¿Qué es el éxito?, ¿cuál es la máxima cumbre de la autorrealización?, algunos dirán que es el dinero, la fama, los títulos, el amor, el estatus... pero de una forma más simplista y perfecta, el éxito es todo eso, y a la vez nada, depende de la perspectiva y proyecto de vida de cada mente, única e irrepetible, tal vez lo definiría como ver concretadas aquellas cosas que llevan a la senda de la felicidad, con ello, el éxito escapa de toda definición, que en nuestro esfuerzo humano y egoísta queremos encasillar en una sola praxis, escudándonos en unas cuantas frases que dictan un diccionario, así que no, no podemos decir que una persona es exitosa hasta hundirnos en el trasfondo de su experiencia, sus recuerdos, sus sentimientos, porque esta tendenciosa palabra tiene muchos rostros, y hay que poseer coraje para desenmascararlos todos.
Por lo anterior Camus se encontraba en una contienda para abrir una de sus puertas a esa dulce sensación de plenitud, preparado con hasta la más mínima arma de inteligencia para defender su tesis de doctorado, estaba listo para superar un reto, que no era de nadie más que de él. Lo necesitaba, porque esa individualidad que lo hacía crecer y trascender en el ser, era lo que compartiría de ahora en adelante con Milo, quien lo apoyaba como el más sincero de los aplausos, animándolo a estudiar, y cuidando de él cuando el sueño estaba a punto de vencerlo en medio de un montón de papeles con sus escritos de ecuaciones matemáticas, colocando tiernamente una almohada en el escritorio para que no se lastimara, revisando su salud cada día y cada noche, ensayando junto con él las posibles preguntas que le harían sus sinodales, con su expresión de asombro al conocer tantas cosas que en boca de su Cam le parecían fascinantes.
Después de su preciosa boda, y su hermosa luna de miel, acordaron que su vida no se absorbería en una fusión de personalidades, si no en un enriquecimiento de su autoconstrucción para ser grandes juntos, por eso Milo continuaba de una manera genial con su labor médica, apasionado como siempre en el campo de la medicina, y ahora le correspondía al joven francés acrecentar su propia definición de éxito, para ofrecer lo mismo, que con mucho cariño su griego le otorgaba.
Esa tarde era definitiva, su corazón le latía con fuerza, el nerviosismo desbocado inconscientemente en sus piernas era igual al impacto que produce la detonación de una bala a causa de la pólvora, con la corbata pulcramente atada, y el mejor de sus trajes de color negro, se presentó orgulloso a su examen recepcional, sus gafas de cristal eran como un escudo para su seguridad, en cuestión de segundos, repasó en su cerebro las horas interminables de lectura para llegar hasta ahí, y antes de comenzar, hizo un recuento instantáneo y gratificante de las personas que lo acompañaban en su momento de gloria profesional, sus queridos amigos, viejos y nuevos, sus padres, su hermano, y su Milo... que con la sonrisa más conciliadora y perfecta, le daba su ánimo en silencio, tocó con anhelo el anillo de matrimonio dorado en su dedo anular izquierdo, su alianza le daba fuerzas, coraje para enfrentarse a lo que fuera.
El público y sus superiores en la cátedra tomaron asiento, las luces de la sala de juntas de la sección Universitaria del Instituto Saint se enfocaron en él intimidantes, como si también lo juzgaran con su inquisidora luminiscencia, el momento de la verdad había llegado, y las sabias palabras adquiridas con su esfuerzo brotaron de sus labios, los nombres de los genios en los que se apoyaba eran como otros estandartes de sus argumentos, Galileo, Newton, Einstein, Hubble, Gamow, Hawking, iban de la mano con él cuando términos como materia oscura, astrofísica, teoría del big bang, inflación cósmica, nucleosíntesis primoridial, cosmología, eran fuertemente cuestionados por aquellos que determinarían si merecía ser llamado Doctor o no, el profesor desviaba y contestaba elocuentemente a todos los interrogatorios, agotando así las posibilidades de sus dictaminadores de desestabilizarlo, dejando muy en claro su alto coeficiente intelectual, y su capacidad como científico.
Al término de la presentación, el mundo académico de la Física Teórica estaba a los pies de Camus de L'eau, sus maestros estaban orgullosos, al igual que sus amigos y familia, pero Milo... él estaba rebosante de cariño y admiración, adorando con sus propias manos el sueño de su Cam, calificándose a sí mismo como su máximo fanático, amando en secreto todas las cosas que podían enseñarse el uno al otro, y esperando con ansias seguir descubriendo cosas nuevas a su lado. Con una tenue sonrisa en sus labios, el aquamarina se doblegó un poco ante sus emociones cuando le solicitaron amablemente que terminara su presentación leyendo las reflexiones y dedicatorias finales de su tesis.
ESTÁS LEYENDO
Mi amado Doctor (MiloXCamus)
RomanceMilo es un médico que sólo vive por su trabajo, desde que su amada Shoko murió, no tiene pasión por nada más, Camus es un profesor que no cree en el amor; Un día por culpa de un accidente, sus destinos se cruzan, ¿podrán descubrir en el otro el sent...