🥀EL ENCANTO DE LA BESTIA {LARRY STYLINSON}🥀

Gemma y Darcy

-Estoy seguro de que los doctores no tendrán problema con cuidar un paciente más –el hombre con el cabello blanco y espalda recta dejaba salir el humo por sus pálidos labios.

-Solo tenemos que esperar noticias de Gastón señor –se removía nervioso ante la presencia del sujeto.

-Retírate –movió la mano con desinterés, determinante- Nadie va a sorprenderse –le hablo orgulloso a la castaña que miraba a través de la única ventana que tenía su despacho. Había aprendido bien.

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El sol estaba sobre ellos, hacía que los colores del paisaje resaltaran, que se vieran brillantes y vivos, los habitantes del pueblo de Eguisheim disfrutaban sus débiles rayos, eran los últimos que podrían sentir hasta dentro de unos meses; el invierno estaba a escasos días de cubrirlos con su manto blanco.

-Hazzie ¿Estás seguro de que es por aquí? –trataban de igualar la velocidad a la que su hermano mayor caminaba, porque las iba tomando de la mano y porque estaban en un lado del bosque en donde al parecer el invierno se había adelantado varios días, no se querían perder.

-Si, estoy seguro. Recuerden que les dije que es una parte encantada del bosque –aminoro su velocidad cuando se acercaban a la gran reja de metal. La que tenían que atravesar para terminar de llegar a su destino y la que siempre estaba abierta para Harry.

-Hazzie tengo miedo –se aferró a su brazo Darcy, el lugar no era del todo mágico como se lo había imaginado.

-Todo está bien, Lou es bueno y estoy seguro de que quedaran igual de encantadas como yo con todos los que estén allí dentro –se detuvo apenas cruzaron la reja, poniéndose en cuclillas para quedar a la altura de ambas niñas.

-Vamos ya –después de Harry, la más entusiasmada era Gemma, ya quería conocer a Lou; lo podía imaginar del tamaño de su hermano, con una sonrisa dulce y ropas de la tela más fina, después de todo vivía en un castillo, tenía que ser un príncipe o un rey. Lo quería conocer por mucho miedo que le diera el lúgubre lugar. 

Los lobos estaban escondidos detrás de las rocas y detrás de los gruesos troncos de los arboles cubiertos de nieve, sin hacer ruido y curiosos por los nuevos visitantes, Harry le había pedido ese favor a Richard porque no quería que sus hermanas se asustaran, fue gentil al decirlo pues sabía que no debería de ser fácil escuchar que puedes asustar a gente con el simple hecho de ellos mirarte. Pero lo entendieron a la perfección. 

Louis movía las manos nervioso, además de Harry, Anne y sus amigos nunca había hablado con alguien más en años; quería que las niñas vieran a un Louis en él, no a una Bestia; no a un Rey. Simplemente el humano que un día fue.

Sentía que en cualquier momento iba a vomitar, su mente creaba distintos escenarios; uno en donde las niñas salían corriendo de su castillo, aterradas y llorando y Harry corría lo más rápido que podía detrás de ellas; y después estaba otro en donde podía apreciar el momento en el que trenzaban el cabello rizado de su hermano, justo como se lo había contado Harry, y él se veía más bonito de lo que ya era.

Era una locura lo que están haciendo, pero era un riesgo que estaban dispuestos a correr si al final estarían juntos. 

-¿Creen que salgan corriendo? –miraba nervioso hacia la puerta del gran salón, sus amigos se las habían arreglado para entrar todos en el banquito del piano, incluidos Liam.

-Son niñas Louis. Los niños no tienen prejuicios o maldad en el corazón –le dijo Zayn.

-Mamá, ¿Ellas pueden ser mis amigas? –Ivo era el único de todos ellos que no estaba nervioso, le emocionaba conocer niñas, aunque no pudiera jugar con ellas.