🥀EL ENCANTO DE LA BESTIA {LARRY STYLINSON}🥀

Huir

No era como que le gustaría pasar más tiempo allí. Los sirvientes lo habían sacado de esa fría y húmeda celda pero eso no quitaba el hecho de que no estaba libre. Esa bestia dijo que era para toda la vida.

Le habían dado órdenes antes de dejarlo dormir, el señor Dumont fue el que se las dio, las fue enlistando una por una y Harry pensó que no podría recordar todo aquello que si podía y no podía hacer, estaba acostumbrado a su monótona vida en el pueblo, solo podía recordar a la perfección que el señor Dumot hacia énfasis en no pasar frente al pasillo de la habitación del amo, que todo el castillo estaba conectado y si necesitaba algo que estuviera del otro lado de ese pasillo tenía que dar la vuelta por el otro lado del castillo o simplemente hacérselo saber a él y al señor Hardy.

Y allí estaba, rompiendo una de las tantas reglas que salieron de la boca del señor Dumont, Felipe estaba al lado de las escaleras, justo donde lo había dejado la noche anterior. Tan solo había pasado un día privado de su libertad, conoció a la mayoría de los que trabajaban allí, todos lo trataban bien pero podría jurar que era lastima lo que desprendían cuando hablaban con él ¿Cómo no? Con el hecho de mirar al pasado, tan solo con retroceder unas horas; el mismo sentiría lastima, incluso de su propia sombra.

Era media noche y su corazón latía muy rápido, esperaba a que su plan no fuera arruinado pues no contaba con un plan B, los pasillo estaban huérfanos y no se escuchaba ruido, trataba de no hacer sonido alguno para que nadie saliera a ver que sucedía. Hace un día no veía a la bestia, ni siquiera por los pasillos; no era como que le importara verlo pero se supone que debería estarlo vigilando, después de todo era su preso. Estaba seguro que en cuando se enterara que el señor Dumont y el señor Hardy le dieron una habitación iba a explotar y lo iba a terminar matando. Prefería huir de ahí antes de que eso ocurriera.

- Solo quiero salir de aquí, por favor por favor no me dejes encerrado. Necesito ir con mi mamá, extraño a mis hermanas -se sentía absolutamente desatinado hablando con una reja oxidada.

Esa tarde fue a conocer al señor Goupil y este le conto cómo funcionaban las cosas en el castillo, si bien no todos los objetos que allí estaban podían pensar por su cuenta y hablar, los que no lo hacían podían moverse en cuestión de lo que necesitaban los demás.

Todo ese castillo estaba lleno de magia. Hasta el más recóndito de los espacios, pero no lo iba a extrañar; solo quería que esa pesadilla acabara.

De alguna manera pensó que el hablar con esa reja (aunque era obvio que no lo escuchaba) le ayudaría a que no se cerrara.

- No puede ser más idiota -rodo los ojos un tanto divertido con la situación que se desarrollaba frente a él.

Louis sabía que le habían dado una habitación, sabía que podía merodear por el castillo. Habían dado instrucciones como si ellos fueran los amos y los sirvientes; pero no le incomodaba. No le incomodaba en lo absoluto mirar hacia el jardín y encontrar a cierto chico rizado dando un paseo por allí. Lo trataban como si fuera un amo más y no un preso.

Después de todo ese único espejo en el castillo tenía que servir de algo. Solo había pasado un día y le había pedido verlo durante la mañana, en la tarde y en la noche. Le resultaba alucinante y algo estúpido la manera en la que ese chico se preocupaba por todo, la forma en la que hacia todo con sumo cuidado, la forma que tenia de apreciar los detalles. Por ejemplo; la primera vez que vio el lago congelado tenía la expresión de como si fuera la cosa más maravillosa que había visto en su vida. Tal vez así había sido, no sabía nada del joven a punto de escapar. También de cuando fue a conocer a Zayn y este interpreto un mini concierto exclusivo para él. Justo como las que interpretaba con Liam cuan creían que nadie los veía.