La historia se sitúa en el mundo real, cuando los digidestinados ya crecieron y están lidiando con sus vidas adultas y el romance que surge entre algunos de los elegidos a medida que van creciendo. La historia es un poquito cursi, espero que la dis...
Las vacaciones que pretendíamos tener en Nueva York dieron un giro inesperado y las terminamos pasando en Hawái. Resultó que Yamato conocía mucho acerca de esas islas por su afición a la astronomía y me invitó en una extraña cita a un observatorio llamado "Mauna Kea" el cual se encuentra en la cima de una montaña (la más alta de Hawái). De hecho, esta montaña es un volcán apagado hace más de cuatro mil años, y es la más alta de toda la Cuenca de Pacífico. El clima es bastante horrible, sólo puedes llegar a la cima en una firme camioneta todo terreno o de otra forma es probable que no te permitan llegar a la cima.
De todas formas, lo único que deseábamos era ver el cielo nocturno con el mar por debajo, lo que resultó en una fría (realmente muy fría) y romántica cita viendo las estrellas, aunque no estuvimos solos, ya que tuvimos que contratar un tour especializado dado que ninguno tenía otro método para subir.
Sin duda esta experiencia sería una de las que más atesoraría en mi vida y me gustaría repetir en un par de años junto al mismo hombre que me acompañó en esta ocasión. En este viaje pude apreciar por qué Matt se obsesiona tanto con estas cosas y es que en serio es fascinante poder apreciar el universo de esta forma.
Para alguien que creció prácticamente solo, debe ser muy alentador descubrir la multitud de posibilidades que te ofrece el universo y la cantidad de belleza que nos rodea sin siquiera prestarle atención. Pero Matt es el tipo de persona que sí le presta atención a todo y a todos. No le gusta que las personas se sientan ignoradas o menospreciadas, siempre está buscando lo bueno y lo bello en los otros. Incluso cuando yo pienso que algunas personas son irritantes y me gustaría mandarlas al diablo, él siempre sabe algo bueno que decir y logra darme nuevos puntos de vista.
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Matt: ¿Recuerdas esas noches al aire libre que pasamos en el Digimundo cuando niños?
Mimi: Cómo olvidarlas. Siempre hacía frío y tenía miedo. Un monstruo podría aparecer en cualquier momento.
Matt: Sí... recuerdo haber sentido miedo también. Tenía miedo de lo que dirían mis padres si le pasaba algo a Takeru. Después de todo, yo soy su hermano mayor.
Mimi: Siempre te veías muy decidido. No demostrabas tus miedos, excepto cuando se trataba de fantasmas.
Matt: ¡Oye! (dijo molesto) Al menos no me quejaba día y noche por tener que sudar un poco.
Mimi: Es verdad... Recuerdo quedarme dormida viendo las estrellas, ahí casi no había iluminación y el cielo siempre estaba despejado. De alguna forma el cielo nocturno siempre me ha recordado a ti y tu harmónica. Me gustaría que tocaras esa hermosa melodía una vez más.
Matt: Esa fue la primera melodía que aprendí a tocar... siempre traigo una harmónica conmigo, supongo que me recuerda a Gabumon. Siempre me pedía que tocara esa canción, incluso cuando ya casi no la recordaba, la última vez que nos vimos, me pidió que tocara esa canción para él.
