Capítulo 1 - La Resolución

651 24 21
                                    

Por supuesto que piensa que soy estúpida. Nunca sé qué hacer en caso de emergencias. Supongo que tarde o temprano va a dejarme por otra chica más interesante, más aterrizada. Yo hago mucho ruido. Amo cantar y los cuentos de hadas. Siempre escapo de la realidad, pero ¿Quién no lo haría en mi lugar? La vida es tan predecible, tan monótona y negativa, llena de odio, envidia, ambiciones, guerras... No quiero eso para mí. Supongo que esta vez me será más fácil tomar una decisión.

Matt me pidió que vayamos de vacaciones juntos, sólo los dos, al fin y al cabo, ya somos adultos, llevamos cinco años de noviazgo... <<cinco es un número grande si hablamos de años: un bebé nace, aprende a comer, a hablar, a caminar y a vestirse en cinco años, como mínimo. Un adulto por su parte puede comenzar y finalizar sus estudios universitarios, cambiando de amigos, estilos, puntos de vista, opiniones, novias...>> esa soy yo, su novia. Aunque a veces desearía nunca haberlo sido. No me malinterpreten: lo amo y mucho. Justo eso es lo que más me aterra.

Nosotros comenzamos en preparatoria. Él es un año mayor que yo, Íbamos en la misma escuela por lo tanto nos encontrábamos en los pasillos al recreo o almorzábamos juntos con nuestros amigos. Nunca creí que esos ojos pequeños, deslumbrantes y llenos de calma podrían verme de la forma en que lo hacen hoy.

Yo lo veía siempre, aunque él no lo notaba. Él llevaba la música a todas partes y yo amaba esa mezcla: sus hermosos ojos color cielo, su cabello dorado, su guitarra o su bajo; cualquier instrumento sonaba increíble si era tocado por sus manos. Cada vez que lo veía tocar, lograba fugarme de cualquier lugar imaginando esas manos tomando mi cintura con la misma propiedad que sostenían cada cuerda que formaba los acordes, pero con la misma suavidad que aplicaba al arpegiar cada nota, causando que la guitarra grite lo que brota desde su interior. Como desearía cambiar lugares con ese instrumento. Palpar con mi propio cuerpo su sentir potente y desgarrador. La humedad se comenzaba a sentir entre mis piernas y mis mejillas se enrojecían abruptamente al darme cuenta de mis fantasías durante sus ensayos. Siempre urgente, corría al baño de la escuela y me quedaba ahí hasta que con mis propias manos lograba agotar el deseo de tenerlo cerca, de que aquellos dedos que se adentraban en mi interior fueran suyo s, pero lamentablemente, sólo lo eran en mi imaginación. "Si él lo supiera, se burlaría", pensaba.

Siempre fuimos amigos, pero después de las aventuras en el Digimundo y mi paso de tres años por Estados Unidos, el regreso a Japón se vio marcado por un evidente distanciamiento entre los chicos y yo, aunque mi mejor amiga, Sora junto a Tai, el líder del grupo y su hermanita, Kari seguían tan cercanos conmigo como siempre.

Amaba escuchar la armónica de Matt en el Digimundo, apaciguando las noches oscuras e interminables en esa isla, lejos de todo, sin tener una pizca de idea de por qué llegamos ahí.

Al volver a Japón me alejé de él. No quería pensar que por mi culpa se dividiera el grupo o peor, que él sintiera algo por alguien más puesto que Sora, mi mejor amiga y la portadora del emblema del amor, me había estado hablando mucho de sus salidas íntimas y yo creí que algo estaba naciendo entre ellos dos. Incluso Tai, que siempre estuvo interesado en ella, lo pensó, así que decidí intentar apagar mis sentimientos por él, que honestamente, renacían cada vez que teníamos una junta de "niños elegidos". Por lo general disfrutaba mucho esas juntas, ahí veíamos películas, jugábamos videojuegos o incluso a veces, con ayuda del alcohol y la música, jugábamos póker de prendas. "Todos somos amigos" decían los chicos y reíamos todos, como amigos. De hecho, recuerdo que mi primer beso fue con Izzy, el tímido pelirrojo, jugando a la botella en casa de Tai pero nunca fuimos más lejos, ninguno creyó que funcionaría. Él decía que mis caprichos eran demasiados y que debía estar con un chico más a mi altura. La verdad es que yo sí lo encontraba guapo, pero la presión de estar con un niño genio era muy grande.

Desearía Nunca Haberlo sido - Digimon fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora