Lilianne y el Cáliz de Fuego.

Capítulo 27

Reflexión en voz alta

     Hagamos aclaraciones, ¿si?

     No estoy demasiado orgullosa de este capítulo, pero pensé que era necesario hacerlo para marcar algunas pautas.

     He recibido mensajes poco educados que me acusan de sobrevalorar a Lilianne, alegando que su forma de descubrir las cosas no son más que "el poder del guion", haciendo que la evolución de la trama sea poco realista y dando demasiado poder a la protagonista.

     Así que si, esto solamente sería un capitulo de relleno un tanto innecesario, y va destinado a aquellas personas que quieren entender como funciona más exactamente la cabeza de la pelinegra. No es que ella sepa todo lo que va a pasar "de la nada". Simplemente tiene una mente bastante privilegiada que la obliga a pensar detenidamente todas y cada unas de las pistas que va encontrando por el camino.

     En este capítulo mostraré de forma más clara que es lo que le pasa a Lilianne por la cabeza en cada libro cuando llega al punto cumbre.

     Espero que esto deje un poco más tranquilos a los lectores y, por favor, la próxima vez que sea necesario explicar algún rasgo de alguno de mis personajes, tened la educación de pedirlo decentemente.

     Muchas gracias y que disfruten de la lectura.

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     Estaba agobiada, lo admito. Los maestros me aseguraron que yo tenía los exámenes aprobados, que al ser una campeona del torneo tenía asegurado pasar de curso. Pero ellos no entendían que yo no quería pasar solamente, yo quería pasar con la máxima nota en todas y cada una de las asignaturas.

     Al menos podía practicar para el torneo al mismo tiempo que ensayaba para Defensa contra las artes oscuras. Al fin y al cabo, la materia no era muy diferente. 

     Las semanas pasaron rápido y con eso vino el mes de junio, donde no faltaba mucho para la tercera prueba. Me concentré en maleficios y contramaleficios como el embrujo obstaculizador, un conjuro que servía para detener a los atacantes; la maldición reductora, que permitiría apartar de su camino objetos sólidos, y el encantamiento brújula, un útil descubrimiento que haría que la varita señalara justo hacia el norte y, por lo tanto, permitiría comprobar si iba en la dirección correcta hacia el centro del laberinto. Practique con Crhis, sobretodo necesitaba su ayuda para el encantamiento escudo. Se suponía que creaba alrededor del que lo conjuraba un muro temporal e invisible capaz de desviar maldiciones no muy potentes, por lo que necesitaba a alguien que me los lanzara.

     La prueba sería el mismo día que se acaban los exámenes, porque al parecer los maestros tuvieron ganas de joder hasta el último momento. Me recordaba a las escuelas muggles, donde los profesores se compinchaban para poner todos los jodidos exámenes la misma semana. 

     Por otra parte, estaba pensando en lo visto en el pensadero y dicho por Moody. Por otra parte, muchos días después recordé algo que dijo Winky, «¡El señor Bagman es un mago malo!» Seguro que el señor Crouch se puso furioso cuando lo dejaron en libertad y lo comentó en su casa.

     Pero Bagman no pasó la información a sabiendas, lo que pasaba era que era un estúpido, como Bertha. en lo visto en el pensadero, hasta seguía a sus compañeros para averiguar sus secretos.

     Con una mujer así, debías tener alerta permanente, y suponiendo que no se ha armado demasiado alboroto que se diga, supongo que su existencia era un grano en el culo. Podía imaginármela persiguiendo a los compañeros de trabajo para saber sus secretos y después contárselos a Rita.