La historia se sitúa en el mundo real, cuando los digidestinados ya crecieron y están lidiando con sus vidas adultas y el romance que surge entre algunos de los elegidos a medida que van creciendo. La historia es un poquito cursi, espero que la dis...
Y ahora qué será lo que quiere hablar. Diablos, quizás ya lo sabe, tal vez alguien se lo contó. Pensemos, quién ya lo sabe... se lo conté a Cody. ¿Será que...? No. No podría ser eso. Ella dijo muy claro que ya no me amaba, al menos no como a un novio. Incluso ahora le gustan las mujeres. Demonios... ¡Me intriga demasiado! ¡Al diablo las estúpidas carreras! Aunque voy ganando... sería muy evidente si me dejo perder para ir a hablarle ahora mismo. Además, si pierdo después de que ella me pidió hablar, creerá que es su culpa.
Izzy: Takeru, vas contra Sora.
Takeru: ¡Genial! ¡Llegó tu hora, Takenouchi!
Sora: Eso está por verse.
Tai: ¡Tú puedes, Sora! ¡Elimínalo!
TK: Si te gano, harán la pareja perfecta ¿no? ¡PAR DE PERDEDORES!
Kari: ¡Qué cruel, Takeru-kun! (dijo riendo. Sabía que eso la haría reír.)
Adoraba hacer equipo con Kari. Realmente no era tan buena en los videojuegos, pero como animadora, era miembro fundamental de mi equipo. A pesar de su rostro angelical y dulce, Kari puede ser muy competitiva, sobre todo si siente que su oponente busca humillarla. Desde pequeña ha sido así, ya la vieron como animaba a Angewomon mientras peleaba contra LadyDevimon y también siempre fue la fanática número uno de Taichi en todos sus partidos.
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Es cierto que adoraba estar con ella en todo momento, ambos somos muy compatibles, tenemos gustos similares, disfrutamos las mismas cosas e incluso tenemos hermanos que siempre nos dan de qué hablar, pero imagino que nos faltaba algo. Quizás experiencia ya que comenzamos nuestra relación siendo muy jóvenes. A los quince años nos hicimos novios.
En la escuela estábamos siempre juntos y a pesar de que Hikari es muy atractiva, siempre supo cómo ignorar o rechazar a los chicos que se le declaraban, lo que me causaba muchísima confianza. Por desgracia eso me hizo pensar que estaría a mi lado por siempre. Nunca creí que debiera hacer algo especial para mantenerla interesada en mí, al principio era algo natural. Ahora ambos estamos a punto de cumplir 21 años y todo es diferente, partiendo porque ella ya no está conmigo y de alguna forma, el amor que nos teníamos siempre fue algo infantil. Al menos yo nunca he sido muy osado y ella siempre está en busca de adrenalina y experiencias fuertes.
Nunca he sido la clase de persona que cree que debe cambiar para agradarle al resto, siempre he buscado hacer las cosas a mi manera y creo que todos deberían hacer eso, ya que a veces la gente busca amoldarse a los otros para que los hagan parte de su equipo y Kari es de ese tipo. Es decir, ella es muy fuerte y todo, pero la mata no poder complacer a todo el mundo. Aún no sé cómo terminó conmigo. Básicamente fui yo quien tomó la decisión porque sabía que ella no sería capaz de hacerlo por sí sola.
Pero tampoco soy el tipo de hombre que mantendría una relación con alguien que no lo ama, aunque yo no sé si aún la amo, me genera cierta molestia esta nueva distancia. El saber que está ahí, que aún se ríe conmigo o que me apoya más que a su hermano (aunque no lo reconocerá delante del resto), pero ya no puedo ir libremente a tomar sus manos o acariciar su cabello. No puedo ir eufóricamente a besarla si gano este juego, como lo habría hecho si siguiera siendo mi novia. Pero es mejor así. Ella no merece atarse a nadie a causa del cariño, aunque sea mutuo, ya que en ningún caso el cariño debe sentirse como cadenas pesadas sobre su corazón.
