Días normales. (Capítulo corto)

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N/M

Después de lo que nos pasó estos últimos 3 días, todo fue como siempre. Salimos a practicar, reímos un poco, nos encontramos con otros caballeros y sus maestros...nada fuera de lo común. Después de eso, Aldebarán y yo teníamos tiempo libre, mientras su maestro se iba a no sé donde, y el mio se iba con Dohko. El resto de la semana fue mejor. Nada paso. Nada nos interrumpió (A excepción de cuando llegaban a la Casa de Aries). Prácticamente, estuvimos tranquilos. Inesperadamente, llegó el Domingo. La noche de ese día sería cuando partirían nuestros maestros, y no los volveríamos a ver después de un largo periodo de tiempo. Atena hizo un banquete donde todos nos sentamos a degustar los platillos. Algunos caballeros de mi generación se veían más felices de lo común. Parecía que se llevaban bien con sus antecesores. La pasamos ahí todo el día. Calló la noche. Creo que ninguno de los 25 santos que estábamos ahí, quería despedirse del otro, pero sabíamos que tenía que ser así, lamentablemente. Volvimos al lugar donde nos encontramos. Nos volvimos a acomodar como antes, uno frente al otro. 

S: Mu, me dio gusto volver a encontrarnos. Te extrañé mucho, y aunque los primeros días nos encontramos en una situación inesperada, la pasé bien junto a ti...Escuché lo que dijiste esa vez, donde está mi cuerpo...No te preocupes, y-yo siempre voy a estar contigo, y aunque estemos distanciados por mucho, mi cosmos y tus recuerdos van a estar ahí para ti...

Nos abrazamos llenos de afecto, y ambos llegamos al llanto. Ambos nos queremos, y su muerte fue dolorosa. Ya no se podía hacer nada, tan solo nunca olvidarlo. Eso vale más que cualquier otra cosa. Nos separamos y nos vimos a los ojos, mientras lentamente su "cuerpo" se hacia transparente.

M: ¿Y el maestro Dohko?

S: Ya me despedí de el, aunque me gustaría verlo...

M: No se preocupe por mi, vaya con el.

S: -Suspiro- Adiós Mu...Estoy seguro de que nos volveremos a encontrar.

M: Yo igual maestro.

El se alejó y se dirigió donde el maestro Dohko. Recargaron sus frentes, y se tomaron de las manos. Sabía que era una situación privada, así que mejor decidí voltear a otro lado. Todos se despedían de sus maestros, quienes poco a poco se volvían más translúcidos, hasta finalmente desaparecer.

N/A

Estaba de nuevo frente a mi maestro. Debo admitir que el era mejor de lo que esperaba. Hice una pequeña reverencia mostrando que le tenía respeto, y es que era verdad. El es mayor que yo, y es mi antecesor. El era admirable.

H: Estoy feliz de que pudiéramos conocernos, aunque solo haya sido una semana.

A: Digo lo mismo. Usted es una persona realmente agradable, y admirable.

H: Y también estoy feliz de que seas mi sucesor, a parte de mi alumno Teneo. Veo en ti una personalidad amale, y llena de afecto para compartir con los otros. Eso es lo único importante de un santo. 

A: Le agradezco lo que esta diciendo, y también el que me haya enseñado a dominar mejor la súper-nova.

H: Eso es lo que hace un maestro.

Involuntariamente, ambos nos acercamos y nos abrazamos. No duramos mucho así, y finalmente vi que empezaba a transparentarse.

H: Cuida bien tu relación. Estoy seguro de que vas a durar un largo tiempo junto a Mu...Bueno, antes de partir, iré con Atena.

A: Está bien, no se preocupe.

H: Hasta pronto, Aldebarán.

Levante mi mano derecha como forma de despedida, y volteé a ver a los otros. Al parecer ya todos habían terminado de despedirse. Algunos Santos de la generación pasada se reunieron, otros fueron con Atena, y otros solo veían la noche. Finalmente, todos desaparecieron. Me acerqué con Mu, quien se notaba algo tiste.

A: ¿Qué pasa Mu? Te ves triste.

M: Bueno, me dio gusto ver a mi maestro, y lamentablemente se fue, de nuevo...aunque se que si no lo olvido, el va a permanecer aquí...

El señalo su pecho, tratando de hacerme entender que estaría en su corazón. Los 13 que quedábamos nos despedimos, y nos dirigimos a nuestras casas. Para sorpresa nuestra, Kiki ya se había bañado, y ya estaba dormido. Decidimos prepararnos para dormir. 

A: Ahora que recuerdo, no fuimos a visitar a Shaka.

M: Cierto...Vamos mañana, ahora hay que descansar.

Nos recostamos en nuestra cama.

M: Buenas noches.

A: Buenas noches borreguito.

M: -Sonríe- Hacia mucho que no me decías así.

A: Entonces, ¿quieres que lo haga más seguido?

M: No, es solo que...

A: No importa borreguito, hay que dormir.

Mu se sonrojó un poco por haberle dicho así de nuevo. Quería reírme, pero decidí dejar así las cosas. El me besó rápidamente, y nos acomodamos para dormir. Ambos nos giramos hacia nuestro lado izquierdo, para que así yo pudiera abrazar a Mu, mientras el se acurrucaba entre mis brazos.

M: -Bostezo- Te amo Alde.

A: Y yo a ti Mu.

Aldebarán x Mu (Primera Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora