesto al mundo por encima—explica, mi cara demostraba lo lista que estaba para sacarla a patadas de mi sofá, justo cuando pensaba que avanzabamos un poco en nuestra relacion—pero quién sabe, comienzo a creer que estaba equivocada— el tono que uso en aquella frase me hizo sonreír.

Debía admitir que no me sorprendían sus palabras, siempre había permitido que las personas vieran sólo el lado que yo quería que vieran.  si así es cómo me interpretaba ella entonces estaba bien, me dolía pero tampoco se trataba del fin del mundo. Además , ella apenas estaba empezando a conocerme. Todavía no sabía nada de nada. Supongo que todos juzgamos al libro por la portada algunas veces, incluso yo lo había hecho con ella un par de veces.

Aunque bien si algo había de admitir es que la situación me molestaba ya que por desgracia me importaba la opinión de Perrie, demasiado. No sé en que momento pasé de odiarla a necesitar su aprobación. Era una situación un tanto extraña. Tampoco me arrepentía de todas formas.

Las siguientes dos horas las usamos para concentrarnos sólo en el proyecto. Amaba escribir por lo que no me era una tarea difícil la que se nos había impuesto, lo único que debía hacer era dejar fluir mi imaginación.

De vez en cuando nos tirabamos miradas o rozábamos nuestras extremidades 'accidentalmente', tan sólo debía decir que ambas disfrutábamos de este tipo de provocaciones.

Cuando finalmente tuvimos la canción lista, le expliqué a Perrie que teníamos que ensayarla. De esa forma corregiríamos todos los errores y mañana la presentación sería perfecta.

Inicialmente la rubia se negó a cantar, hasta que usé la carta de "es la segunda vez que curso este año por ser mamá soltera y huérfana no puedo hacerlo una tercera vez" a la que claramente terminó por ceder. Al parecer había encontrado la manera de entrar al duro y frio corazón de la vampiresa y planeaba utilizar esto a mi favor tanto como se pueda.

Isabella se despertó en medio de los ensayos, por lo que tuvimos que usarla como público. La niña estaba encantada con la apariencia de Perrie, recuerdo que la llamó como una de sus  caricaturas favoritas.
La rubia por otro lado tampoco estaba disgustada con la presencia de mi hija, aunque a veces era chistoso ver a la ojiazul esforzarse por interactuar con la menor. Estaba haciendo un esfuerzo y lo apreciaba demasiado.

La voz de Perrie era preciosa, nunca antes había oído nada lo suficientemente majestuoso como para compararla. tenia mucho talento, esto era bueno ya que lo necesitaríamos mañana en aquella presentación.

Después de un rato mi hija empezó a hacernos saber lo hambrienta que se encontraba, sentimiento que después de un rato no pude ignorar. La rubia se le unió en seguida, ambas protestaban por terminar cuanto antes las actividades.

-cualquiera pensaría que tu eres la niña pequeña y no Bella- le dije a Perrie después de oír su quinto berrinche de la noche, la realidad es que me encontraba preparándoles nuggets de dinosaurios a ambas para que pudiesen cenar.

-no es mi culpa- la ojiazul se puso seria -es la tuya por demorar tanto- no pude hacer mas que reír ante tal acusación. 

Eran contadas las veces en las que me había detenido a observarla, esta era una de ellas. Tenia la cara de ángel pero actuaba como demonio, algunas veces al menos. no entendía como pero veía su rostro y automáticamente me sentía en paz. Decir que me agradaba era apenas un eufemismo, quizás lo suficiente como para provocar mariposas en mi estomago. un sentimiento del que antes hui porque simplemente no se sentía correcto, quizás porque la esperaba a ella. era raro, apenas tenia contacto con ella sin intentar matarnos y ya me sentia como si hubiese regresado a mi hogar. ¿será que Perrie me gustaba? o quizás solo se me habían subido los nuggets a la cabeza. decir que estaba confundida creo que se quedaba verdaderamente corto, esperaba poder aclarar mis sentimientos pronto.