Capitulo 3

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Sus ojos gritaban peligro, yo quiero salir corriendo pero mi madre es lo único que me lo impide.

Asher- eres muy hermosa, mucho mas que todas las golfas con las que he estado-

Lucilla- si con hermosa solo te refieres a su cabello entonces si lo es-

Asher- cállate- ella rodó los ojos y comenzó a cortar su carne, Asher hizo que me sentara a su lado.

Yo no tenia hambre, todos comían pero este no era un ambiente muy familiar que digamos, sabía que en cualquier momento el señor Powell podría tirar del gatillo y matarme junto a mi madre.

Regina- ¿la comida no es de tu agrado Ayla?- me di cuenta de que todos me miraban.

Ayla- ehhh, no es eso, solo que no tengo hambre, señora Powell- vi al señor Powell apretar sus puños y temblé.

Regina- oh pues si quieres puedes retirarte a tu habitación- ella era amable sería pero amable.

Hice el amago de levantarme pero la mano de Asher me empujo de nuevo a mi silla, Lucilla sonrió como si supiera lo que viene a continuación.

Lucilla- ohh si lo va a hacer- Asher me miro, era una mirada vacía de toda emoción.

Asher- ¿a caso me pediste permiso para levantarte de la mesa?- parpadeé sorprendida y desconcertada.

Regina- Asher no- la señora Powell se levantó y su marido tomo su mano para calmarla supongo.

Asher- mientras seas solo mi prometida tienes que pedirme permiso para absolutamente todo, eso significa que no puedes ni ir al baño si yo no te dejo, y por ahora no te he dado permiso para que te levantes de la mesa- estaba molesto todo en su rostro me lo indicaba.

Rodrigo me miro, tengo que complacer a su hijo o mi madre podría llevarse una golpiza o aun peor.

Ayla- lo que tu quieras- él asintió y su semblante volvió a ser tranquilo, Rodrigo me miro con una sonrisa.

Asher- así me gusta, ahora come- no tenia hambre pero comencé a comer muy despacio, terminando de comer Asher me tendió la mano y yo la tome.

Él no decía nada se mantenía en completo silencio, me saco al jardín lejos de sus padres y su hermana.

De repente se detuvo y me soltó, me mantuve quieta, llevo su mano a su espalda y después vi que tenía una pistola en la mano.

Comencé a temblar, no sabía lo que este loco podía llegar a hacer con eso ¿y si la usa en mi?

Asher- me gusta mucho el color de tu cabello, pero me gustaría que fuera mas rojo como la sangre que corre por nuestras venas- con el cañón de la pistola acariciaba mi cabello.

Ayla- ¿qui...quieres que me lo pinte?- lo mire y él asintió.

Asher- si quiero que te lo pintes exactamente de este color- me apunto y me disparo en el hombro, yo grite el solo comenzó a reírse.

Se me acerco y yo retrocedí, pero por desgracia me topé con la pared, él se me acerco y me beso, yo no quise seguirle el beso, pero con sus dedos presiono mi herida.

Cuando yo abrí la boca para gritar él aprovechó eso para meter su lengua, con ella recorrió toda mi cavidad bucal, llevo su otra mano a mi cuello, poco a poco su agarre se hizo mas fuerte.

Cuando creí que moriría asfixiada él quito su mano, se separo un poco de mi, yo temblaba y trataba de recuperar mi oxigeno, quito su mano de mi herida.

Asher- de este color exacto quiero que te lo pintes y esta cicatriz que vas a tener te representara como mía- asentí cabizbaja, me dolía horriblemente.

Ayla- ¿vamos a ir a un hospital?- él negó y me llevo dentro de la casa, me empujo hacia su madre y yo caí de rodillas frente a ella.

Asher- por favor madre atiende su herida, yo tengo que ir al estudio con mi padre- ella asintió y él se fue.

Regina- disculpa lo del disparo esa cicatriz todos en la familia la tenemos, a mi Rodrigo me la hizo en nuestra noche de bodas y a nuestros hijos cuando cumplieron 15 años- asentí, ella saco la bala y curo la herida.

Ayla- ha sido una mañana muy larga ¿podría ir a mi habitación?- ella negó.

Regina- lo siento pero le tienes que pedir permiso a mi hijo para eso y no le gusta mucho que lo interrumpan cuando esta atendiendo lo del negocio con su padre-

Ayla- ohhh- fue todo lo que pude decir.



Meses después...

Tal y como dijo el señor Powell me entrenaron para ser una sicaria, el problema es que no tengo y no quiero tener que quitarle la vida a alguien por mucho que se lo merezca.

Asher me ha dado las mayores golpizas de mi vida, me ha disparado en repetidas ocasiones y dice que esto solo se detendrá hasta nuestra noche de bodas.

Esas golpizas son por que según él no tengo el carácter para ser esposa de un gran narcotraficante como él, me trata de provocar celos trayendo a putas.

Lo que él no sabe es que prefiero mil veces verlo con ellas que estar yo en su lugar, le pido permiso para todo, incluso su padre me hizo rogarle para que me dejara entrenar.

Asher- ¿por que sigues aquí?- estoy en la biblioteca, tienen muchísimos libros de diferentes temas, hay varios de medicina que he acabado.

Ayla- ehh me entretuve leyendo- él miro el libro en mis manos y asiente, me pinte el cabello tal y como el lo pidió y me retoco cada vez que se me comienza a ver la raíz.

Asher- sabes me gusta que leas, la esposa de alguien como yo no solo debe ser hermosa físicamente, también debe ser inteligente y tener tema de conversación, mandaré a comprarte más libros- sonreí -vamos tienes que ir a escoger tu vestido de novia- suspire y deje el libro no se me permitía sacar los libros.

Lucilla- hola cuñis- dijo Lu cuando llegamos al salón principal, ella y yo nos llevamos bien, casi podría decir que somos amigas.

Asher- hasta aquí llego yo, te veré después- asentí y él se fue, Lucilla le saco el dedo medio cuando él se volteó.

Mi compañera eterna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora